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Montoro de Mezquita recupera San Antón después de 50 años Montoro de Mezquita recupera San Antón después de 50 años
Los vecinos de Montoro de Mezquita, reunidos en torno a la hoguera para celebrar San Antón. Mari Carmen Olague

Montoro de Mezquita recupera San Antón después de 50 años

Los vecinos y visitantes cenaron juntos en la plaza al calor de la hoguera
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Montoro de Mezquita, pequeña pedanía de Villarluengo, en la comarca del Maestrazgo, volvió a honrar a San Antonio, patrón de los animales, después de 50 años sin celebrarse. 

Los vecinos del pueblo y algunos visitantes, apenas 20 personas, se dieron cita en la plaza para encender la hoguera y, mientras, fueron preparando la carne para asar en las brasas de la hoguera: careta de cerdo y embutidos, pero también patatas y alcachofas. Además también prepararon caldo y Ajoarriero de Montoro, hecho a base de ajo, aceite y bacalao, para acompañar al pan, la carne o las patatas. 

“Este ajoarriero es una receta propia del pueblo que hemos recuperado”, cuenta Mari Carmen Olague, vecina del pueblo, que además también preparó los roscos de San Antón, unos roscos individuales hechos con aceite, agua, huevos, un poco de azúcar y harina, y que se repartieron a todos los asistentes a la celebración.

Aunque no tuvieron al cura para bendecir los animales, desde la iglesia sacaron al Santo, una talla del siglo XVII, para que presidiera la hoguera y, al calor de las brasas, ya que la noche fue fría, cenaron todos juntos. 

“La idea es volver a hacerla todos los años”, comentó Mari Carmen Olague. “Este año la hemos organizado de forma un poco precipitada y, aunque hemos avisado a todos los socios de la Asociación para el Desarrollo de Montoro, por el poco margen para organizarse y por las previsiones meteorológicas, que anunciaban nieve, muchos se han quedado sin venir”.

Esta fiesta, que ya se celebraba mucho antes de la Guerra Civil, se perdió en la postguerra. Aunque volvió a recuperarse en 1961, a finales de esa década comenzó su declive debido a la masiva emigración de sus habitantes. 

La idea de los vecinos es recuperarla en la medida de lo posible, nombrando Rey y Mayorales, que eran tres parejas que organizaban la fiesta, e intentar volver a bailar el Reinao de Montoro. Este año pusieron la música e hicieron un pequeño ensayo, “pero la idea es hacerlo mejor al año que viene” concluyó Olague. 

La tradición

Según se recuerda, antiguamente en Montoro, días antes del 17 de enero, todo el pueblo se reunía para juntar la leña con la que luego se haría la hoguera en la plaza, momentos en los que también se pedía la voluntad a los vecinos, tanto por el pueblo como por las masías (trigo, huevos, patas de cerdo o pollos) con lo que luego se realizaría la subasta del día de la fiesta. 

La celebración comenzaba el día 16 por la tarde con el encendido de la hoguera, con la presencia del cura y dos joteros buscados para la ocasión. Esa misma noche y junto a la iglesia se cantaban una serie de albadas. Tras las albadas, se procedía al baile del Reinau que realizaban tres parejas: el Rey y dos mayorales con sus esposas. 

Ya el día 17 se oficiaba una misa a las diez y media de la mañana, en la que se repartían los rollos o pan bendito, para después sacar la imagen de San Antón a la plaza con el fin de que las caballerías pasasen junto a él. 

Tras la bendición del cura, se hacía la procesión y, al finalizar, se acudía a casa del Rey, quien ofrecía pastas a los asistentes. Ya por la tarde se procedía a realizar la subasta y de nuevo se bailaba el Reinau, donde aparte de las tres parejas protagonistas de los festejos, aparecían ya los personajes entrantes de la siguiente celebración. Antes de la guerra, recuerdan que la fiesta no terminaba aquí, sino que duraba un día más, pues se celebraban también San Sebastián y San Fabián.