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Concluye la intervención en  una de las partes más antiguas  de la muralla de Teruel del siglo XII Concluye la intervención en  una de las partes más antiguas  de la muralla de Teruel del siglo XII
El muro tapial, en la plaza de la Bombardera, tras el proceso de restauración. Javier Escriche

Concluye la intervención en una de las partes más antiguas de la muralla de Teruel del siglo XII

Las obras en el muro tapial abren ventanas arqueológicas a sus orígenes
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El Ayuntamiento de Teruel, gracias a los Fondos Europeos, ha conseguido que se proteja su patrimonio cultural mediante la restauración de un tramo de la etapa más antigua de la muralla de la ciudad, ubicado en la plaza de la Bombardera que se ha completado con prospecciones arqueológicas en esta misma plaza.

La rehabilitación del entorno de la muralla y del acueducto se incluía en el programa europeo Edusi, por lo que es una actuación cofinanciada por fondos Feder y cumplía con el objetivo de contribuir a la conservación del patrimonio cultural. El presupuesto se aproximó a los 260.000 euros, financiados al 50% por el Ayuntamiento de la capital y por el Feder.

La intervención ya finalizada ha permitido abrir “ventanas arqueológicas”, que facilita que se puedan observar los restos más antiguos y en mejor estado del lienzo del muro tapial en el que se ha intervenido. Durante los trabajos de consolidación del lienzo se pudo comprobar y documentar la “curiosa” inclinación del encofrado, poco habitual en las construcciones de la época, según indicó el arquitecto José Ángel Gil, autor del proyecto de restauración, que ha trabajado en colaboración con los arqueólogos Domingo Martínez y Chema López. La obra se adjudicó a la empresa especializada en restauración Carpetania Integra, el pasado año.

El proceso de la obra se inició con los estudios previos con el objetivo de conocer la composición del tapial, formado por diferentes cajones que se realizaron para el encofrado de la tapia. Para ello se estudiaron los vestigios de las llamadas “espadas” que son restos de madera que pertenecían a los cajones.

En estos pasos previos a la restauración se encargaron una serie de analíticas para conocer los componentes originales con la que se construyó este tapial y de ellos se pudo comprobar que se habían utilizado gravas, áridos, arcilllas y cal.

Salvando la distancia temporal de nueve siglos, para los trabajos de consolidación se acudió a los mismos materiales a la hora de realizar un nuevo revestimiento con el que recuperar el volumen que la muralla había perdido a lo largo de este tiempo.

Tras identificar el volumen de tapia que había desaparecido con el devenir de los años se procedió a preparar un armado con varillas de fibra de vidrio que se han utilizado para asegurar la conexión entre el nuevo recubrimiento de tapial con el original.

En este proceso se hizo un laborioso trabajo de apisonado para asegurar la correcta unión de los elementos.

Dos turistas este fin de semana en la parte visitable de la muralla, desde donde se ve la torre de la Bombardera. J.Escriche

El nuevo encofrado se adapta a la modulación original. En el proceso se utilizaron unas miras metálicas para que hicieran de soporte al nuevo tapial y de guías para la modulación.

Con el objetivo de hacer visible los restos originales, el acabado que ya se puede observar desde la plaza de la Bombardera presenta unas “ventanas arqueológicas” con vistas al antiguo tapial. Los responsables del proyecto aseguran que ha sido un “reto constructivo” para conservar y dar a conocer uno de los restos más antiguos que existen en la muralla urbana de la ciudad, con una forma que -lejos de buscar un fin decorativo- responde a dejar visible la parte menos deteriorada de la antigua muralla.

La intervención en el tapial, como antes se hizo en la torre de la Bombardera, y en el tramo de la muralla visitable, entre el portal de San Miguel y el de la Bombardera, es una página más que se pasa en el libro de la recuperación de la muralla de la ciudad y su entorno. La siguiente intervención pasará por redactar el proyecto de adecuación de la plaza de la Bombardera, para lo cual se han realizado catas arqueológicas, que parece no haber descubierto hallazgos de interés destacado.

Los estudios arqueológicos realizados en el tapial ahora restaurado sí que arrojaron luz sobre los orígenes de su construcción, en el siglo XII. La datación se llevó a cabo mediante radiocarbono que situaban la construcción entorno al año 1130.

Así, en un escaso espacio se congregan el muro tapial, del siglo XII,  la torre de la Bombardera, del siglo XIV-XV, y la pared de ladrillo de una bodega del siglo XX.

La datación del tapial fue un hito importante en el estudio dela muralla de la ciudad, pero además en estos trabajos previos también se descubrió la existencia de restos de la cimentación en mampostería de piedra de una torre semicircular que se construyó en la misma época que la muralla tapial y de la que no se tenía constancia porque la torre de la Bombardera arrancaba directamente desde sus escasos restos. La canalización de la traída de aguas renacentista también desvirtuaba lo que quedaba visible.

Ya en 2008, cuando comenzaron los trabajos en la muralla desde la plaza San Miguel, se encontraron los restos de otra torre similar junto al portal de la Traición que se pueden ver dentro del recorrido del Centro de Interpretación de la Muralla de Teruel.

Actualmente, el acceso a este nuevo hallazgo permanece cerrado pero en el futuro se podrá conectar la plaza con el Centro de Interpretación desde el interior del torreón de la Bombardera.

Nuevas intervenciones

El Ayuntamiento de Teruel sigue proyectando nuevas actuaciones en la muralla de la ciudad y en el borrador del presupuesto municipal para 2024, actualmente en tramitación, aparece una partida de más de 590.000 euros para diferentes actuaciones en la muralla como la iluminación o un ascensor, entre otras, para los que se ha solicitado financiación de los fondos MRR de recuperación y resiliencia.

Para más adelante, quedará la liberación del resto de la muralla desde el punto en el que se ha intervenido ahora y hasta la torre del Rincón.

El tramo de muralla entre el torreón del Agua y el torreón de la Bombardera está cerrado temporalmente. J. Escriche

El Ayuntamiento intervendrá en la estructura de madera del centro expositivo

Los visitantes que este Puente de la Inmaculada han llegado a Teruel y se han acercado al Centro de Interpretación de la Muralla han podido comprobar que una parte del recorrido se encuentra cerrado al público por trabajos de reparación. Se trata del tramo que va desde el torreón del Agua al torreón de la Bombardera.

La estructura de madera que conecta ambas construcciones se encuentra en mal estado. El concejal de Infraestructuras, Juan Carlos Cruzado, explicó que se está realizando un estudio de los materiales para posteriormente poder intervenir en ella.

No obstante, el Centro de Interpretación permanece abierto al público y se pueden visitar sus diferentes salas. En el interior de este centro expositivo sobre la historia de las murallas de Teruel se encuentra una representación de maquinaria bélica de asedio del siglo XIV a tamaño real y escala.

También se puede conocer en este centro cómo era la antigua traída de aguas de la ciudad y contemplar el acueducto renacentista de Los Arcos, que forma parte de la misma y que está considerada una obra de ingeniería ejemplar de la época.

Igualmente, los contenidos hacen un repaso a diferentes episodios históricos acaecidos en al ciudad y que tuvieron a la muralla como protagonista como fue la guerra de los Pedros, en el siglo XIV.

Este tramo de la muralla que se puede visitar en la actualidad accediendo desde la plaza de San Miguel corresponde a la primera fase de apertura al público para su visita que comenzó en junio de 2017. Posteriormente, se acondicionó un tramo de muralla desde el torreón del Agua, que permitía pasar por el adarve y en una siguiente fase, en el año 2020,  se abrió al público la torre de la Bombardera.