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Así fue el primer día de confinamiento en Teruel capital: un domingo sin apenas gente en las calles

Panaderías, tiendas de comida y quioscos, únicos establecimientos que abrieron al público
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Teruel estuvo ayer casi desierto en el día previo a una primera jornada laboral atípica, la que se vivirá hoy sin colegio, con la mayoría de los comercios cerrados y con restricciones en el acceso a los edificios oficiales. Y con muchas dudas sobre lo que se puede hacer y lo que no en aquellos negocios que todavía pueden mantener su actividad, aunque sea a medio gas.

Solo algunas tiendas de comida y pequeños supermercados que suelen abrir los domingos, panaderías, quioscos y gasolineras atendieron ayer al público. Mientras, la Policía Local informaba a los viandantes de que no podían salir a la calle a pasear. Lugares como la vía perimetral o la Fuente Cerrada donde el sábado hubo afluencia de gente estaban ayer prácticamente vacías.

Donde más actividad se apreciaba era en las panaderías, uno de los tipos de establecimientos que permanece abiertos durante este periodo de estado de alarma y que ayer fue el destino de muchos de los que salieron de casa. Como recuerda Jorge Sanz, presidente de la Asociación Provincial de Panaderos, que aglutina a poco más de un centenar de integrantes,  “somos unos de los establecimientos históricamente necesarios porque el pan es considerado alimento básico”.

En la situación actual este tipo de comercios son más un servicio que un negocio, que se adapta a la situación actual con “responsabilidad” y sabiéndose “útiles”. Según explicó Sanz, ayer no tenía constancia de ninguna panadería de la asociación que hubiera tenido que cerrar por las circunstancias. 

En los puntos de venta que abrieron ayer se produjeron puntas de mayor afluencia de público, sobre todo a primera hora, pero la jornada transcurrió con más normalidad que el sábado, con mayor afluencia en unos establecimientos que en otros teniendo en cuenta las zonas donde están ubicadas las tiendas. En Teruel, los puntos donde vive mayor población, como San León y el Ensanche había más colas que en el Centro, que ahora se ha vaciado.

No obstante, en previsión de lo que había ocurrido para ayer se elaboró más pan que para un domingo normal. Sanz explicó que a partir de ahora habrá que ir adaptando la producción a la demanda, teniendo en cuenta que han cerrado bares y restaurantes, pero que la población está en casa. Además, se ha adaptado la producción y se hacen menos variedades de pan pero mayores cantidades. “Nuestro objetivo es que nadie se quede sin pan”, dijo, pero también recomendó a los clientes que compren para varios días y así no tendrán que salir a la calle, como están pidiendo las autoridades. También indicó que en los hornos hay reservas para hacer pan y que el suministro de materia prima está garantizado.

Sanz agradeció a los trabajadores del sector su implicación y explicó que en algunos sitios, como en su propio negocio, han reorganizado el trabajo en el obrador, desdoblando los turnos, para mantener las distancias de seguridad recomendadas y para facilitar la conciliación, en estos momentos en el que hay que hacerse cargo de hijos y mayores. Del mismo modo en su caso han reducido el horario de apertura a las mañanas. En el caso de los pequeños obradores diseminados por la provincia, si en algún momento tienen que cerrar y tienen que dar servicio “nos tenderemos la mano” entre todos, aseguró Sanz.

Dentro de las iniciativas que están surgiendo estos días para ayudar a las personas que están en casa y no pueden salir en sus establecimiento empresas como Hornos Sanz han puesto en marcha un servicio a domicilio gratuito, con un mínimo de 12 euros y ofreciendo un paquete de productos variados que pueden ser necesarios, como varios tipos de pan, huevos y leche.

Otra iniciativa solidaria que se llevó a cabo ayer por la mañana  fue el reparto de pizzas que Domino’s Pizza hizo a centros sanitarios y asistenciales de la ciudad.  Curiosa es también la propuesta de una joven que ofrece clases de sevillanas desde su balcón.

‘Resistiré’ desde las ventanas y aplausos a las 20 horas

Algunos turolenses participaron ayer en las dos convocatorias que se difundieron a través de las redes sociales. La de poner la canción ‘Resistiré’, a las 12 horas y la de aplaudir en agradecimiento a sanitarios y otros trabajadores, que se hizo a las ocho de la tarde.