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Francisco Herrero

Lunes, 2 de diciembre. Provincianismo 

La Conferencia de las Partes (COP) se reúne por vigesimoquinta vez en Chile. Calla. Es en Madrid, que en el cono sur hay demasiadas revueltas y aquí no arden contenedores por los bulevares. El congreso sobre el clima ha abierto todas las ventanas informativas de este país. Es evidente que hay una preocupación palpable sobre los temas medioambientales.

He leído que la coordinación es perfecta. Que se van a encontrar en la feria personas muy relevantes. Que no acudirán grandes personalidades porque es, sobre todo, un comité técnico. Que la incidencia del turismo ecologista supone grandes ingresos a las empresas hosteleras y de la restauración, más de 200 euros por persona y día.

Tengo la sensación de que va a ser la noticia de la semana. Si fuera en Santiago, encabezaría a lo sumo una página de sociedad. Si ocurre en Madrid, es el acontecimiento universal del mes. Lo del provincianismo, si sucede en Madrid, no es tal.

Martes, 3 de diciembre. La mesa

Se acerca Nochebuena y hay pocas dudas sobre quiénes van a formar parte de nuestra mesa navideña. La mesa del Congreso de los Diputados, como está constituido por familias diversas, es un asunto diferente. Ahí se vota y hay gente que se quedará pasando frío en medio de la carrera de San Jerónimo.

La presidencia es para la socialista Meritxell Batet, que se ha batido en segunda ronda con la popular Ana Pastor. La primera ha obtenido 167 votos y la segunda 140. Hay miembros que han votado a una tal “llibertat” y a una tal “askatasuna”. Y hay 11 representantes, de Ciudadanos y Teruel Existe, a los que les da igual todo y votan en blanco.

La polémica ha surgido con la pedrea, con quienes acompañarán a Batet en el estrado. Primero, Vox ha sacado con sus 52 votos un cuarto premio y entra en la mesa con una vicepresidencia. No hubo acuerdo ni entre PSOE y PP, ni entre PP y Ciudadanos, ni entre nadie. Luego, visto lo visto, PSOE y Podemos han presentado un tercer candidato para las secretarías de la mesa y han repartido los votos. Y parte de los votos del PP han ido a parar al candidato de Ciudadanos. El resultado es que Podemos se ha hecho con dos sillas mientras Vox y Ciudadanos se han quedado fuera. Un resultado sorprendente, por inesperado. Así es la política. Se tejen alianzas pensando en el mal menor. La votación de las secretarías ha tenido solo un voto en blanco, que viendo el escrutinio de la presidencia, imagino a quién pertenece.

Miércoles, 4 de diciembre. La fiesta

Debo de ser el único que no estoy invitado a la COP25. Por la feria de Madrid está pasando hasta el apuntador. Las noticias no informan mucho de las conversaciones de alto nivel que están llevándose a cabo, pero sí de todo lo que ocurre en la zona verde. Eso de la zona verde es adonde va la muchedumbre. Es cierto que podría intentar colarme y tener mi segundo de gloria en las redes sociales posando delante de algún artefacto sostenible, pero la combinación que me ofrecen los autobuses de IRB no es óptima para ir y volver en el día.

Por los pabellones están o estarán el Banco Santander, el BBVA, Telefónica, Endesa o Iberdrola junto a Ecologistas en Acción, Greenpeace, Fridays For Future o Apadrina Un Olivo. Está de moda la sostenibilidad. Y, aunque me parece que hay diferencias de enfoque entre unos grupos y otros, todos están de acuerdo en lo de la emergencia climática. Esto es un éxito de convocatoria que habrá que achacar a alguna agencia sofisticada de organización de eventos.

Solo falta por llegar Greta Thunberg, que está escuchando fados en el Bairro Alto.

Jueves, 5 de diciembre. La rubéola

He estado buscando información en Le Monde sobre la huelga francesa por las pensiones porque pensaba que ese era el tema del día. Y no. Lo importante es que en Samoa, en medio del océano Pacífico, hay una epidemia de rubeola desde hace semanas y las autoridades han decidido paralizar el país para vacunar de forma masiva. Por ahora han muerto 62 personas, de una población de 200.000 habitantes.

El sistema que ha ideado el gobierno local para saber quién está inmune y quién no es simple. Las personas que todavía están expuestas tienen que poner un trapo de color rojo en la puerta de casa. Los equipos médicos que van calle a calle tienen así mucho más fácil identificar dónde tienen trabajo.

El concepto es exportable de cara a las campañas electorales. Ya veo puertas con una pañoleta roja, azul, verde, violeta, naranja, amarilla o multicolor, dependiendo de las preferencias políticas, para que las comitivas electorales se centren en los objetivos concretos. Para. Que eso es lo que hacen por Facebook. Está todo inventado.

Viernes, 6 de diciembre. Greta Thunberg

El expreso de medianoche es el medio de transporte escogido por Greta Thunberg para desplazarse de Lisboa a Madrid. La llegada a Chamartín ha causado tanta expectación periodística que la joven ha contado con custodia policial. De ahí se ha dirigido a la feria. Se ha paseado por la zona verde para hacerse fotografías con decenas de fanes. Y en menos de un suspiro se ha ido a la zona azul, donde se corta el bacalao.

A continuación, rueda de prensa y presencia en la manifestación multitudinaria que, según la organización, habría congregado a muchas más personas que la concentración parisina del viernes en contra de la reforma de las pensiones de Macron. La Policía Nacional cuantifica la asistencia en 15.000 personas.

Gracias a unas reivindicaciones justas, Greta Thunberg se ha convertido en el ejemplo más visible de mochilera que mendiga. ¿Quiero cruzar el Atlántico en barco? Me pongo a pedir por las redes sociales y aparecen unos australianos que me suministran el catamarán. No sé qué habrá hecho para pagar el billete del tren, pero me la imagino organizando un micromecenazgo. Y para la vuelta a Suecia supongo que hará algo similar.

Sábado, 7 de diciembre.  La ficción

Leo en El País que el cambio climático entra con fuerza en la literatura. Hasta en las novelas de espías de John le Carré. Ha nacido el género cli-fi, a semejanza de la ciencia ficción pero narrando todo tipo de desastres naturales. Aviso que barajo la idea de una nueva temática, la des-fi, que sería algo así como la ficción de la despoblación. Y quiero convertirme en el autor líder del mercado.

Domingo, 8 de diciembre. El ascensor 

Ayer me entró por Twitter una publicidad de Thyssenkrupp con el texto Claves para hacerse el mejor selfi del mundo en el ascensor sin que te pillen los vecinos. Mi mente, como es obvio, pensó muy mal. Pero tengo un problema. Aguatón no cuenta con ningún ascensor. Lo de hacerme hoy unos selfis entre las cuatro paredes del cajón antes de ir a mi clase de body-pump o con un desconocido al lado, como explica el enlace que acompaña al anuncio, no es posible.

La casa de ascensores asegura que hay más de 300.000 imágenes con la etiqueta #elevatorselfie en Instagram. Al parecer, las luces perfectas y los espejos de suelo a techo hacen irresistible echarse una instantánea. No sé en qué elevadores monta el personal, pero los que yo frecuento no me motivan nada para autocomplacerme.

La imagen e la semana. La ruina

El martes por la noche estaba yo tan tranquilo en el corral cuando se oyó un estruendo. Fue evidente que se había hundido un edificio. No nos damos cuenta de lo mal que está el asunto hasta que no hay vuelta atrás. Lo mismo con el cambio climático que con nuestros pueblos.