Uno de los mayores problemas a los que tiene que hacer frente una empresa es a la búsqueda de financiación para poder seguir desarrollando su actividad.
De entre las distintas vías de financiación con los que cuenta una compañía encontramos opciones como el crowdfunding, las subvenciones estatales y de fondos europeos –sujetas a disponibilidad y a que la empresa cumpla con los requisitos exigidos–, microcréditos, autofinanciación, financiación pública mediante créditos ICO y similares, etc.
Otra posibilidad factible a la hora de conseguir financiación es a través de los préstamos hipotecarios para empresas, también conocidos como préstamos con garantía hipotecaria para empresas.
El inmueble que se utiliza como aval no tiene por qué ser necesariamente propiedad de la empresa prestataria, aunque lo usual es emplear un activo inmobiliario de la propia compañía para realizar la solicitud del préstamo. El inmueble puede ser propiedad de otra organización, de un familiar de uno de los miembros que no tenga nada que ver con la empresa, etc.
Asimismo, el inmueble no tiene por qué ser una vivienda. Pueden ser oficinas, un local comercial, un garaje, etc. Lo importante es que cubra la cantidad solicitada al banco y los intereses exigidos.
En definitiva, este tipo de acuerdos suponen que una entidad financiera concede a una empresa una cantidad de dinero determinada que debe ser devuelta, junto con los intereses establecidos, dentro de los plazos acordados. El inmueble actúa como garantía en el caso de que se produzca el impago del préstamo.
También hay que destacar que un préstamo con garantía hipotecaria no es una hipoteca, ya que esta última es un crédito que se realiza con el objetivo de comprar una vivienda; sin embargo, el préstamo hipotecario para empresas no tiene por qué estar destinado a este fin.
Por último, en términos financieros, cabe mencionar una máxima que recuerda que una deuda –como es el caso de un préstamo hipotecario para empresas– que genera riqueza es una buena inversión.
De entre las distintas vías de financiación con los que cuenta una compañía encontramos opciones como el crowdfunding, las subvenciones estatales y de fondos europeos –sujetas a disponibilidad y a que la empresa cumpla con los requisitos exigidos–, microcréditos, autofinanciación, financiación pública mediante créditos ICO y similares, etc.
Otra posibilidad factible a la hora de conseguir financiación es a través de los préstamos hipotecarios para empresas, también conocidos como préstamos con garantía hipotecaria para empresas.
Qué es un préstamo hipotecario para empresas
Este tipo de préstamos son aquellos en los que el solicitante es una empresa y en los que la compañía utiliza un bien inmueble como garantía de devolución de la cantidad prestada.El inmueble que se utiliza como aval no tiene por qué ser necesariamente propiedad de la empresa prestataria, aunque lo usual es emplear un activo inmobiliario de la propia compañía para realizar la solicitud del préstamo. El inmueble puede ser propiedad de otra organización, de un familiar de uno de los miembros que no tenga nada que ver con la empresa, etc.
Asimismo, el inmueble no tiene por qué ser una vivienda. Pueden ser oficinas, un local comercial, un garaje, etc. Lo importante es que cubra la cantidad solicitada al banco y los intereses exigidos.
En definitiva, este tipo de acuerdos suponen que una entidad financiera concede a una empresa una cantidad de dinero determinada que debe ser devuelta, junto con los intereses establecidos, dentro de los plazos acordados. El inmueble actúa como garantía en el caso de que se produzca el impago del préstamo.
También hay que destacar que un préstamo con garantía hipotecaria no es una hipoteca, ya que esta última es un crédito que se realiza con el objetivo de comprar una vivienda; sin embargo, el préstamo hipotecario para empresas no tiene por qué estar destinado a este fin.
Beneficios de solicitar un préstamo hipotecario para empresas
Ahora que ya conoces lo que son este tipo de préstamos, vamos a ver cuáles son los beneficios que pueden ofrecer a tu empresa:- Gestión y concesión rápida: los préstamos hipotecarios para empresas suelen tener un periodo de gestión mucho más rápido y un índice de aprobación superior.
- Transparencia ante notario: el acuerdo se firma frente a un notario escogido por la empresa que solicita el préstamo, por lo que la transparencia en el proceso es total.
- Historial crediticio: devolver las cuotas en sus plazos y hacer frente al préstamo mejora el historial crediticio de tu empresa, por lo que en el futuro tendrá más facilidad para recibir otros préstamos que pueden ser necesarios para realizar nuevas inversiones.
- Posibilidad de escoger la recurrencia de las cuotas: también puedes decidir cada cuánto tiempo deberá tu empresa hacer frente a las cuotas. Así pues, podrán ser cuotas mensuales, trimestrales o semestrales.
Por último, en términos financieros, cabe mencionar una máxima que recuerda que una deuda –como es el caso de un préstamo hipotecario para empresas– que genera riqueza es una buena inversión.
