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Despertar Campesino, el periódico de la CNT Despertar Campesino, el periódico de la CNT
Ángel Pestaña, uno de los líderes de CNT

Despertar Campesino, el periódico de la CNT

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Serafín Aldecoa

Hace ya unos años contacté a través de correo electrónico con el hispanista británico Graham Kelsey que venía de publicar lo que fue una especie de síntesis de su tesis doctoral: “Anarcosindicalismo y Estado en Aragón (1930-1938)" en 1994 con el apoyo del Gobierno de Aragón, la Institución Fernando “El Católico” y la Fundación Salvador Seguí, tres organismos de diferente índole y orientación ideológica pero que habían confluido para la edición de un libro de postín.

Pues bien, en esta correspondencia hablamos de la existencia de sindicatos de la Confederación Nacional de Trabajadores (CNT) en el Jiloca durante la II República, cosa que Kelsey no sabía al principio, pero, sobre todo, coincidimos en que no habíamos encontrado ninguno de los dos, ni otros historiadores, ningún ejemplar en papel ni digitalizado del periódico Despertar Campesino que fue el órgano portavoz de la Sociedad de Oficios Varios de la CNT en Teruel a partir de 1932.

Hay que decir que los archivos, en ocasiones, te dan sorpresas y ésta fue mayúscula, porque al consultar unos expedientes de un proceso judicial -creo que fue el de Albarracín- de dos destacados militantes de la CNT turolense (Pedro Abril Yago, natural de Alfambra pero domiciliado en Teruel, y Raimundo Soriano, nacido Royuela en la Sierra de Albarracín) de la Audiencia provincial del Archivo Histórico Provincial de Teruel, aparecieron dos ejemplares plegados de Despertar Campesino en mal estado claro está.

Primo de Rivera

Durante el periodo de la Dictadura militar de Primo de Rivera (1923-1930), el sindicato  de la CNT fue ilegalizado a nivel nacional, no así la Unión General de Trabajadores (UGT) que pudo incrementar su afiliación e incluso llegó a colaborar con el régimen en varios organismos laborales encabezados por su líder Largo Caballero. En el mes de julio de 1931, tres meses después de la proclamación de la II República y tras la celebración de un mitin en el que participó el líder Ángel Pestaña, fue legalizada la CNT de Teruel que inició un despliegue rápido y una progresión extraordinaria en cuanto a afiliación.

Fruto del crecimiento de los anarcosindicalistas en la capital, fue la salida de  15 de enero de 1932 del periódico  Despertar Campesino, dirigido en esos momentos por el “culto escritor turolense” -así se referían a él en medios periodísticos- Alfonso Ferrer, autor literario, que en algún momento concreto de la República, seguramente en 1936, abandonaría la CNT y se pasaría al falangismo con el que llegaría a trabajar en Lucha y ser concejal del Ayuntamiento de Teruel. En otros documentos aparece como director del diario Antonio Barranco, un trabajador ferroviario venido de Sagunto y en 1933 aparece con el subtítulo de  “Órgano del Sindicato Único de Trabajadores de la provincia”.

La trayectoria que iban a seguir tanto el periódico de la CNT como la organización tras su legalización, no fue un camino de rosas, sino todo lo contrario: iban a sufrir la  persecución e intento derribo por parte de las autoridades republicanas ya que el mismo día de su publicación el Gobernador mandaba recoger “unas hojas subversivas” repartidas por los sindicalistas (nombre con el que solía designar a los anarcosindicalistas) y firmadas por la CNT.

De los contenidos del periódico sabemos poco aunque su línea ideológica seguiría las pautas del sindicato cenetista. Sí que tenemos alguna referencia indirecta a través de las críticas que le dirigían desde el semanario socialista ¡Adelante! ya que acusaban a los periodistas de Despertar Campesino de buscar “la destrucción social” de “sembrar el hambre, la miseria y muerte los hogares de los que equivocados os traten de seguir”. Sin embargo, luego el periodista hablaba de una idea, aparentemente compartida: la de crear un “frente único” de todos los trabajadores, hecho este bastante probable por la connivencia que existió entre republicanos, anarcosindicalistas y socialistas en los meses iniciales de la II República.

Avatares

Como decimos, Despertar Campesino también sufrió los mismos avatares que el sindicato cenetista de Teruel, puesto que fue objeto de secuestros y cierres por parte de las autoridades republicanas como cuando a finales de mayo de 1932 el fiscal de Teruel denunció y recogió el periódico.

Anteriormente Alfonso Ferrer había sido multado con 500 pesetas por la publicación de un artículo bajo el título "El despertar de la República". A mediados del mes de junio de 1932,  tras una nueva intentona revolucionaria, fue secuestrado por la máxima autoridad civil pero a la altura de abril de 1933 se publicaba el número 22, lo que nos sugiere es que pese a la represión, Despertar Campesino seguía adelante.

A mediados de mayo de 1933 por la mañana fue recogido por la policía la edición del semanario por contener varios artículos en los que, según la opinión del Gobernador, se injuriaba a la primera autoridad civil y al personal a sus órdenes "con motivo de los recientes conflictos huelguísticos de la CNT".

En fin, el camino de Despertar Campesino fue como el del Guadiana con apariciones y cierres pero, sobre todo, fue víctima de una Ley de Defensa de la República, aprobada en el mes de octubre de 1931, de cuya constitucionalidad los propios republicanos dudaban, que permitía a los gobernadores civiles, con escasa sensibilidad democrática, hacer de su capa un sayo aplicando medidas represivas casi sin control.