Ya no solamente preocupan en caso de salir de excursión al campo o a la montaña. En los últimos años, tanto las garrapatas como los mosquitos han dejado de ser habitantes marginales de bosques , estanques y pastizales para convertirse en una amenaza latente a lo largo y ancho de todo el territorio español, sobre todo en ciudades y pueblos.
Su presencia en entornos urbanos ha aumentado de manera considerable, por lo que se han convertido en una seria advertencia para la salud pública y el ámbito de la veterinaria. Y no es cuestión baladí, ya que el riesgo de enfermedades transmitidas por vectores tanto en humanos como en mascotas y animales de granja es cada vez mayor.
Son varias las causas que han motivado la proliferación de estos parásitos. Por ejemplo, el cambio climático ha venido modificando los estándares meteorológicos tanto de temperaturas como de humedad, y ese desequilibro ha originado un caldo de cultivo para que tanto garrapatas como mosquitos afloren en mayor medida a la superficie.
La amenaza creciente de estos parásitos en ciudades ha llevado a actuar a las administraciones con la finalidad de combatir las plagas. Así, Bilbao ha emitido recomendaciones para evitar picaduras de mosquitos tigre y garrapatas tales como eliminar el agua estancada en los recipientes que tenemos en el hogar, la utilización de repelentes e insecticidas y la colaboración vecinal.
Hay que estar atento ante la presencia de estos bichos. Ambos son vectores de diferentes enfermedades de tipo viral, bacteriano y parasitario, como por ejemplo el dengue, la malaria, la zika o el virus del Nilo Occidental (mosquitos), o la leishmaniasis, la borrelia burgdorferi, la rickettsia conorii o la fiebre hemorrágica de Crimea-Congo (garrapatas).
Un estudio llamado Proyecto GARES dibuja un mapa que preocupa de veras y nos debe llevar a una seria reflexión para establecer medidas. Entre 1985 y 2024 la presencia de garrapatas duras se ha expandido de manera vertiginosa por toda España. Basado en la compilación de más de 30.000 especímenes en más de un millar de lugares de la geografía nacional, este trabajo ha permitido identificar las diferentes variedades de especies de insectos, la aparición de otras nuevas y la toma de medidas para prevenir futuras crisis sanitarias.
Por zonas, este estudio revela datos a tener en cuenta. El Ixodes ricinus, el principal vector de la enfermedad de Lyme en Europa, está mucho más presente en la parte más húmeda y fría del norte de España. Sin embargo, es la especie de garrapata Rhipicephalus bursa la más predominante en nuestro territorio, que se distribuye de manera más o menos equitativa en casi todas las regiones.
Por lo que respecta a los mosquitos, las conclusiones no son mucho más halagüeñas. Algunas estimaciones indican que estos artrópodos son responsables de más de 700.000 muertes al año en todo el mundo. En España causa preocupación la presencia invasora del mosquito tigre, detectada por primera vez en 2004. Sobre todo en la costa mediterránea y algunos puntos de Andalucía, Extremadura y Madrid, según un estudio de la European Centre for Disease Prevention and Control.
Aunque existen aplicaciones para la esperanza como Mosquito Alert. Se trata de un proyecto de ciencia ciudadana que posibilita que los usuarios permanezcan informados de la presencia de este tipo de insecto en determinadas zonas. Permitiéndoles crear un mapa interactivo en tiempo real, así como controlar la invasión de este insecto. Gracias a este método se ha detectado una abundante presencia del mosquito tigre en puntos de la Comunidad Valenciana y Cataluña. Y el ciudadano puede captar una fotografía de un posible mosquito invasor y enviarlo a través de la app para que un equipo de expertos lo pueda validar. Mosquito Alert ha posibilitado desenmascarar otras especies de mosquitos susceptibles de transmitir enfermedades en España, como el Aedes japonicus o el Culex pipiens, con una elevada capacidad de transmisión del virus del Nilo Occidental.
Aparte de los ayuntamientos, el Gobierno se ha apresurado a actuar para prevenir males mayores. Sin ir más lejos, el Ministerio de Sanidad ha implementado el Plan Nacional de Prevención, Vigilancia y Control de las Enfermedades Transmitidas por Vectores, cuya finalidad es dotar de estrategias concretas para prevenir la proliferación de garrapatas y mosquitos en las ciudades.
Al mismo tiempo enumera una serie de recomendaciones tanto para personas como para animales de nuestro entorno. Con el objetivo de prevenir las picaduras en humanos, se sugiere el uso de repelentes en diferentes zonas de la piel, llevar una vestimenta adecuada (camisas y pantalones largos para cubrir la piel y calzado cerrado), o el retiro de recipientes con agua estancada donde los mosquitos puedan reproducirse.
En el caso de las mascotas, en especial perros y gatos (susceptibles a los picotazos de estos vectores), podemos protegerlas mediante el uso de antiparasitarios recomendados por publicaciones especializadas, como Diario Veterinario, la revisión periódica de la piel de los animales por si llevan garrapatas adheridas, evitar llevar a las mascotas a zonas de paseo u ocio con vegetación abundante o agua estancada de estanques o similar, y la visita al profesional veterinario para una evaluación adecuada.
Si la prevención no ha cursado su efecto y tanto personas como animales han sufrido alguna picadura de mosquito, se recomienda lavar la zona de la piel afectada con jabón y aplicar hielo en la misma. El agua con amoníaco calma el picor, mientras que el hielo reduce el dolor y la inflamación. Hay que procurar rascarse para evitar infecciones. En el caso de las garrapatas, se debe extraer con pinzas finas el aguijón inserto. La extracciones se han de realizar con cuidado dede la zona de la cabeza más próxima a la piel. Luego se debe lavar la zona afectada con jabón y aplicar antiséptico.
