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Daniel Magro, de Aragón Vertical: “Trabajar en este monumento mudéjar es todo un lujo” Daniel Magro, de Aragón Vertical: “Trabajar en este monumento mudéjar es todo un lujo”
Daniel Magro, trabajando en la torre de El Salvador

Daniel Magro, de Aragón Vertical: “Trabajar en este monumento mudéjar es todo un lujo”

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La empresa Aragón Vertical se está encargando estos días de  realizar los trabajos de restauración en la torre de El Salvador, en Teruel. Daniel Magro está al frente de ella. Vive en Cañizar del Olivar donde llegó hace diez años desde Barcelona y trabaja por toda la provincia y otras limítrofes realizando trabajos verticales, desde arreglar campanarios a instalar antenas. En este trabajo ha conseguido unir su afición a la escalada con la práctica de un oficio, como puede ser, en el caso de la torre, labores de albañilería y restauración.

En estos primeros días de trabajo sobre los paños de la torre mudéjar de El Salvador está solo con la única compañía de sus cuerdas. Cuando se disponga a colocar las piezas cerámicas ya será necesaria la ayuda de otra persona.

“Soy polivalente, hago de todo un poco y con los trabajos verticales me adapto a lo que me piden”, comentó. Así, ayuda a fontaneros que colocan la caldera pero luego necesita sacar un tubo por el tejado o a otras empresas a instalar silos, limpiar lucernarios o  edificios  porque “un andamio cuesta mucho de poner y nosotros lo hacemos sin instalarlo”.

La seguridad es importante en todos los trabajos pero más si cabe en este. Realiza su trabajo con dos cuerdas de 50 metros instaladas para descolgarse él y otras dos para colgar el material, como esta semana cuando se le ha podido ver con dos cubos donde llevaba la cal y el agua para asegurar los paños de la torre.

“En los trabajos verticales la seguridad tiene que ser la misma a tres metros que a cien”, aseguró, porque el peligro es el mismo.

Ha trabajado en otras torres de iglesias de la provincia, pero afirmó que el trabajo que está haciendo estos días sobre la torre de El Salvador, a  40 metros de altura y Patrimonio Mundial  de la Unesco desde 1986 “es un lujo”.