

Anja Kaisser, cantante del coro alemán de Kutzenhausen: "El idioma no es importante para entenderse ni para transmitir sentimientos"
La actuación tuvo lugar ayer en TeruelVeinticuatro miembros del Coro Ivoices de la localidad alemana de Kutzenhausen y unas cuarenta del Coro Enarmonía de Zaragoza ofreció ayer un concierto en la Iglesia de San Pedro de Teruel, en el que podrá escucharse un original repertorio de música rock y pop en inglés adaptado a la música coral. La actuación es el resultado de un intercambio cultural entre ambas formaciones, cuyo nexo en común es la alemana Anja Kaisser, alemana afincada en la capital del Ebro.
-¿Qué hace el coro de un pueblecito bávaro de 2.000 habitantes en Teruel?
-Yo canto en el coro infantil de Kutzenhausen desde los 6 años, y hace dos me fui a trabajar a Zaragoza. Enseguida busqué un coro allí para poder seguir cantando, y me metí en Enarmonía. Se me ocurrió la idea de juntar los dos coros, y aunque al principio pareció una tontería, que no iba a funcionar o que costaría mucho dinero, intenté moverlo en mi pueblo. Vimos que todo el mundo tenía muchas ganas, la gente del coro de Kutzenhausen acogió en sus casas a los de Enarmonía para que saliera más barato, organizamos el viaje en noviembre del año pasado y salió genial, cantamos en el pueblo y en Augsburgo, y entonces Enarmonía nos invitó para repetir la experiencia en Zaragoza.
-En Zaragoza tocan mañana, pero hoy ofrecen un concierto a las 20 horas en la iglesia de San Pedro de Teruel...
-Claro, porque la idea es cantar juntos pero también hacer algo de turismo. Y aprovechando la visita a Aragón nos apetecía mucho venir a Teruel y Albarracín, porque son sitios mágicos y muy especiales, y nos llamaba la atención una capital de provincia de tamaño tan pequeño, para visitar el Mausoleo de los Amantes y su magnífica Catedral. Además surgió la posibilidad de cantar aquí, y estamos muy felices de poder hacerlo.
-Tiene mucho mérito tener un coro de veintitantas personas en una localidad pequeña como Kutzenhausen, de unos 2.000 habitantes...
-En el Coro Ivoices somos 28 adultos jóvenes, pero en realidad en mi pueblo hay tres coros más, el Infantil con 30 niños, el Juvenil con 20 personas y el Coro Clásico con 35 personas más mayores, en el que cantan mis padres, por ejemplo.
-¿Eso es habitual en la región bávara, o es una particularidad de Kutzenhausen?
-Es algo muy especial de mi pueblo. Somos un pueblo muy cantante, debido a dos personas que han impulsado la tradición coral allí. Una de ellas es Ursula Naegele, directora de nuestro coro, y la otra es Stefan Wolitz, que dirige el Coro Clásico de Adultos.
-Su repertorio es muy original para una formación coral... Tengo entendido que cantan temas muy conocidos de rock y pop...
-Así es. Ivoices cantamos en bodas o en iglesias, pero llevamos un repertorio de música contemporánea, con temas de rock y pop sobre todo.
-¿Y por qué han optado por este tipo de música, con temas modernos, no concebidos para ser cantados por corales, y supongo que más difíciles de arreglar para ellas?
-A nosotros nos gusta llegar a mucho público, y a un público cuanto más mezclado mejor. Y con esa música moderna, que es muy internacional, podemos ser escuchados por jóvenes, mayores y gente de todo tipo. Además Ivoices es un coro muy joven, de entre 17 y 34 años, y nos atraen mucho esos estilos.
-¿Y cómo hacen para cantar los dos coros juntos? ¿Lo hacen en castellano o en alemán?
-Como Enarmonía también lleva un repertorio moderno de rock, lo que hacemos es cantar básicamente en inglés, porque los temas son normalmente anglosajones. Cantaremos Viva la vida en inglés, Hoocked on a feeling... y también cantaremos una canción titulada Adiemus (compuesta por Karl Jenkins, utilizada en la BSO de Avatar) cuya letra está en un idioma inventado, que no existe y que de hecho no dice nada con sentido. Pero es bonito enseñar que el idioma no es importante para entenderse ni para transmitir sentimientos.
-¿Por qué el título del concierto es Cantando en Familia?
-Los dos conciertos que hicimos en Alemania se titulaban En Casa, porque la idea era que cada cual presentara algo de su hogar, y por ejemplos en Kutzenhausen cantamos una jota. Y en esos días los dos grupos nos hicimos muy amigos, pero mucho... ¡Tenías que ver cómo lloraba la gente en la despedida! Allí había mucha gente que casi no podía comunicarse por la dificultad del idioma, y sin embargo los lazos que se hicieron fueron tremendos.