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Arcatur presenta cinco trabajos al VI Congreso bienal de Arqueología y Patrimonio Arcatur presenta cinco trabajos al VI Congreso bienal de Arqueología y Patrimonio
Ídolo de Peñalba (izquierda) vs. Virgen de la Fuensanta (derecha, fotografía Archivo Juan Cabré)

Arcatur presenta cinco trabajos al VI Congreso bienal de Arqueología y Patrimonio

La reunión científica, centrada en Aragón, es un referente para conocer los últimos estudios
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Los días 27 y 28 de noviembre se celebró el VI Congreso de Arqueología y Patrimonio Aragonés, en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Zaragoza. Esta reunión científica ha sido organizada por el Colegio de Doctores y Licenciados en Filosofía y Letras y en Ciencias de Aragón, con la colaboración del Departamento de Educación, Cultura y Deporte (Gobierno de Aragón), la Institución Fernando el Católico y distintos grupos de investigación de la Universidad de Zaragoza.

Este simposio, de carácter bienal, se ha convertido en un auténtico referente de la investigación arqueológica y patrimonial de Aragón. En esta convocatoria se presentan sesenta comunicaciones y once posters, que comprenden estudios sobre Prehistoria, Protohistoria, Arqueología Clásica, Arqueología Medieval, Industrial y Urbana, Memoria Histórica, Patrimonio y Didáctica.

Los investigadores del Centro de Estudios Arcatur (Instituto de Estudios Turolenses) aportan cinco comunicaciones, una de ellas en colaboración con Antonio Monleón, profesor de la Universitat de Barcelona. El ámbito de estudio comprende una docena de localidades turolenses distribuidas por las comarcas Sierra de Albarracín, Comunidad de Teruel, Gúdar-Javalambre, Jiloca y Bajo Aragón. Su temática es variada, comprendiendo elementos patrimoniales que van desde época celtibérica hasta la Guerra Civil.
 

Restos arqueológicos pertenecientes al Castillo de Fuentes Claras

La Fuensanta versus Peñalba

Javier Ibáñez y Rubén Sáez presentaron una ponencia que relaciona la Fuensanta con Peñalba. Durante más de dos mil años, un escarpado paraje entre los municipios de Villel y Villastar ha albergado los principales centros devocionales del Alto Turia. El primer referente religioso fue Peñalba (Villastar), un santuario céltico al aire libre. Su culto se mantuvo durante la época romana, pudiendo albergar un eremitorio cristiano durante la Antigüedad Tardía. Las manifestaciones culturales prosiguieron hasta bien avanzada la Baja Edad Media, decreciendo paulatinamente durante la Edad Moderna.

El Santuario de la Fuensanta (Villel) pudo constituirse en un momento avanzado del siglo XIII; en 1333 ya era conocido con este nombre y tenía un carácter supralocal. La primera manifestación mariana (que dio lugar a la Capilla de la Aparecida) definía un espacio sagrado de carácter feral, situado en un lugar alto y agreste, con un amplio control visual en el que la visión del antiguo Santuario de Peñalba tenía un indudable protagonismo. Posteriormente, se resignificó con un nuevo milagro, que cambió el foco de atención al fondo de un barranco, asociándolo a una fuente milagrosa (La Fuensanta), con escaso control visual y cercano a espacios agrícolas.

La creación del Santuario de la Fuensanta coincide con el declive de las manifestaciones culturales de Peñalba. Se trata de un magnífico ejemplo del proceso de sustitución intencionada de un espacio sacro por otro situado en un mismo territorio.

Otro de los estudios presentados, también por Ibáñez y Sáez, se centró en el castillo y la necrópolis de Fuentes Claras. El trabajo se centra en la intervención arqueológica realizada junto a la iglesia de Fuentes Claras, en la que se detectan los restos de una fortificación y una necrópolis medieval. Las estructuras defensivas más antiguas corresponden a un lienzo de muralla de mampostería recrecido con tapial, la jamba de un postigo y un foso, asociados a la repoblación de la aldea. También se localizó la cimentación de cuatro muros paralelos que podrían corresponder a las capillas laterales del templo medieval.

Igualmente, se identifican las estructuras construidas en 1337 por orden de Jaime II: una torre de planta cuadrada situada junto al postigo y una barbacana invadiendo el antiguo foso; la barbacana se encuentra asociada a la captación de agua de una acequia. En un momento posterior se construyeron varias dependencias anexas a la muralla y a la torre y una estructura subterránea, que podrían corresponderse con las obras documentadas en 1361.

En las últimas décadas del siglo XIV o primeras del XV, se llevaron a cabo nuevas obras de fortificación, demoliendo parte de la muralla y construyendo en su lugar un muro de sillería con un talud en la base. En un momento más avanzado del siglo XV se derribó la torre y se cerró el antiguo postigo, siendo reemplazados por otro muro de sillería.

En cuanto a los enterramientos, se identifican 29 tumbas, parte de ellas excavadas en la roca. Los cadáveres fueron depositados en posición decúbito supino, sin ajuar y con los brazos flexionados sobre el pecho o el abdomen.
 

Portal de Valencia y Casa Consistorial de Valbona, a principios del siglo XX

La gran calera de Valbona

La comunicación presentada por Antonio Monleón y Javier Ibáñez estuvo dedicada al análisis arqueológico y geoquímico de una calera de gran tamaño localizada en Valbona (Teruel). Las dimensiones de la estructura (40−60 m2 de superficie y 80−120 m3 de volumen) sugieren una producción a gran escala, vinculada a la construcción de una obra de entidad. En su superficie se observó la presencia de cerámica decorada de Teruel de la primera mitad del XV.

Para establecer un vínculo con la construcción, se emplearon técnicas avanzadas como la espectroscopía de energía dispersiva (EDS) y el análisis de elementos traza (WDXRF). Las muestras analizadas incluyeron roca caliza cruda, cal muerta, vidrio de calera y morteros extraídos de distintos edificios de Valbona (portales de la muralla, iglesia parroquial y Molino Viejo). Los datos geoquímicos fueron procesados mediante Análisis de Componentes Principales (PCA) y coeficientes de correlación de Pearson para determinar su afinidad.

El hallazgo más significativo es la conexión directa y estadísticamente robusta entre la cal muerta de la calera y algunos de los morteros históricos. Los resultados estadísticos demuestran que la "huella geoquímica" de la cal producida es prácticamente idéntica a la del aglomerante utilizado en los portales de la muralla, lo que indica que la calera se realizó para construir los portales de la muralla. Los materiales arqueológicos detectados permiten vincular su construcción con las tensiones bélicas de la primera mitad del siglo XV.

Recreación del asalto francés a la Fuensanta, organizado por la Asociación Voluntarios de Aragón


Guerra de Independencia

La Guerra de Independencia dejó una profunda huella en la provincia, escenario no solo de algunas batallas (Alcañiz, Albentosa o la Fuensanta de Villel), sino también de numerosos enfrentamientos (Albarracín, Malatarde de Orihuela del Tremedal, Malamadera de Caudé, Pozondón o Monterde). En esta comunicación, presentada por Rubén Sáez y Javier Ibáñez se abordan las líneas de actuación que se están implementando para la preservación y puesta en valor de este legado histórico:

-Estudio de los escenarios de las batallas. Análisis de las fuentes históricas y evidencias materiales. La localización de restos ligados a una batalla es compleja, al tratarse de un suceso de gran intensidad, pero de corta duración. Para su localización y estudio hay que desarrollar un trabajo de investigación de carácter interdisciplinar, que integre fuentes documentales, toponímicas, arqueológicas, paisajísticas y paleoantropológicas.

-Creación de itinerarios temáticos, dotando a ese escenario de elementos interpretativos. La Batalla de Albentosa ya dispone de un itinerario temático con mesas de interpretación.

-Creación de centros de interpretación, espacios de referencia en la visita a estos escenarios históricos.

-Recreaciones históricas, una fórmula eficaz de divulgación de los episodios bélicos, siempre que se ajuste fielmente a los hechos acaecidos y proporcione una experiencia realista a los participantes y al público asistente. En marzo de 2025 tuvo lugar la primera recreación de la Batalla de la Fuensanta y en mayo un acto de homenaje a los combatientes de la Batalla de Alcañiz.

Actualmente estamos trabajando en los diferentes acontecimientos bélicos, con el objetivo de consolidar un patrimonio histórico que contribuya a la memoria colectiva y al desarrollo turístico.
 

 Vista aérea del sector LS-6 de la Loma de la Solana (Cañada Vellida)

Las posiciones republicanas

En la Loma de la Solana se conserva un extenso y complejo sistema de posiciones fortificadas, destinado a cerrar la principal vía de acceso desde Teruel a las Cuencas Mineras y el Bajo Aragón. Se extiende por más de 33 ha de superficie e integra líneas kilométricas de trincheras, decenas de grandes depresiones y cientos de puestos y otras construcciones más pequeñas que forman “orlas” de más de 500 m de longitud. También hay varios emplazamientos fortificados independientes, a modo de “reductos” circulares de más de 40 m de diámetro.

El estudio, que llevaron al congreso Rubén Sáez y Javier Ibáñez, se centra en los resultados de las excavaciones arqueológicas realizadas en tres de los sectores de la extensa loma.

LS-1. Conjunto muy extenso, que comprende más de un centenar de estructuras, diferenciándose dos sectores: el oriental, que responde al modelo habitual (ramales de trincheras con puestos de ametralladora o pozos de tirador en vanguardia, y con almacenes y espacios de vida a retaguardia); y el central y occidental, con estructuras dispersas que no están comunicadas entre sí mediante trincheras. Se trata de una posición inconclusa, en la que se construyeron sus puestos principales, pero no sus comunicaciones.
 

En la imagen, Javier Ibáñez, durante su participación en el congreso

Los recintos

LS-2. Amplio recinto que no estaba comunicado con ninguna otra posición, operando de forma independiente. Estaba protegida por una trinchera con un parapeto de piedra seca. Presenta aspilleras a la altura del suelo, elemento inhabitual en este tipo de posiciones. Dentro del recinto se han excavado un total de 12 espacios, incluido el puesto de mando.

LS-6. Es la posición más antigua. Se fue ampliando con nuevas estructuras interiores en función de las necesidades. Este crecimiento no planificado, hasta comprender 30 puestos excavados en su interior (más varios puestos avanzados en los puntos más expuestos), le confiere un aspecto laberíntico. Actuaba como un núcleo de defensa independiente, protegido con una trinchera y un parapeto de piedra seca, y comunicado mediante una trinchera con otra posición más pequeña, situada a 400 m de distancia.

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