Síguenos
Caja Rural de Teruel cerró el pasado ejercicio con un beneficio antes de impuestos de 3,2 millones de euros Caja Rural de Teruel cerró el pasado ejercicio con un beneficio antes de impuestos de 3,2 millones de euros
Imagen de la asamblea

Caja Rural de Teruel cerró el pasado ejercicio con un beneficio antes de impuestos de 3,2 millones de euros

Celebró su asamblea anual
banner click 244 banner 244

Caja Rural de Teruel cerró el pasado ejercicio con un beneficio antes de impuestos de 3,2 millones de euros tras destinar 14,4 millones a provisiones, lo que le permitió elevar su ratio de solvencia en 5,4 puntos hasta el 17,65%. Una vez descontados tributos y otros gastos, el beneficio neto superó los 2,9 millones. La presente anualidad, marcada por la irrupción de la pandemia de coronavirus, deja un beneficio bruto de 3,1 millones hasta septiembre y podría elevar la ratio de solvencia hasta el 19,5%. La entidad se mostró “satisfecha” con estos resultados, aunque manifestó su “incertidumbre” por el devenir de la economía en los próximos meses.

Caja Rural celebró ayer por la tarde en el Palacio de Exposiciones y Congresos de Teruel la asamblea general ordinaria que tuvo que ser aplazada en abril, en la que se dieron a conocer a los socios de la cooperativa de crédito las cuentas y el informe de gestión auditados relativos a 2019, así como el Plan Estratégico 2020-2022. La cita estuvo marcada por las restricciones de aforo establecidas en el real decreto aprobado este lunes por el Gobierno de Aragón para frenar la incidencia del coronavirus.

La sesión comenzó con la proyección de un vídeo corporativo del centenario de la fundación de Caja Rural de Teruel que muestra la evolución e historia de la entidad que comenzó su andadura el 4 de febrero de 1920. La grabación está protagonizada por el pediatra y socio de la entidad Miguel Perdiguer, nacido en Santolea hace 102 años y residente en Alcañiz, que reivindicó el trabajo honesto como el único camino hacia el éxito empresarial.

El presidente de Caja Rural, José Cuevas, y el director, David Gutiérrez, coincidieron en destacar el “compromiso” del equipo humano de la entidad (consejo rector, personal directivo y plantilla) y de los socios que han hecho posible que haya podido cumplir 100 años y atravesar este 2020 sin dejar de prestar servicio en ninguna de sus 74 oficinas.

En la asamblea general ordinaria se aprobó precisamente la renovación como presidente de José Cuevas así como la entrada en el consejo rector de Juan Carlos Brun Macipe (presidente de la sociedad cooperativa Virgen de los Pueyos de Alcañiz y del Consejo Regulador de la Indicación Geográfica Protegida Ternasco de Aragón) en sustitución de José Miguel Ayuda Oliver, que ha cumplido con los ocho años máximos de permanencia.

Caja Rural terminó el año pasado con un margen bruto por encima de los 32,6 millones de euros, 4 menos que los 36,6 de 2018, y destinó 17,2 a gastos (10,2 a gastos de personal) y 14,4 a provisiones, lo que dejó un resultado de explotación de 3,2 millones de euros. El beneficio neto superó los 2,9 millones de euros.

La caja retornó así a la senda de los beneficios después de un 2018 convulso, en el que tuvo que destinar 43,2 millones de euros a provisiones debido a la exigencia de la nueva normativa financiera, lo que dejó un resultado de explotación negativo de 16,8 millones de euros. Para hacer frente al mismo, llevó a cabo una ampliación de capital de 40 millones de euros, de los que 25 fueron aportados en 2019 por el Mecanismo Institucional de Protección (MIP) de la Asociación Española de Cajas Rurales (AECR) y 15 con fondos propios. 

El presidente quiso destacar “el apoyo inequívoco” otorgado por esta asociación, de la que forman parte 29 cajas rurales “que representan el modelo cooperativo que comparte “con orgullo” la entidad turolense. 

Las provisiones realizadas en 2019, siguiendo el criterio de “prudencia”, consiguieron que la tasa de cobertura de la morosidad se situara en el 61,08%. La tasa de morosidad se redujo en 2,33 puntos porcentuales. La entidad señaló que esa es la postura que mantiene también para el ejercicio en curso. “Su reducción es la senda que hay que seguir en el futuro inmediato”, comentó al respecto Cuevas.

Además, la ratio de solvencia se elevó hasta el 17,65%, muy superior al 14,5% mínimo exigido y al 12,25% del que partía.

El patrimonio neto se situó en 141,2 millones de euros, lo que supone un incremento del 28% respecto a 2018. El capital social de la caja ascendió hasta los 108 millones de euros, un 30% más que en 2018. El número de socios se incrementó en 858, con lo que terminó el año con 24.660.

Por otro lado, el total de recursos de Caja Rural de Teruel es de 1.563 millones de euros, lo que supone un incremento de 65 millones respecto al ejercicio anterior.

La inversión crediticia superó los 835 millones. La cuota de depósitos se situó en el 27,95%, mientras que la crédito se elevó al 37,45%.

La caja no fue ajena a la situación del sector financiero español, marcada por tipos de interés negativos y estrechamiento de márgenes financieros. De esta manera, los ingresos por intereses se situaron en 23,3 millones frente a los 28 de un año antes.

No fue partícipe sin embargo del cierre de sucursales y destrucción de empleo. Y es que la entidad turolense cuenta con 74 oficinas (el 40,45% de las sucursales bancarias de la provincia), y a 31 de diciembre de 2019, la plantilla estaba formada por 191 personas (119 hombres y 72 mujeres) con una media de edad de 41 años.

Gutiérrez subrayó la importancia que para el desarrollo de la caja tienen seis las oficinas que se encuentran fuera de la provincia, concretamente en las provincias de Zaragoza, Castellón y Tarragona. “Tenemos capacidad para aumentar nuestro volumen de negocio y aportación a la cuenta de resultados de la caja en estas oficinas en los próximos años”, comentó al respecto.

Cuevas destacó asimismo que las cajas rurales se quedan, en muchos casos, “como la única alternativa a la exclusión financiera, así como la única opción para dinamizar la economía del medio rural, tan necesario para el desarrollo del país y especialmente de zonas despobladas como la provincia de Teruel”.

Evolución

Por su parte, David Gutiérrez, que asumió la dirección de Caja Rural en septiembre de 2019, indicó que a pesar del problema que ha supuesto la Covid-19, está “satisfecho” con la evolución de la entidad por dos motivos: porque ha podido contribuir a ayudar los clientes con la actividad crediticia y con las aportaciones a entidades sociales, y por el trabajo desarrollado, la entrega y la dedicación del equipo humano. “Estoy satisfecho, que no contento, porque soy consciente de que queda mucho camino por recorrer”, señaló.

Previsiones 

Durante la asamblea también se presentaron los resultados de los nueve primeros meses del año. Hasta el 30 de septiembre, Caja Rural ha obtenido un beneficio bruto de 3,1 millones de euros, que confía que se amplíen hasta los 3,8 al cierre del ejercicio, y ha destinado 4 a provisiones, a las que espera dedicar 3 más en el último trimestre. 

La entidad confía en terminar 2020 con un ratio de solvencia por encima del 19,5%, superior en 1,8 puntos al 17,65% con que cerró el pasado ejercicio. Avanzó que la tasa de mora continúa reduciéndose, se mostraron prudentes dada la incertidumbre sobre la evolución economía en el último trimestre en función de la evolución de la situación sanitaria generada por la pandemia.

Caja Rural ha superado los 1.600 millones de euros de recursos totales, con un crecimiento del 2,73% con respecto al 2019.

La inversión crediticia durante estos primeros nueve meses ha experimentado un crecimiento del 1,35%. La entidad ha cerrado un total de 3.202 operaciones de financiación y avales, de las que que 1.057 corresponden a los convenios ICO-Covid19 y Avalia SGR, “lo que convierten a Caja Rural de Teruel en el referente para las pymes y autónomos de la provincia”.

“Si bien los resultados positivos, es necesario aplicar el criterio de prudencia y esperar para conocer las cifras exactas a cierre del ejercicio actual”, puntualizó Gutiérrez.

Un siglo después de su inscripción en el Gobierno Civil como Federación Turolense de Sindicatos Agrícolas y Católicos (FTSAC), la entidad mantiene su vocación de servicio al sector agroalimentario de la provincia. El fuerte impulso dado a los anticipos de las ayudas de la Política Agrícola Común (PAC) ha posibilitado que concentre el 51% de las mismas y el volumen financiado y el número de operaciones han registrado un notable incremento.

Del mismo modo, el número de pólizas que sus clientes han contratado con la Agrupación Española de Entidades Aseguradoras de los Seguros Agrarios Combinados (Agroseguro) se ha elevado un 20,6%.

La entidad también ha impulsado los contratos de leasing (arrendamiento financiero), que partían de volúmenes muy bajos. El número de operaciones y el volumen administrado ha tenido un importante crecimiento.

El consejo rector destinó al Fondo de Educación y Promoción una partida de 331.035 euros, y prestará especial atención a entidades sociales. De esta manera, se han puesto en marcha nuevas colaboraciones con el Banco de Alimentos y la Asamblea de Cruz Roja Española en Teruel, y se ha creado la Beca Jóvenes Universitarios Teruel en colaboración con cuatro empresas turolenses.

En 2019 se realizaron un total de 324 colaboraciones con asociaciones, entidades locales, consejos reguladores de las denominaciones de origen e indicaciones geográficas protegidas Jamón de Teruel, Aceite del Bajo Aragón, Melocotón de Calanda y Ternasco de Aragón, colegios profesionales, organizaciones empresariales, así como con entidades culturales, sociales, deportivas y formativas.