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Azcón trasladará al Senado las demandas  de Teruel para luchar contra la despoblación Azcón trasladará al Senado las demandas  de Teruel para luchar contra la despoblación
El presidente aragonés, Jorge Azcón, durante su comparecencia en el pleno de la Cámara. Cortes de Aragón

Azcón trasladará al Senado las demandas de Teruel para luchar contra la despoblación

Los partidos de izquierdas afean al presidente en su primera comparecencia por hacer política nacional
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El presidente del Gobierno de Aragón, Jorge Azcón, se comprometió ayer en las Cortes de Aragón a trasladar las demandas de la provincia de Teruel para la lucha contra la despoblación a la Comisión General de las Comunidades Autónomas del Senado, en medio de alusiones a la amnistía. Eso llevó a los grupos de izquierdas a afear al presidente, al que acusaron de desviar la atención para hacer política nacional utilizando las instituciones aragonesas y de aplicar la “apisonadora” en el Parlamento autonómico sobre los asuntos que tratar. Aragón Teruel Existe aprovechó la primera comparecencia de Azcón en un pleno ordinario para reclamar que exija en Madrid un Pacto de Estado contra la despoblación, además de la aplicación del mecanismo rural de garantía, una financiación acorde con el coste de los servicios y el incremento del Fite, entre otras cuestiones.

El primer debate de Azcón con los grupos políticos en sede parlamentaria, tras la investidura, sirvió para exponer qué reivindicaciones va a llevar Aragón a la Comisión General de las Comunidades Autónomas del Senado, cuando los partidos de la oposición le acusaron de marcar la agenda del Parlamento según sus intereses sin atender al consenso de los asuntos a debatir como ha caracterizado a esta Cámara.

De hecho, le recordaron que esta comisión del Senado no se ha constituido todavía, ya que lo hará el próximo martes y no tiene fijado un calendario de sesiones, y le afearon también que hubiese querido eludir así el debate sobre el nombramiento de altos cargos de Vox que han hecho apología del franquismo. Al final, el debate acabó enfocado en la política nacional al introducir Azcón el tema de la amnistía en su intervención con continuas críticas a Pedro Sánchez.

El presidente aragonés habló de las reivindicaciones que llevará al Senado cuando comience a andar la Comisión General de las Comunidades Autónomas en la Cámara Alta, en lo que fue un déjà vu por tratarse de cuestiones sobre las que Azcón ya se pronunció en el debate de investidura, y que según los grupos de izquierdas de la oposición lo que perseguía era desviar el debate hacia la política nacional para ganar méritos dentro de su partido en Madrid.

“Aragón necesita ser escuchado en las Cortes Generales” y estar presente en la “agenda nacional”, dijo el presidente, tras cinco años en los que la Comunidad Autónoma ha sufrido el “abandono” del Gobierno de España. Se refirió a la eterna reclamación de las infraestructuras que están pendientes en la región, los aprovechamientos del agua y sobre todo el tema de la despoblación, en el que incidió.

Azcón manifestó que estos problemas “nunca se enfrentarán” de verdad si sigue Sánchez en la Moncloa. Consideró que el debate territorial y de la igualdad de todos los españoles va a centrar la legislatura, puesto que se abordará la cuestión de la financiación autonómica, relegada durante tanto tiempo, y el peligro estará en que con Pedro Sánchez no dará respuesta a los territorios despoblados porque se atenderá el criterio del número de habitantes y no del territorio, y “será un debate que se abordrá en exclusiva en catalán y euskera”.

“Necesitamos que quien elabora los Presupuestos Generales del Estado entienda de qué hablamos cuando lo hacemos de despoblación o de la necesidad de invertir en las comarcas pirenaicas”, dijo el presidente, que tras criticar a quienes “prefieren una España desigual”, se refirió en concreto a la agenda aragonesa que expondrá en el Senado cuando sea el momento y citó de forma explícita a Teruel y el problema de la despoblación.

Aseguró que el desarrollo del territorio depende del acceso al agua y de las infraestructuras, así como de medidas como las ayudas al funcionamiento empresarial, aplicadándolas en su máxima cuantía en la provincia de Teruel.

Explicó que llevará al Senado el problema de la “despoblación que sufren muchas de nuestras comarcas”, cuyos motivos de la baja densidad de habitantes es conocida por todos al responder a distintos factores que no son nuevos.

“Necesitamos convertir Teruel en una provincia atractiva para las empresas”, dijo el presidente, puesto que podrá crecer a partir de su tejido empresarial, algo que “no se consigue por ciencia infusa”. Por ese motivo dijo que insistirá en Madrid en la “necesidad de aumentar al 20% las ayudas al funcionamiento que permite esa herramienta”.

Añadió que “muchos municipios de Teruel” necesitan viviendas para asentar a la población, y que llevará también al Senado los problemas habitacionales que existen en buena parte de la Comunidad y que se resolverían “en parte” a través del impulso a la rehabilitación”.

Respecto a la financiación autonómica se sumó a la demanda que ya desde la pasada legislatura ha hecho la Comunidad Autónoma de pedir que se valore, en el reparto de la misma, el coste real de la prestación de los servicios públicos por encima de la población total. E introdujo también en el paquete de demandas que llevará al Senado las infraestructuras pendientes en la Comunidad; en el caso concreto de la provincia la A-68, el “impulso con determinación” de la A-40 y la A-25, así como un empuje “verdadero” al corredor ferroviario Cantábrico-Mediterráneo. Anhelos todos ellos junto con otros en el resto de Aragón que, según Azcón, quedarán “enterrados” si el Estado cede ante los nacionalistas.

La portavoz del grupo parlamentario socialista, Mayte Pérez, reprochó al presidente que utilizase el debate para desviar la atención en lugar de “dar la cara” por el nombramiento de dos directores generales que han hecho apología del franquismo, y le acusó de haber pasado del “rodillo a la apisonadora” en la configuración de la agenda parlamentaria. Algo, dijo la diputada turolense, “impropio de un presidente serio, responsable y maduro”.

El portavoz del grupo parlamentario Aragón Teruel Existe, Tomás Guitarte, planteó por su parte los siete puntos que según esta formación transversal debería reivindicar Aragón ante el Estado. El primero una financiación autonómica acorde con el coste de los servicios y la aplicación del mecanismo rural de garantía en las políticas y las leyes. Reclamó a Azcón que exija también el Pacto de Estado contra la despoblación y el reequilibrio territorial, el incremento de las ayudas al funcionamiento hasta llegar al 20%, el aumento del Fite hasta los 100 millones de euros, y las infraestructuras de carreteras y ferroviarias que viene reivindicando desde hace tiempo esta formación. Guitarte recordó que en abril el Congreso ya respaldó el Plan de Carreteras de Teruel 2030 que contempla la vertebración de la provincia a través de un corredor mediterráneo interior.

La oposición ve una “tapadera” y una “provocación” el debate planteado

Los grupos de la oposición afearon a Azcón por plantear un falso debate en las Cortes con el que solo quiso hacer política nacional al centrarse durante la mayor parte de su tiempo en el tema de la amnistía. La portavoz del PSOE, Mayte Pérez, le reprochó que todo era una “tapadera” y una “provocación” al plantear una comparecencia “surrealista” al servicio exclusivo de los intereses de Azcón como “fiel escudero” y “fiel servidor” de su partido. “Viene a hablar de lo que usted quiere hablar, no de lo que quiere este parlamento”, criticó, y le pidió que con su actitud no cree “discordia” ni “crispación”.

En la misma línea, José Luis Soro (CHA) le acusó de ser “previsible” y de hablar de “generalidades sobre cuestiones en las que estamos todos de acuerdo”. Opinó que lo único que quería Azcón era ser un “barón del PP en Madrid”. Andoni Corrales (Podemos) le acusó de “inmoral”, mientras que Álvaro Sanz dijo que había sido una intervención “impropia”. Alberto Izquierdo (PAR) pidió al presidente que se acuerde de reclamar la “deuda histórica”; Santiago Morón (Vox) se opuso a la amnistía; y Fernando Ledesma (PP) defendió la igualdad de los aragoneses.