

Antonio Ferrera, matador de toros: “Tengo la ilusión de volver a una plaza, una ciudad, donde he tenido tardes especiales”
“Murteira Grave ha sido una ganadería que importante desde mis comienzos”Un heterodoxo, según la Real Academia de la Lengua Española, en su tercera acepción es alguien disconforme con hábitos o prácticas generalmente admitidos. A Antonio Ferrera ese traje le queda mejor que un vestido de luces. Canónico y a la vez rupturista, puro y a la vez hereje. El más cismático de los ortodoxos. Ferrera es capaz de desatar todo tipo de sentimientos en una plaza. Es una de las cualidades de quien nunca pasa desapercibido. Puedes amar sus formas. Quizá haya quien llegue a odiar sus modos. Pero él siempre porta una verdad por bandera: la de Antonio Ferrera.
-¿Cómo afronta su compromiso en Teruel?
-Pues con mucha ilusión de volver a una plaza donde he tenido tardes muy especiales, también muy bonitas, con triunfos muy bonitos, con recuerdos de la afición también preciosos y ojalá Dios quiera que sea una tarde bonita para todos.
-Dos orejas en el 1999, otras dos en 2002, una en el 2003 y tres en el 2007. Se le ha dado bien Teruel.
-Pues sí, por eso los recuerdos y las sensaciones que tengo siempre han sido de vivir tardes con mucha emoción. El público lo ha vivido todo con cariño también, y es una felicidad, un honor y una ilusión muy grande el volver a una feria, a una ciudad y una plaza a la que tanto cariño se le tiene.
-¿Llega usted en el mejor momento de Ferrera como matador de toros?
-Bueno, no sé si el mejor, porque al final es un ámbito artístico y también hay que intentar siempre madurar y seguir creciendo, seguir superándose y seguir también cultivándose. La verdad es que un momento muy bonito y ojalá que los toros nos permitan expresarnos y poder dar una tarde toros bonita a todo el mundo.
-Delante tendrá los toros de Murteira Grave...
-Pues es una ganadería también muy emblemática en mi carrera, ¿no? Desde niño fui mucho a la ganadería, con don Joaquín, que fue un gran ganadero, lo mismo que lo que es su hijo y su familia, su madre y tengo un cariño también muy especial por la ganadería, porque aparte de ser amigos, pues ha sido también una ganadería que, en mis primeros comienzos, de niño, pues también ha sido importante.
-¿Qué tan necesaria es la fiereza con respecto a la calidad en la embestida para su triunfo?
-La verdad es que en el toreo es todo imprevisible, nunca se sabe lo que puede pasar y más con un toro que es una fiera y nunca se sabe, ¿no? Y yo creo que como artista, como mi compromiso artístico siempre es intentar con cada toro, con sus condiciones o con sus personalidades pues transmitir mi tauromaquia, independientemente de que su personalidad o su comportamiento sea de una manera o de otra.
-Estamos viendo al Ferrera, las últimas temporadas, más heterodoxo...
-Bueno, la verdad que yo intento tener la libertad muy a flor de piel siempre cuando salgo a la plaza, ¿no? Tanto en fuera y dentro. Y más cuando te expones a una incertidumbre, pero al mismo tiempo también al compromiso de transmitir y, sobre todo, el dejarse también llevar por los ritmos de las tardes y sobre todo hacer las cosas con una entrega y con un sentimiento que trascienda dentro de tu corazón, de tu alma. Que después todo eso trascienda al público, que se emocione y que sean momentos que queden en la retina y en los sentimientos. Es funcionar de una manera también bonita, ¿no?
-¿La madurez aporta libertad?
-Sí, yo creo que es un arte que la madurez, el tiempo te lleva a tener unos compromisos artísticos también contigo mismo y de ser quién quieres ser y quién eres, ¿no? Y en esos momentos, la libertad de tu corazón, de tu sentimiento, siempre tiene que estar a flor de piel.
-¿Necesita el toreo romper algunos corsés?
-Sí, yo creo que eso al final le da también al aficionado más libertad de poder expresar sus sentimientos, ¿no? Y yo creo que eso también es bonito por parte del aficionado.
-La tauromaquia es una liturgia. Algo casi sagrado. Pero es que hasta el cristianismo ha ido adaptando ritos paganos modernizando sus formas... ¿Hace falta modernizar la tauromaquia?
-Bueno, yo creo que la liturgia siempre está ahí. Es una esencia viva y natural del toreo. Lo que no cabe duda que después, cada artista y cada torero, con su personalidad, pues transmita su tauromaquia de una manera sincera, pura y verdadera.
-¿México le permite, quizá, ser más libre?
-Yo, gracias a Dios, soy libre en todos los sitios. Y México es un país que me ha transmitido unos sentimientos y una manera de sentir el toreo que me ha permitido crecer y sentir el toreo de una manera especial también, pero yo, gracias a Dios, me siento libre en todos los sitios.
-Decía Pepe Alameda algo así como que el único artículo que debería tener el reglamento taurino es "se prohíbe el reglamento taurino. ¿La tauromaquia sería más feliz con menos orden?
-Bueno, yo creo que siempre tiene que haber unos órdenes dentro de lo que es la lidia, pero también confiar en los toreros, que siempre queremos hacer las cosas en favor de todo: del toro, del público y de nosotros mismos. Y aparte de que haya un reglamento, pues también que nosotros, los mismos profesionales, los mismos toreros, los mismos artistas, podemos aportar momentos importantes.
-Viendo cómo se resucitan suertes antiguas, con usted como uno de los principales valedores de esta estética ¿Lo moderno es volver a la tauromaquia que fue hace siglo y medio?
-Yo creo que lo es ser quienes somos. Y yo creo que gracias a la historia que tenemos en la tauromaquia somos lo que somos y después cada uno con su personalidad pude transmitirla de una manera que transmita a todo el público y, dentro de uno mismo, unas sensaciones y unos sentimientos de haber entregado su sinceridad de una manera transparente y pura.
-En España está sin apoderado. ¿Sale muy cara la independencia?
-Yo me apodero a mí mismo y la verdad es que sin ningún problema, al contrario, todo bien.
-Si tuviera oportunidad, ¿Qué le diría a ese Antonio niño, ese que soñaba con ser torero?
-Pues no lo sé, al contrario, Primeramente, más que a Antoñito cuando empezó, yo le daría ahora mismo gracias a Dios por haberme permitido andar el camino dentro de una profesión tan exigente y tan expuesta como es el toreo; de poder haber seguido andando el camino desde ese momento hasta ahora y también por todos los momentos que me ha permitido vivir dentro del arte del toreo de la manera tan especial y única que lo que lo he vivido, y que, gracias a Dios, lo estoy viviendo.
-Y ahora, sin el traje de luces puesto, ¿Cómo está el Antonio persona en este momento?
-Yo gracias a Dios, muy bien, ¿no? Siempre con motivos de agradecer y la verdad es que, gracias a Dios, estoy muy bien.