Síguenos
Cómo organizar el Camino de Santiago Cómo organizar el Camino de Santiago
Organizar previamente el Camino de Santiago es fundamental para el éxito del recorrido

Cómo organizar el Camino de Santiago

banner click 241 banner 241

El Camino de Santiago parte de diferentes puntos de la geografía tanto española como portuguesa, aunque también hay peregrinos que parten de cualquier punto de Europa y se unen a las rutas españolas. A la hora de planificar y organizar el Camino, hay muchas opciones, dependiendo de la ruta escogida, del tiempo que se va a emplear y de si prefieres hacerlo por tu cuenta o a través de una agencia especializada.

Si nunca has hecho el Camino y quieres que un experto te planifique el viaje, hay agencias que se dedican exclusivamente a organizar este tipo de experiencia desde casi cualquier parte del mundo. La Agencias de Viajes del Camino de Santiago, Santiago Ways por ejemplo, especialista en organizar y planificar todo lo necesario para hacer el Camino independientemente de la ruta que escojas y el tiempo de que dispongas.

Para vivir esta aventura, lo mejor es contar con toda la información relevante sobre las etapas, los alojamientos, lugares donde comer, lugares de interés que visitar durante el trayecto, etc., además de saber que vas a necesitar llevar en tu mochila.

Consejos básicos para preparar el Camino de Santiago

El Camino de Santiago supone un reto físico y mental, esto es así porque vas a caminar muchos kilómetros durante días consecutivos. Esto no implica que tengas que estar en muy buena forma física, puesto que puedes adaptar las etapas a tu ritmo y capacidad. Sin embargo, si es recomendable por lo menos hacer caminatas durante dos meses antes del viaje, de esta forma no sólo evitarás el cansancio, sino también las temidas ampollas en los pies.

Por otra parte, el cuerpo ha de ir acostumbrándose paulatinamente al peso de la mochila. En este caso, lo recomendable es ir aumentando el peso durante las dos últimas semanas de entrenamiento. No obstante, si no dispones de tiempo para esta preparación gradual, siempre tienes la opción de planificar una ruta con pocos kilómetros diarios para evitar una sobrecarga física.

Durante el Camino de Santiago Francés, uno de los más conocidos y transitados, las etapas son largas y con muchos kilómetros, por lo que en este caso, necesitarás no sólo del suficiente tiempo para recorrer la ruta entera, sino también de un buen estado de salud. Otra forma de hacer esta opción del Camino es hacerlo por etapas, es decir, hacer hasta un tramo durante un par de semanas, y más adelante partir de ese punto hasta completarlo.

Otra de las cuestiones que surgen a la hora de organizar el viaje es en qué época es mejor hacerlo. Para la mayoría, la mejor época del año es la primavera y el comienzo del otoño. Las temperaturas son más agradables y hay menos masificación de peregrinos, tanto en el trayecto como en los albergues y alojamientos en general. Pero si sólo dispones del verano, debes hacerte a la idea de que hay tramos en los que caminarás bajo el Sol, y vas a necesitar mucha hidratación, protección solar, y llevar el menor peso posible, ya que, con calor, todo se hace más difícil.

Si pretendes evitar el calor, lo mejor es que optes por el Camino del Norte, con temperaturas más agradables que en las zonas de Castilla o del interior. Puedes reservar el Camino de Santiago del Norte con antelación si has decidido dejarte aconsejar por una agencia especializada. O puedes aventurarte a ir caminando y probar a ver si hay plazas en los albergues dispuestos a lo largo de la ruta.

Pero siguiendo con los consejos para organizar el camino, ahora viene un tema fundamental, que es el cuidado de los pies.

Cuidar tus pies es lo más importante para hacer el Camino

Empezando por el calzado, éste es una de las partes más importantes a tener en cuenta. Hacer el Camino con calzado nuevo es un error que muchos aún siguen cometiendo, por falta de información y práctica. En consecuencia, te saldrán ampollas y rozaduras que en algunos casos hasta pueden impedirte finalizar la ruta. Lo mejor es disponer de un calzado de montaña que sea cómodo, y que ya hayas usado, para asegúrate de no padecer lesiones ni daños.

En la misma línea, los calcetines son de vital importancia, en este caso es mejor que no sean de algodón, ya que se empapan y pueden producir ampollas. Elige calcetines sin costuras, para evitar las rozaduras y hechos de fibras, para que los pies transpiren bien. Ten en cuenta que como mínimo vas a recorrer ciento y pico kilómetros en total, para hacer el Camino Lebaniego, que consta de 155 kilómetros, tienes que prestar especial atención al cuidado de tus pies.

Por último, y no menos importante, está el peso de la mochila, que nunca debe ser superior al 10% de tu propio peso. Esto quiere decir que has de llevar sólo lo imprescindible. A la hora de prepararla, es conveniente repartir adecuadamente el peso, para que éste sea equilibrado y no sobrecargue más un lado que otro de la espalda.

Con todo esto, ya puedes hacerte una idea de lo más importante que tienes que tener en cuenta a la hora de planificar tu Camino.