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Dos orejas por coleta en Calamocha: a hombros Sánchez Vara y Emilio Serna Dos orejas por coleta en Calamocha: a hombros Sánchez Vara y Emilio Serna
Emilio Serna y Sánchez Vara salen a hombros en Calamocha. Javier Calomarde

Dos orejas por coleta en Calamocha: a hombros Sánchez Vara y Emilio Serna

Luis Pimienta y Rocío Arrogante cortan, cada uno, una oreja en la de rejones
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Con los tendidos cerca del lleno en una tarde de un calor abrasador, el pasado 15 de agosto se vieron las caras en el coso de Calamocha dos matadores rocosos y guerreros: Sánchez Vara y Emilio Serna. Se lidiaron cuatro reses de la ganadería portuguesa de Silva Herculano, hierro de procedencia Cabral Ascenção, con parte de Laurentino Carrascosa desde el 2002.

Arrancó la tarde con un Sánchez Vara bullidor, como es habitual en él, en el tercio de banderillas, dejando tres buenos pares de garapullos. El inicio de la lidia entre Vara y el de Silva Herculano fue un tanto deslavazado, sin acabar de conectar el diestro con el astado, pero fue metiéndolo en faena, poco a poco, al astado portugués el de Guadalajara, a pesar de la cara a media altura, y los derrotes protestones del animal por el pitón derecho. No se entregó el de Herculano Silva tampoco por el izquierdo, siempre llevando la cara a media altura. Aún así, la disposición de Sánchez Vara permitió ver algunos muletazos profundos. Pasaportó al de Silva Herculano de una estocada entera, llevándose al esportón una oreja.

Con una larga de rodillas recibió Emilio Serna al segundo de la tarde, antes de dejar un buen saludo capotero. Sobre el estribo comenzó la faena con la pañosa al de Silva, que marcaba ya un desplazamiento corto en el arranque de la faena. Perdió las manos, además, en cuanto el torero murciano quiso forzar la máquina y bajar la mano. Anduvo tan dispuesto Serna con su contrincante como poco cómodo, y es que el toro no permitía errores. A pesar de ello, se afirmó el murciano, que lidió con sobriedad y profundidad al natural, dejando un par de buenos redondos. Erró con los hierros Serna antes de dejar una estocada desorendida de la que el animal se echó.

Le faltó, también, clase al tercero de la tarde, con el que Sánchez Vara volvió a enfrascarse para ir metiéndolo en la muleta. Sacó el repertorio bullidor Vara ante el animal, que a falta de clase añadió, poco a poco, una tendencia a rajarse cada vez más clara. Otra estocada entera le valió al guadalajareño una oreja que aseguraba la puerta grande a pesar del descabello.

Le tocó en suerte a Serna el animal con más calidad, que hizo las veces de cierraplaza. Lo trató bien desde el inicio con la muleta Serna, bajándole la mano derecha, tragando en algunos momentos alguna que otra embestida incierta. También metió la cabeza el de Silva por el pitón izquierdo, permitiendo un par de series naturales de calidad. Remató por redondos por el pitón izquierdo, muy metido entre los pitones del animal, e, incluso, un par de redondos de rodillas. Desorejó Serna al astado para salir por la puerta grande tras una estocada hasta el fondo.

Reparto de orejas en los rejones

Un día después, Rocío Arrogante y Luis Pimienta lidiaban un encierro de los Hermanos Serrano. La amazona toledana dejó una primera faena en la que premió la doma al toreo, matando al segundo intento, silenciada por el publico. Más templada y con mejor conexión fue la segunda faena, en la que fue de menos a más hasta cortar una oreja.

Faltó toro en el primero de Pimienta, en una faena que también fue silenciada. Tras una emocionante faena, donde hubo entrega por parte del caballista, donde dejó buenos pares de banderillas, remató la faena con un efectivo rejón de muerte que supuso una oreja para el jinete.

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