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¿Cómo es vivir en una casa de estilo americano? ¿Cómo es vivir en una casa de estilo americano?

¿Cómo es vivir en una casa de estilo americano?

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La influencia de Estados Unidos en Europa, y también en España, se observa casi en cada momento, en cada minuto. La televisión, la música, las modas, las grandes compañías… hasta el estilo de vida, con el famoso sueño americano, causan verdadera expectación en buena parte del mundo.
Mucha gente queda fascinada con lo que llega desde Estados Unidos, y de algún modo, intenta reproducir ese estilo de vida en su día a día. Al menos quiere copiar lo bueno, porque no es oro todo lo que rodea a ese país.
Pero si vamos a algo positivo, o al menos bonito, es la cuestión urbanística, inmobiliaria. Las casas americanas son toda una envidia, sí, esas casas que vemos constantemente en series de televisión y que tremendamente grandes y cómodas.
Hasta en un capítulo de Los Simpsons, aquí va la referencia millennial que quizás muchos centennials no entiendan, el personaje de Frank Grimes Jr. se sorprende por la casa de Homer Simpson y su familia. Esas viviendas ajardinadas, de hasta tres plantas, con garaje y sótano, que aparecen en tantas películas y series. ¿Sabes cómo son? Ahora lo descubrimos.

Viviendas americanas frente a europeas

Ese tipo de viviendas que todos asociamos cuando pensamos en una casa americana es un tipo de construcción muy popular tanto en Estados Unidos como en Canadá, donde llevan siglos construyendo viviendas prefabricadas a partir de madera y otros materiales de rápida instalación.
En los últimos años se han puesto de moda no tanto por el diseño, el estilo de vida americano, sino por la rapidez que conlleva su construcción y por la vinculación a las propuestas de sostenibilidad y ecología en la industria inmobiliaria. Sus diferencias con las casas más europeas son más que visibles, y eso entendiendo que Europa es todo un crisol donde hay enormes distinciones entre países.

La luz y el espacio

Las casas europeas están muy abiertas a la luz, especialmente en los climas más moderados y estables. En el arco mediterráneo la luz es igualmente importante, pero como nunca falta, lo que más se busca es poner freno a las altas temperaturas.
En Norteamérica, en cambio, el gusto por el cristal y los grandes ventanales no tiene tanta penetración. Eso sí, es muy popular ver casas americanas en las que se aprovecha el sótano como cuarto de juegos, pequeños salones para actividades de ocio, pequeños laboratorios o incluso incubadora de ideas. ¿Quién no conoce esa leyenda de los grandes emprendedores estadounidenses que comenzaron sus negocios desde el garaje o el sótano de casa de sus padres?

Los materiales

Aunque ya hemos hablado de materiales, con la madera y el cristal de los ventanales como protagonistas, cabe insistir en esta parcela. En Europa y al otro lado del Atlántico se busca aislar los hogares y hacerlos seguros.
En Estados Unidos la madera parte como material preferido para muchos americanos, sobre todo en el interior de la vivienda. Esto es, en gran parte, por la enorme cantidad de bosques y el vasto territorio verde de este país y Canadá. En Europa son más comunes el ladrillo u los laminados.

El interior de las viviendas

Otro punto muy relevante es la distribución interior. En Europa se apuesta más por compartimentar el espacio, distribuir cada estancia en una habitación propia. Las casas americanas, en cambio, ofrecen interiores más abiertos.
Lo vemos en el caso de las cocinas, que se caracterizan por la presencia de una isla central. Esta tendencia se incorporó a Europa hace ya años, de modo que muchas empresas de reformas o de decoración trabajan continuamente con proyectos en los que se solicitan soluciones de este tipo.
Los espacios abiertos hacen ganar en amplitud a la vivienda, parecen áreas más extensas. Si están bien acompañadas de fuentes de iluminación natural, el confort y la habitabilidad se multiplican.

Una proyección internacional que no es compartida

Un último aspecto interesante entre los dos estilos de construcción, entendiendo el europeo como una amalgama de prácticas muy variadas, es que los americanos se muestran aún menos permeables a otras formas de diseño.
Ese estilo de urbanizar los territorios, al exterior de las grandes ciudades, con avenidas muy extensas, viviendas de gran tamaño, zonas ajardinadas, y extrema dependencia del transporte privado… ha calado mucho en su población, y se expande hacia otros territorios del planeta. En cambio, desde Europa o el arco mediterráneo, Escandinavia o Asia no llegan hasta Norteamérica sus propuestas.