Síguenos
Qué es un préstamo y cuáles son sus tipos Qué es un préstamo y cuáles son sus tipos

Qué es un préstamo y cuáles son sus tipos

banner click 241 banner 241
La sociedad del bienestar se fundamenta en el reconocimiento por parte del estado de que se cubran los derechos sociales de los ciudadanos que forman parte del país. Para cubrir estos derechos se recurre al trabajo personal para obtener dinero con el que pagar bienes y servicios. En ocasiones, el dinero no es suficiente para alcanzar un objetivo determinado, como la compra de una casa, de un vehículo o el pago de facturas en un mes complicado. Para estos casos, la solución viene de la mano de un crédito o de un préstamo de una entidad financiera.

En la necesidad de pedir dinero para cubrir gastos extraordinarios se le presentan dos posibilidades básicas al ciudadano medio. Las personas de forma habitual podrán pedir dinero a una entidad financiera a través de un crédito o de un préstamo, una elección que va a depender del destino final del dinero.

La inmensa mayoría de la población suele confundir préstamo y crédito, creyendo que son palabras sinónimas. La realidad es que, aun siendo muy parecidos, no son lo mismo. Por un lado, el préstamo permite adquirir toda la cantidad de dinero que se haya solicitado en un solo desembolso, una vez se ha concedido. Por otro lado, se entiende por crédito cuando el banco pone a disposición de la persona que lo solicita cierta cantidad de dinero que podrá utilizar, como le plazca, según sus necesidades, con total libertad para usar el monto total, la parte que estime o nada en absoluto durante el tiempo que no le haga falta.

La concesión de un préstamo es una actividad habitual en la relación entre las personas y los bancos.

Tipos de préstamos

Al menos 6 préstamos bien diferenciados conviven en el mercado financiero para dar cobertura a ciertos tipos de necesidades o a una situación financiera específica.

1.      El préstamo personal

Gracias a este tipo de préstamo es posible financiar la compra de ciertos tipos de bienes, más o menos duraderos, como puede ser un vehículo, una reforma en el hogar, un viaje… Gracias a la tecnología, en la actualidad, es posible recurrir a este tipo de ayudas de forma independiente a los habituales bancos. La concesión de pequeños préstamos de forma rápida, segura y directa es una realidad gracias a la gran cantidad de agencias crediticias que han aparecido en el mercado desde que el uso de internet se democratizó.

El enorme número de Fintech que ofrecen este servicio online y sus muchas ofertas puede llegar a abrumar a los interesados, que no sabrán dónde elegir el préstamo que desean. Afortunadamente, existen plataformas webs, como Loando.es, una empresa que ofrece un comparador de préstamos online eficaz, capaz de facilitar la información que los usuarios están buscando al momento. Gracias a su potente motor de búsqueda, podrán comprobar y comparar de manera sencilla no solo las ofertas de préstamos rápidos, sino también las de tarjetas de crédito o líneas de crédito.

Para aquel que lo desconozca, una variante del préstamo personal podría ser la mencionada Línea de crédito, ya que esta funciona como un préstamo rotativo, es decir, el cliente recibe un límite de crédito, no lleva a cabo pagos ni tampoco ningún tipo de interés si no la usa. De forma general, puede pedir prestada cualquier parte de esta fórmula disponible, y repetir la petición cada vez que devuelva el dinero prestado y los intereses acumulados.

2.      Préstamos al consumo

Se llaman de esta forma aquellos préstamos que están enfocados a satisfacer necesidades de carácter personal. Se piden por parte de un consumidor con la clara intención de adquirir un bien o servicio que no está relacionado con un uso profesional, por ejemplo, para la compra de un electrodoméstico, el pago de unas vacaciones, comprar muebles nuevos. Como norma general, los propios comercios donde se adquiere esta necesidad ofrecen el préstamo de financiación, realizando la compra al mismo tiempo que se aprueba el préstamo.

3.      Los préstamos para las empresas

Fundamental para las organizaciones que requieran hacer una inversión para mejorar la productividad, renovar maquinaria, pagar proveedores o empleados en casos excepcionales, como las crisis padecidas recientemente. En cualquier caso, para que se acepte un préstamo de este tipo, se deberá aportar toda la documentación que justifique la necesidad y la viabilidad de la operación, asegurando su amortización.

4.      Los préstamos para los autónomos

Posiblemente sea el sector que más complicado tenga el acceso al dinero del banco. La banca tradicional eleva el nivel para aceptar la concesión de un préstamo hasta hacerlos prácticamente imposibles. Además de toda la documentación habitual, los autónomos deberán presentar plan de negocio, facturas proforma o presupuesto de la inversión a realizar. También la declaración de Hacienda de los últimos tres años, con resúmenes anuales de IVA e IRPF o Sociedades, declaración trimestral a Hacienda del año en curso y situación de la contabilidad en el momento de la solicitud, detalles de las operaciones de financiación que tenga el solicitante con otras entidades financieras, último pago a la Seguridad Social… y un largo etcétera de documentos y permisos.

5.      Los préstamos a los estudiantes

Copiando el estilo norteamericano, estos préstamos son cada día más comunes, ya sea para realizar un máster, un curso de especialización, un doctorado o una temporada en alguna escuela en el extranjero. Según la finalidad, será el dinero destinado, los más habituales son para becas, para matrículas, para postgrado y para estudiar fuera del país.

6.      Los préstamos hipotecarios

En este último caso el dinero estará destinado a la compra de un inmueble o a su restauración, en algunos casos. Como se trata de cantidades elevadas de dinero, el banco exige unas condiciones que blindan el pago del inmueble, accediendo a la propiedad y a la posterior venta del inmueble para cumplir con la deuda adquirida. Hay que considerar que los plazos para pagar estas hipotecas suelen ser muy largos, aunque su interés sí será más reducido.