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2020. LA VAQUILLA QUE NO FUE. Amparo Sangüesa: 2020. LA VAQUILLA QUE NO FUE. Amparo Sangüesa:
Amparo Sangüesa, hermana de Paco, muestra alguna de las fotografías vaquilleras de su hermano

2020. LA VAQUILLA QUE NO FUE. Amparo Sangüesa: "Mi hermano era muy especial, amaba el toro y todo el mundo en Teruel le quería"

"Paco no se perdía ni una corrida en la feria y la Soga y la Baga la llevaba en el alma"
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En noviembre se cumplirán 25 años de la muerte de Paco Sangüesa que fue durante años miembro de la Soga y la Baga y un apasionado de los toros. Una afición que compaginaba con su trabajo como miembro de la brigada de limpieza. Colaboraba en cualquier evento de la ciudad, sobre todo los relacionados con su amada Vaquilla. Su hermana Amparo Sangüesa le recuerda emocionada y asegura que fue especial y muy querido por todo Teruel.  
-¿Cómo empezó la afición por la Vaquilla de su hermano?
-De toda la vida. Nadie hemos sido tan toreros. Sentía el toro. Amaba el toro. 
-¿No había en su casa tradición taurina?
-No. Para él, todo lo que era de Teruel... ¡Cómo podía sentir la Semana Santa o la Feria del Jamón! La Vaquilla, muchísimo: los toros. Paco guardaba los carteles de las fiestas, sabía perfectamente que mengano, fulanito, el otro y el otro vivían fuera en Barcelona, en Valencia, en Cádiz, donde fuera, y siempre les guardaba el cartel de los toros de la Vaquilla. 
-¿Cómo se preparaba Paco para esos días festivos?
-Lo que es la Soga se tenía que preparar poco porque la llevaba en el alma: el traje limpio, las camisas limpias, porque había que trabajar. Trabajaba en el Ayuntamiento en la brigada de limpieza. Entonces no era como ahora. Pobrecicos iban a destajo. Paco no ha sido de ir a la puesta del pañuelo. Era de las corridas de los toros, de atender a los toreros, de sacarlos a hombros y de llevar la soga. Estaba desde la mañana en la plaza, el sorteo de los toros y quién le había tocado... Y en el ensogado, Paco iba detrás y la soga pesa enrollada al hombro, pero ahí estaba.
-Una de sus pasiones era el toro ensogado, ¿cómo vivía ese acto o las corridas?
-Paco vivía el tema de los toros de Teruel. La soga y la baga, por supuesto, pero a la vez, todas las corridas y estaba para absolutamente todo.
-¿Tuvo algún percance alguna vez con el toro?
-No. Era prudente. Le daban respeto.
-¿El resto de la familia también vive la tradición Vaquilla?
-Sí, vaquilleros sí, pero tanto como Paco para meterse en la Soga, no. Yo llevo la tradición que aprendí de mi madre: la madre de los vaquilleros y la gente que recibes. Mi hijo ha sido universitario y igual me han venido de Fraga que de Valencia, a todos les damos el pantalón y la camiseta blanca y les das de comer y les das hospedaje y los días previos tenemos que hacer el caldo, la ternera guisada, el escabechado...
-¿Qué destacaría de las vivencias vaquilleras de Paco?
-Es que Paco era Teruel. Es que Paco era Teruel. Esto se puede entender mal. Era especial pero es que estaba a todo. Con una cierta edad, ¿quién no recuerda a Paco? La vida te da oportunidad de conocer a gente especial. No es porque fuese mi hermano, Paco era muy, muy especial y todo el mundo le quería.
-¿Tiene alguna anécdota que recuerde con especial cariño?
-Espartaco le regaló unos zapatos. Espartaco lo quería mucho. Los zapatos eran un número más pequeño, pero como se los regaló Espartaco, ¡qué a gusto los llevaba! Y otra de las cosas que Paco hacía es que, como el pañuelo que se pone al Torico lo bordaban las Carmelitas, iba el lunes a las peñas y les decía: “Dame unos regañaos” y se los llevaba a las Carmelitas. Desde que murió, ya no hay regañaos.
-¿Cuál era su torero preferido?
-Espartaco lo quería mucho. A hombros sacaba a muchos.
-¿Se enfadaba cuado no había buena tarde en la plaza?
-No. Sufría mucho por los toreros. Siempre ha defendido a los toreros. Decía: “Bueno, ha tenido una mala tarde pero es un buen chico y eso le pasa a cualquiera”. 
-¿Cómo compaginaba los toros y la limpieza?
-Sin dormir, Aguantaban lo que les echaban. Perfectamente. La semana de ferias era muy intensa entonces. Nunca se quejó de nada. No solo la Soga y la Baga, todo lo que era la Vaquilla estaba ahí y si había conciertos y había que poner las sillas, también estaba.