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El suministro de los medicamentos para perder peso en peligro por el gran aumento de la demanda El suministro de los medicamentos para perder peso en peligro por el gran aumento de la demanda

El suministro de los medicamentos para perder peso en peligro por el gran aumento de la demanda

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La crisis de medicamentos contra la obesidad ya es un hecho. La alta demanda está llevando al desabastecimiento, y la explicación reside en que esta acumulación excesiva y generalizada de grasa en el cuerpo es la gran epidemia del sigo XXI y cada vez más ciudadanos buscan fármacos que le ayuden a combatirla; en contraposición con la recomendación que realizan los médicos y nutricionistas, quienes abogan por adoptar hábitos y estilos de vida saludable a fin de combatirla.
En la actualidad, son varios los factores que están llevando a la industria farmacológica a no dar abasto para satisfacer la demanda de productos que ayuden a adelgazar.
Por un lado, los alarmantes datos de sobrepeso y obesidad que se está dando en el conjunto de la sociedad, por otro, los famosos e influencers que promocionan ciertos productos en redes sociales y que se convierten en tendencia. Uno de ellos es Drenaqua, creado por CumLaude Lab, el cual se ha posicionado como uno de los productos para adelgazar más buscados en España, tanto por su efectividad como por su creciente popularidad y cuyo volumen de venta se ha duplicado en los últimos años.

La obesidad en cifras

La obesidad y el sobrepeso forman parte de los principales riesgos para la salud de los europeos. Sus efectos nocivos se comparan con los del tabaquismo o el consumo de alcohol, según el último informe de la oficina europea de la Organización Mundial de la Salud. En este mismo documento, se sitúa a España como uno de los países con peores niveles de sobrepeso dentro de la eurozona.
En efecto, aunque España sigue a la cabeza en relación a los países europeos mas longevos, con 82,97 años de media, los estudios de la OMS indican que los españoles beben y fuman más, además de presentar niveles alarmantes de sobrepeso.
Concretamente, el 61,6% de la población española cuenta con un índice de masa corporal superior a 25 (sobrepeso) y un 23,8% es obesa. La OMS afirma que cada año mueren 2,8 millones de personas en el mundo a causa de estos dos problemas de salud. Cabe señalar que cada año esta situación empeora, desde 1975, la incidencia de la obesidad se ha triplicado. Estos datos explican, en buena parte, lo que está ocurriendo con los productos para perder peso.

¿Qué ha pasado en las últimas semanas con la semaglutida?

En primer lugar, cabe decir que la semaglutida es un mimético de la incretina, que son unas hormonas que segrega el intestino cuando se ingieren alimentos. De esta forma, se avisa al páncreas para que prepare la insulina necesaria para mantener controlados los niveles de azúcar en sangre.
Llevando una dieta equilibrada, con la práctica de ejercicio regular, y gracias a los productos que se comercializan para mimetizar la incretina, como la mencionada semaglutida, se actúa sobre el páncreas y se pueden controlar los niveles de azúcar en sangre en adultos con diabetes tipo 2. Este es el tipo de diabetes está directamente relacionada con los malos hábitos alimenticios, el sobrepeso y la obesidad.
El motivo por el que, en la actualidad, ha pasado a comercializarse como un producto para adelgazar, es que los médicos e investigadores se dieron cuenta de que los pacientes con diabetes que lo tomaban perdían peso. Y es que, esta hormona está relacionada con la saciedad al tiempo que ralentiza el tránsito intestinal, por lo que el cerebro recibe la señal de que ha comido suficiente.

Y llegaron los problemas de abastecimiento

Antes del verano pasado, el boom de estos tratamientos estaba en pleno crecimiento y la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios ya empezaba a hablar de desabastecimiento. Los datos parecen indicar que, hasta mediados de 2023, como mínimo, van a continuar estos problemas de demanda superior a la oferta. No obstante, se van a tomar las medidas necesarias para que estos problemas no afecten a los pacientes diabéticos que realmente lo necesitan.

Un remedio para la obesidad

Para cuando se supere esta crisis y se regule la demanda y la producción, todo son buenas noticias. Esta hormona sintética supone una gran revolución, ya que se trata del primer fármaco contra la obesidad. En este sentido, cabe hacer hincapié en que, en la actualidad, ya son más las muertes por obesidad que por accidentes de tráfico. Además, desde 1975, la obesidad infantil se ha multiplicado por diez. Todo apunta a que el desarrollo de estos medicamentos no ha hecho más que empezar, pues hay muchos intereses en juego, sociales y económicos, para controlar este mal, la gran epidemia del siglo XXI.  
La semaglutida está llamada a convertirse en el epicentro de los tratamientos contra la obesidad en el futuro, la panacea para esta crisis sanitaria silenciosa de la que no se habla tanto como se debería. No obstante, el camino queda abierto, pues nunca antes se había contado con un medicamento contra la obesidad, sino que se trataban sus consecuencias, como la diabetes. Ahora sí, los esfuerzos parecen encaminados a atajar el problema desde su raíz.