

El aragonés Aarón Palacio suma y sigue; nuevo triunfo en Las Ventas
Gran papel en San Isidro del novillero de las Cinco VillasAarón Palacio confirmó nuevamente su espíritu de triunfador. Esta vez, y tras su salida en hombros en otra tarde épica en La Misericordia el pasado sábado 19 de abril, en la primera feria en importancia del orbe taurino, el ciclo madrileño de San Isidro. Que en voluntad, ganas y firmeza es, en estos momentos, el máximo referente del escalafón novilleril, nadie lo duda ya, hasta el punto que se fue a recibir al quinto a portagayola, con el riesgo que ello implica, más si cabe en esta plaza. Y que en esta ocasión el éxito de la tarde dependió de él, sin duda, también.
El martes 13 de mayo volvió a demostrarlo y esta vez ante dos serios novillos (el primero, segundo bis) de Alcurrucén de juego dispar, como lo fue el conjunto de un encierro que tuvo como denominador común, la falta de raza y fuerza, si bien, de salida hicieron honor a su procedencia Núñez, con un comportamiento frío. El prólogo vino en el novillo que abrió la tarde con un ajustado quite por chicuelinas rematado con la media verónica en el centro del ruedo, que levantó los primeros aplausos.
Más entonado fue el segundo de su lote que, sin terminar de humillar, se movió y permitió que el novillero de Biota, aún a base de técnica, pudiera extraer pasajes de notoria relevancia, en una faena que empezó de hinojos, con ayudados por alto, culminados con una trincherilla ya con la figura erguida que el público aclamó, y que destacó especialmente por el pitón izquierdo, el de mayor franqueza del novillo, cuando se ciñó, alargó el brazo y consiguió naturales de suma calidad que transmitieron al tendido. Resolvió con solvencia y serenidad los problemas que le planteó su oponente construyendo una faena de alto voltaje. El público entendió su buen hacer y de ahí que, tras una estocada y dos descabellos, le fuera solicitada una oreja que fue concedida.
En el primero de su lote, también estuvo dispuesto, pero el comportamiento del animal condicionó su labor, especialmente en la parte final. Aprovechó inteligentemente su inercia en los primeros compases de su labor con la franela, logrando extraer interesantes derechazos. Estuvo firme y sereno, pero el novillo embestía constantemente hacia fuera hasta el punto de obligar a Palacio a rectificar la colocación constantemente, lo que dificultó la ligazón, requisito imprescindible para el triunfo en el coso venteño. Aún con todo, mostró buenas formas y su compromiso con la afición y tras una estocada de rápido efecto al segundo intento, fue ovacionado.
Sin suerte Sánchez y Zulueta
Sus compañeros de cartel, pecharon igualmente con sendos novillos que no permitieron el lucimiento. Sergio Sánchez se vio voluntarioso, pero no terminó de acoplarse con el primero, cuya faena terminó por bernardinas. Quedó la tarde en silencio y silencio.
El mismo resultado obtuvo Zulueta, que cerraba terna, que también estuvo entonado, pero condicionado por sus oponentes; lo intentó ante el tercero bis, de Montealto, pero no fue posible por su flojedad, aun a pesar de extraer algún natural de calidad, perseverando en el intento, y tampoco transmitió el sexto que tuvo una embestida sosa.