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Amainará Amainará
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Juan Corellano

La Navidad ha venido, nadie sabe cómo ha sido. Tampoco cómo será, pues el lío que tenemos montado sobre cómo afrontar estas inminentes fiestas es monumental, mundial incluso. Ante esta tesitura, hay quienes proceden a reunirse con sus familiares tomando las debidas precauciones y quienes ceden en pro de evitar males mayores. 

Ahora mismo todo depende de la comunidad autónoma en la que uno se encuentre, después de que el Gobierno central les cediera gustosamente la patata caliente de decidir qué hacemos con estas Navidades. Como en otros anteriores, cuesta discernir si se trata de un movimiento en favor de la autonomía de las regiones de nuestro país o un sibilino y discreto grito de sálvese quien pueda. 

Mientras tanto ahí seguimos todos, pegados al telediario y al móvil, intentando averiguar entre tanto y tan repentino cambio de planes si podemos o no podemos, si nos dejan o no nos dejan, si debemos o no debemos. Hasta la ardilla está tensa, mientras cruza España de árbol en árbol, cuando pasa por una comunidad confinada, que ya no se atreve ni a parar a tomar un café a mitad de camino. 

Sea como fuere, las Pascuas se nos han echado encima y parecen venir acompañadas de una nueva ola del virus. Algunos dicen que es la tercera, otros que solo una continuación de la segunda. Lo único seguro es que la marea anda revuelta y nosotros sumergidos hasta el cuello en un profundo mar de dudas. 

La Navidad ya está aquí y el Grinch hace cola en una oficina del INEM. El coronavirus le ha dejado sin trabajo este invierno, después de adelantarle por la derecha demostrándole que anda un poco verde en esto de arruinarnos las fiestas. Porque van a ser peores, en eso estaremos de acuerdo. Es más, incluso echaremos de menos al idiota de turno que, mientras preparas tus doce uvas, te suelta un “venga, que te va a dar el año que viene”. 

Ya amainará. No queda otra que esperar con el mejor ánimo posible a que escampe, me digo. Personalmente, al ver cómo ya se ha vacunado el actor británico Ian McKellen, para muchos la personificación de nuestro querido Gandalf, confío en que algún día saldrá el sol. No sé si el quinto, tampoco miraré al este, pero algún día...