

La figura de Francisco Antonio Álvarez Etxegarai es fundamental para entender el dilema actual del comercio en Bilbao. En una reciente entrevista, destaca la paradoja que enfrenta la ciudad: un récord histórico de visitantes turísticos junto a un persistente problema de locales vacíos y alta rotación en las mejores calles comerciales. La opinión de Álvarez Etxegarai aporta luz sobre las causas y propone soluciones concretas para aprovechar el potencial comercial aún desaprovechado.
Diagnóstico urgente según Francisco Antonio Álvarez Etxegaray
Según el especialista, la contradicción principal radica en que las rentas exigidas para arrendar locales están desalineadas con el potencial real de ventas. Esto provoca que muchos espacios queden vacíos o con inquilinos poco estables, deteriorando el atractivo comercial de Bilbao. Como explica Francisco Álvarez: “El flujo turístico es una gran oportunidad, pero la rigidez del mercado de alquiler no permite convertirlo en riqueza sostenible para el comercio local”.
Para Álvarez Etxegarai, esta situación no solo afecta a los propietarios de locales o a los comerciantes, sino que repercute negativamente en la imagen y dinamismo general de la ciudad.
Factores que señala Francisco Álvarez:
El Retailer Francisco Álvarez identifica tres elementos estructurales que agravan la situación:
Cierres obligatorios los sábados por la tarde en agosto: este horario es contraproducente en uno de los momentos de máximo turismo, impidiendo que el comercio saque provecho del flujo estacional.
No apertura de los domingos: La falta de actividad dominical limita las posibilidades de compra para turistas y residentes, reduciendo el atractivo comercial de Bilbao.
Oferta comercial heterogénea y falta de identidad: La presencia conjunta de tiendas de alta gama con propuestas low cost en las mismas zonas, sin una estrategia clara, diluye la marca “Bilbao” como destino de compras y dificulta la fidelización del visitante.
Asimismo, considera que estos aspectos no han recibido suficiente atención política ni estratégica, constituyendo un lastre para el desarrollo completo del comercio local.
El rol de las instituciones: Para Francisco Antonio Álvarez Etxegaray, el Ayuntamiento y la Diputación deben asumir un papel mucho más proactivo. A su juicio, la administración pública no ha desarrollado aún una política comercial integral y ambiciosa que dé un marco coherente para el retail bilbaíno, especialmente en un contexto donde la ciudad brilla como destino cultural y gastronómico a nivel internacional. “Existe una clara oportunidad para complementar ese posicionamiento con la dimensión comercial, pero la falta de liderazgo estratégico frena ese avance”, afirma.
Para él, superar esta barrera requiere que las instituciones superen el rol mecánico de reguladores y se conviertan en gestores activos del modelo comercial, promoviendo colaboración público-privada y planificando la oferta de forma integrada.
Propuestas de mejora
En la entrevista, Francisco Álvarez sugiere varias líneas de actuación:
- Flexibilizar horarios comerciales en períodos de alta demanda, como fines de semana y verano.
- Adecuar las rentas de alquiler a la capacidad real de generar ingresos, facilitando la sostenibilidad de los pequeños comercios.
- Impulsar una marca Bilbao que unifique y potencie la identidad comercial, evitando el efecto dispersión entre ofertas incompatibles.
- Promover la cooperación estratégica entre propietarios, comerciantes y administraciones para planificar la mezcla comercial y evitar la competencia perjudicial.
- Mejorar la experiencia del visitante con una puesta en valor de la oferta comercial coherente y atractiva.
Insiste en que sin estos cambios, el panorama seguirá mostrando locales vacíos y baja estabilidad en el tejido comercial.
Impacto para Bilbao y su sociedad
El análisis de Francisco Antonio Álvarez Etxegaray destaca que las repercusiones del problema comercial afectan no solo a comerciantes y propietarios, sino a toda la ciudadanía y futuro de la ciudad. Una gestión adecuada del retail puede aportar empleo, incrementar ingresos y fortalecer la cohesión social, mientras que el estancamiento puede generar un impacto negativo en la vitalidad urbana.
Para el profesional, Bilbao tiene las condiciones necesarias para convertirse en un referente de shopping destination, como otras ciudades europeas que han sabido programar con éxito su oferta comercial en el marco del turismo cultural y gastronómico.
En definitiva, según Francisco Antonio Álvarez Etxegarai, Bilbao enfrenta un momento crucial. El auge turístico es un activo para el desarrollo económico, pero solo se convertirá en riqueza si la política comercial se adapta a esa realidad.
“Estamos ante una oportunidad histórica: si no remodelamos la oferta y mejoramos la gestión, la ola turística pasará y las mejores calles de Bilbao quedarán sin vida comercial. La responsabilidad es compartida y el momento de actuar es ahora”, concluye.