

Un jardín único en Aragón para cuidar de personas: así es el espacio terapéutico de la Residencia de Mayores Rey Ardid Teruel
Envejecer no significa, ni mucho menos, renunciar a la actividad, a la conexión con la naturaleza ni al bienestar emocional. En la actualidad, se valora especialmente que los hogares de los mayores cuenten con espacios al aire libre, como zonas ajardinadas y áreas de paseo donde poder disfrutar de la naturaleza. Estos entornos abiertos deben estar diseñados teniendo en cuenta las necesidades de accesibilidad y orientación de las personas mayores, con el objetivo de favorecer su autonomía y bienestar.
Un buen ejemplo de estos beneficios espacios es, sin duda, la Residencia de Mayores Rey Ardid Teruel donde Teruel donde sus usuarios disfrutan del Jardín Terapéutico Palmlöf, una zona terapéutica única en Aragón, diseñada para mejorar su salud física, cognitiva y emocional a través de la interacción con el entorno natural y con el resto de usuarios, con los que interactúan.
Disponer de un espacio de estas características favorece la actividad física en las personas mayores y mejora su percepción del entorno y del paso del tiempo, ya que pueden experimentar, de forma directa, los cambios de estación y las condiciones climáticas. Así, durante los meses de verano, pueden por ejemplo disfrutar de una agradable estancia temporal, mínimo de una semana, con un clima más suave y rodeados de vegetación. Por este motivo, varias residencias de la Fundación Rey Ardid ya incorporan jardines terapéuticos, como es el caso de la residencia en Teruel.
Tal y como señala la directora de la Residencia de Mayores Rey Ardid Teruel, Marina Marco, “desde la residencia sabemos que es muy importante estimular las capacidades cognitivas de los mayores, pero sabemos también lo importante que es ofrecer un respiro real a sus familiares-cuidadores”. En este sentido, continúa, “sabemos lo que implica cuidar a una persona dependiente las 24 horas del día, los 365 días del año. Es fundamental valorar el cuidado de quienes cuidan; por eso, es importante destacar el papel de las estancias temporales, que resultan esenciales para las personas que las necesitan y también para que sus familiares puedan sentirse tranquilos al dejarlas en manos de profesionales, en un entorno preparado específicamente para su bienestar”, explica Marco.
La directora de la Residencia de Mayores Rey Ardid Teruel destaca que “el centro cumple con todos los requisitos para ofrecer una atención individualizada a cada persona, pero, además, tiene el valor añadido de que contamos con un jardín que está orientado al bienestar de nuestros mayores y, además, también es un recurso valioso para sus cuidadores. Un lugar donde pueden dejarlos con total tranquilidad, sabiendo que estarán bien atendidos, rodeados de profesionales comprometidos. A veces, unos días de descanso o unas vacaciones son necesarias para desconectar, y aquí queremos darles esa tranquilidad, sin que tengan que preocuparse por nada”, afirma Marco.
"El jardín es una de las grandes potencialidades de la residencia. Es un espacio donde las personas se reúnen, conversan y comparten experiencias del día a día, recuperando ese espíritu comunitario que se vivía en los pueblos cuando, en verano, se salía a tomar la fresca. Salen juntos, interactúan y charlan también con otras familias, creando un ambiente cercano y familiar", subraya Marina Marco.
JARDÍN TERAPÉUTICO PALMLÖF, UN ESPACIO QUE CUIDA DESDE LO NATURAL
El Jardín Terapéutico Palmlöf, ubicado en la residencia de Teruel, está estructurado en cuatro zonas pensadas para distintas actividades. En Trädet, las personas mayores cultivan su propio huerto con herramientas adaptadas. En sinnenas gård, los colores, aromas y texturas de las plantas estimulan los sentidos y dan pie a talleres como la creación de jabones con lavanda.
En Minnenas lund, los recuerdos cobran vida. Objetos cotidianos del pasado ayudan a evocar historias personales y momentos vividos. Y en Loop, el cuerpo se mueve: paseos, ejercicios al aire libre, relajación o juegos grupales que fortalecen músculos y emociones.
Todo ello contribuye a que los residentes no solo mantengan sus capacidades físicas y mentales, sino que disfruten de un entorno lleno de sentido, belleza y vida.
NATURALEZA QUE HACE BIEN
Estudios y experiencia confirman lo que aquí se vive cada día: el contacto con la naturaleza reduce la ansiedad, mejora el ánimo y refuerza la autoestima. En la Fundación Rey Ardid lo saben bien y, por eso, apuestan por estos entornos como parte esencial de su modelo de atención centrado en la persona.
Los jardines terapéuticos, como el de la residencia de Teruel, son también un punto de encuentro con las familias y con la comunidad, donde celebrar actividades, festividades o simplemente compartir una tarde al sol. Un lugar donde mirar al cielo y recordar que la vida sigue floreciendo, incluso con los años. Aquellas familias interesadas pueden contactar directamente por teléfono con la residencia y solicitar una cita previa para conocer todos los servicios.
Porque cuidar también es sembrar. Y en este jardín, cada planta, cada paseo y cada conversación son una forma de crecer con dignidad, salud y alegría.
Un buen ejemplo de estos beneficios espacios es, sin duda, la Residencia de Mayores Rey Ardid Teruel donde Teruel donde sus usuarios disfrutan del Jardín Terapéutico Palmlöf, una zona terapéutica única en Aragón, diseñada para mejorar su salud física, cognitiva y emocional a través de la interacción con el entorno natural y con el resto de usuarios, con los que interactúan.

Disponer de un espacio de estas características favorece la actividad física en las personas mayores y mejora su percepción del entorno y del paso del tiempo, ya que pueden experimentar, de forma directa, los cambios de estación y las condiciones climáticas. Así, durante los meses de verano, pueden por ejemplo disfrutar de una agradable estancia temporal, mínimo de una semana, con un clima más suave y rodeados de vegetación. Por este motivo, varias residencias de la Fundación Rey Ardid ya incorporan jardines terapéuticos, como es el caso de la residencia en Teruel.
Tal y como señala la directora de la Residencia de Mayores Rey Ardid Teruel, Marina Marco, “desde la residencia sabemos que es muy importante estimular las capacidades cognitivas de los mayores, pero sabemos también lo importante que es ofrecer un respiro real a sus familiares-cuidadores”. En este sentido, continúa, “sabemos lo que implica cuidar a una persona dependiente las 24 horas del día, los 365 días del año. Es fundamental valorar el cuidado de quienes cuidan; por eso, es importante destacar el papel de las estancias temporales, que resultan esenciales para las personas que las necesitan y también para que sus familiares puedan sentirse tranquilos al dejarlas en manos de profesionales, en un entorno preparado específicamente para su bienestar”, explica Marco.
La directora de la Residencia de Mayores Rey Ardid Teruel destaca que “el centro cumple con todos los requisitos para ofrecer una atención individualizada a cada persona, pero, además, tiene el valor añadido de que contamos con un jardín que está orientado al bienestar de nuestros mayores y, además, también es un recurso valioso para sus cuidadores. Un lugar donde pueden dejarlos con total tranquilidad, sabiendo que estarán bien atendidos, rodeados de profesionales comprometidos. A veces, unos días de descanso o unas vacaciones son necesarias para desconectar, y aquí queremos darles esa tranquilidad, sin que tengan que preocuparse por nada”, afirma Marco.

"El jardín es una de las grandes potencialidades de la residencia. Es un espacio donde las personas se reúnen, conversan y comparten experiencias del día a día, recuperando ese espíritu comunitario que se vivía en los pueblos cuando, en verano, se salía a tomar la fresca. Salen juntos, interactúan y charlan también con otras familias, creando un ambiente cercano y familiar", subraya Marina Marco.
JARDÍN TERAPÉUTICO PALMLÖF, UN ESPACIO QUE CUIDA DESDE LO NATURAL
El Jardín Terapéutico Palmlöf, ubicado en la residencia de Teruel, está estructurado en cuatro zonas pensadas para distintas actividades. En Trädet, las personas mayores cultivan su propio huerto con herramientas adaptadas. En sinnenas gård, los colores, aromas y texturas de las plantas estimulan los sentidos y dan pie a talleres como la creación de jabones con lavanda.
En Minnenas lund, los recuerdos cobran vida. Objetos cotidianos del pasado ayudan a evocar historias personales y momentos vividos. Y en Loop, el cuerpo se mueve: paseos, ejercicios al aire libre, relajación o juegos grupales que fortalecen músculos y emociones.
Todo ello contribuye a que los residentes no solo mantengan sus capacidades físicas y mentales, sino que disfruten de un entorno lleno de sentido, belleza y vida.

NATURALEZA QUE HACE BIEN
Estudios y experiencia confirman lo que aquí se vive cada día: el contacto con la naturaleza reduce la ansiedad, mejora el ánimo y refuerza la autoestima. En la Fundación Rey Ardid lo saben bien y, por eso, apuestan por estos entornos como parte esencial de su modelo de atención centrado en la persona.
Los jardines terapéuticos, como el de la residencia de Teruel, son también un punto de encuentro con las familias y con la comunidad, donde celebrar actividades, festividades o simplemente compartir una tarde al sol. Un lugar donde mirar al cielo y recordar que la vida sigue floreciendo, incluso con los años. Aquellas familias interesadas pueden contactar directamente por teléfono con la residencia y solicitar una cita previa para conocer todos los servicios.
Porque cuidar también es sembrar. Y en este jardín, cada planta, cada paseo y cada conversación son una forma de crecer con dignidad, salud y alegría.