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¿Desde cuándo es obligatorio instalar puertas automáticas en los negocios? ¿Desde cuándo es obligatorio instalar puertas automáticas en los negocios?

¿Desde cuándo es obligatorio instalar puertas automáticas en los negocios?

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Según los últimos datos publicados, solo el 10% de los comercios han podido adaptar sus establecimientos para cumplir el decreto de ahorro de energía. Eso quiere decir que la gran mayoría de comercios no han podido o no han querido adaptarse para cumplir la ley.

Es un dato llamativo, ya que demuestra que la gran mayoría de comercios en nuestro país no se han adaptado para cumplir la ley. Y es que el plazo para la adaptación de los negocios ha llegado a su fin y nos damos cuenta de que un porcentaje muy pequeño ha cumplido.

¿Hasta cuándo tienen los negocios para adaptarse al decreto de ahorro energético?

El decreto se publicó el 1 de agosto y comunicó que la fecha límite para realizar la adaptación se situaba en el 30 de septiembre. Pero ya hemos pasado esa fecha y nos damos cuenta de que muy pocos locales se han podido adaptar a las medidas. Es decir, todavía hay muchos negocios que no disponen de las puertas automáticas.

¿Qué negocios están obligados a cumplir la norma?

A través del Real Decreto ley 14/2022 del 1 de agosto se dejaron inscritas las medidas que se deberían tomar para el ahorro energético. En dicho decreto, no solo se dejó claro qué negocios deberían instalar puertas automáticas en sus negocios, también se fijaron las temperaturas máximas y mínimas que los negocios deberían tener.

A través del artículo 29, podemos leer lo siguiente: “Los edificios y locales con acceso desde la calle incluidos en el ámbito de aplicación de la I.T. 3.8 del RITE (Reglamento de Instalaciones Térmicas en los Edificios), dispondrán de un sistema de cierre de puertas adecuado, [...] con el fin de impedir que éstas permanezcan abiertas permanentemente”.

Con esa información podemos concluir que la medida debe aplicarse directamente al sector servicios o terciario. Para hacernos a la idea, la medida afecta a los comercios que tienen acceso a la calle como tiendas, supermercados, bares, restaurantes, salas de exposiciones…

Todos esos comercios deberían instalar puertas automáticas para permitir el acceso a los clientes y evitar que la climatización salga al exterior. La única excepción que se pone es que no se use un sistema de climatización o calefacción o que por medidas de seguridad no sea la opción más efectiva.

La ley está clara, pero los negocios no lo tienen tan claro. Muchos de esos negocios no han tenido tiempo de adaptación y otros no han podido hacerlo por falta de presupuesto. Como se quejan muchos comerciantes de la provincia, la ley está muy bien, pero los comercios con pocos recursos económicos no pueden hacer frente a ese gasto extra.

La patronal pide una moratoria

Teniendo en cuenta que según la Confederación Española de Comercio solo el 10% de los comercios en España han podido adaptar sus establecimientos, la moratoria se ve como algo necesario para poder cumplir el decreto de ahorro energético.

La moratoria no solo se pide porque muchos comercios todavía no son conscientes de los riesgos, también se solicita ante la imposibilidad de poder adaptar a todos los comercios en un periodo de plazo tan pequeño. Por ese motivo, desde CEC solicitan un plazo superior que sea más razonable y realista con la situación que se vive en la calle. Al fin y al cabo, es muy fácil decir las medidas, pero es mucho más complicado ponerlas en práctica.

Por otra parte, se recuerda que los comercios no pueden hacer frente a ese cambio, por lo que muchos están a la espera de la publicación de las ayudas económicas por parte de las comunidades autónomas. Dichas ayudas fueron prometidas, pero todavía no han sido emitidas, por lo que muchos comercios no tienen la posibilidad económica de dar el paso a la adaptación. Como comentan algunos autónomos a este periódico, “Preferimos asumir una posible multa a adelantar un dinero del cual no disponemos”. Y que muchos profesionales llevan sus negocios al día, por lo que no pueden acceder a más financiación para realizar la adaptación.

Ahora solo queda esperar a que las comunidades autónomas hagan de momento la vista gorda y no comiencen a multar a los locales que no se han adaptado. Y es que las elevadas sanciones que se proponen en el decreto de ahorro energético podrían provocar el cierre automático de dichos negocios. Para evitarlo, lo más seguro es que de momento las autoridades no sancionen por no tener la puerta automática. Aunque sí que es verdad que hay que pensar en instalarla porque una vez que finalice la más que posible moratoria, las sanciones podrían ser una realidad.

¿Cómo puedo instalar una puerta automática en mi negocio?

Si todavía no has adaptado tu negocio a la normativa, hoy puede ser un buen momento para hacerlo. Si no quieres hacer frente a las fuertes multas, es importante cumplir el decreto a tiempo.

Para realizar la adaptación, siempre debes ponerte en manos de profesionales. En https://www.metalblinds.es/ podrás encontrar una amplia variedad de puertas automáticas. Gracias a esa variedad, seguro que te será fácil encontrar el modelo ideal para tu negocio. Es más, si no terminas de tener claro qué opción encaja mejor con tus necesidades, los expertos en puertas automáticas de Metalblinds te asesorarán en todo lo que necesites.

Una vez adquirida la puerta, ellos mismos se encargarán de instalar la puerta en el menor tiempo posible. El objetivo es molestar lo mínimo a los clientes y así evitar que las ventas se puedan ver penalizadas durante la instalación. Finalmente, tras el trabajo, el cual suele ser rápido, será el momento de disfrutar de todas las ventajas de las puertas automáticas. No solo te ayudarán a cumplir la ley y a ahorrar energía, también ofrecerás un grado de comodidad a tus clientes.

Recuerda, la temperatura máxima que podrás tener en tu local comercial durante el invierno será de 19 grados, mientras que la mínima en verano se sitúa en los 24 grados. El objetivo es mantener un buen grado de confort, pero sin que eso suponga un gasto excesivo de energía.