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Dar salida a las viviendas rurales vacías es la clave para resolver la falta de alojamientos Dar salida a las viviendas rurales vacías es la clave para resolver la falta de alojamientos
La promoción de vivienda en las zonas rurales para asentar población y atraer nuevos pobladores es una de las políticas que tienen que impulsarse

Dar salida a las viviendas rurales vacías es la clave para resolver la falta de alojamientos

Una cuarta parte de las viviendas de la provincia están sin ocupar todo el año, algunas con problemas de habitabilidad
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Dar salida a las viviendas rurales que se encuentran vacías durante todo el año va a ser una cuestión clave para resolver la falta de alojamientos en los pueblos de la provincia, y que es una de las necesidades para poder asentar habitantes y luchar contra la despoblación. Instituciones y movimientos sociales coinciden en que la falta de vivienda en estos territorios es uno de los mayores problemas a que se enfrenta el reto demográfico. En la provincia, una cuarta parte de los alojamientos (26,35%) están vacíos durante todo el año, si bien algunos de ellos no estarían en condiciones de habitabilidad por su abandono.

Esta situación es una de las cuestiones sobre las que alerta un estudio elaborado por la tasadora Tinsa dado a conocer esta semana, según el cual las viviendas vacías suponen un 14,4% del parque residencial en el conjunto del país. Teruel está entre las nueve provincias españolas con mayor porcentaje de viviendas vacías, y todas ellas pertenecen a lo que se conoce como la España vaciada o despoblada.

Aunque ahora es cuando más se está poniendo el foco de atención en este problema, en las zonas rurales hace tiempo que se viene advirtiendo del problema, puesto que una de las dificultades que tienen para atraer nuevos pobladores o asentar a la juventud del pueblo es esa ausencia de un parque residencial.

En la primera Comisión de Fomento, Vivienda, Movilidad y Logística celebrada esta semana en las Cortes de Aragón con el inicio de la legislatura y del curso político, se puso de manifiesto la necesidad de impulsar políticas de construcción o rehabilitación de edificios que contribuyan a revertir esta situación.

Compromiso

El nuevo consejero, Octavio López, se comprometió a desarrollar acciones en esa línea, pendientes de concretar, porque reconoció que disponer de alojamientos es imprescindible para poder afrontar a su vez el problema de la despoblación.

No es un debate nuevo. En la anterior legislatura, uno de los últimos debates en la Comisión de Vertebración del Territorio giró precisamente sobre esa cuestión, para la que durante los años del cuatripartito se impulsó una medida de microcirugía con la concesión de ayudas a los ayuntamientos para la rehabilitación de vivienda municipal para poder alquilarla a nuevos pobladores. Se hizo a través del Fondo de Cohesión Territorial, y permitió poner en marcha un centenar de alojamientos en todo Aragón, a la vez que se veía que las partidas habilitadas para este fin eran insuficientes ante la gran demanda de solicitudes que se presentaban en cada convocatoria anual.

Las comarcas turolenses han puesto de manifiesto esta problemática a través de diferentes iniciativas. La Oficina para el Fomento y Desarrollo de las Cuencas Mineras (Ofycumi) dio a conocer esta semana un estudio que revelaba que la comarca disponía de un amplio número de casas que están a la venta, 155, pero que la mayoría presenta problemas de habitabilidad y requiere de inversiones para ocuparlas.

Si bien para el asentamiento de jóvenes del municipio que quieren desarrollar su proyecto de vida en él podría ser una alternativa, no lo es para nuevos pobladores, que lo que buscan son alojamientos de alquiler.

Planes estratégicos

La Comarca Comunidad de Teruel, que presentó días atrás su Plan estratégico comarcal para el periodo 2023-2027, aborda esta cuestión en el documento, donde ya alerta de la “legión” de viviendas sin ocupar que hay en los pueblos y que presentan un estado de conservación precario.

Esta es una de las cuestiones fundamentales que recoge la Ley de dinamización del medio rural en Aragón impulsada por el cuatripartito durante la pasada legislatura y que se aprobó al final del periodo de sesiones. La norma dedica un capítulo a este asunto y entre los aspectos en los que incide está la necesidad de establecer fórmulas de colaboración para recuperar los cascos urbanos pero sin concretar cómo, aunque apunta medidas de discriminación positiva e incentivos a particulares.

Mientras las instituciones coinciden con independencia de su color político en la necesidad de abordar soluciones inmediatas sin mayor demora, la sociedad civil también ha puesto este asunto en el centro de sus reivindicaciones.

La Revuelta de la España vaciada acordó en su asamblea general celebrada el pasado fin de semana en la provincia de Soria, que su próxima movilización estará dirigida a pedir soluciones al problema de la vivienda en los pueblos.

Movilización

La acción se llevará a cabo el próximo 7 de octubre dentro de la movilización que se celebra todos los años a principios del otoño bajo la denominación Yo paro por mi pueblo, que este año tendrá como temática los problemas existentes de acceso a la vivienda en la España vaciada. A través de esta iniciativa quieren visibilizar la necesidad de que haya un parque de vivienda pública de alquiler en el medio rural.

La vivienda rural es un asunto que en la pasada legislatura se consiguió introducir en la nueva ley estatal gracias a las enmiendas presentadas por Teruel Existe, ya que en un principio la norma ignoraba esta problemática en las zonas rurales y se fijaba exclusivamente en las tensiones existentes en las grandes ciudades. Es algo en lo que se insistió esta semana en las primeras comisiones celebradas en las Cortes de Aragón, ya que en la de Hacienda la portavoz de Teruel Existe también pidió incentivos fiscales para la vivienda rural.

El estudio de la tasadora Tinsa dado a conocer esta semana, denominado Análisis de la vivienda vacía en España, diferencia por un lado la situación en los grandes núcleos y áreas de población, y por otro se fija en la situación de la España vaciada.

Cuotas

El trabajo señala que las mayores cuotas de vivienda vacía (porcentaje sobre el total del parque inmobiliario existente) se da en las provincias del interior y el noroeste peninsular. De hecho, Teruel figura entre las nueve con mayor porcentaje de alojamientos sin ocupar durante todo el año.

Orense y Lugo con un 43,7% y un 37,3% son las que tienen un mayor porcentaje de viviendas vacías, mientras que Teruel está entre las siete siguientes con proporciones que están entre el 25 y el 30 por ciento, y que afecta sobre todo a las dos Castillas y Aragón. En el caso de la provincia de Teruel, según las estadísticas del INE, el 26,35% de sus alojamientos están vacíos.

Los datos los dio a conocer el INE a principios del verano, y según los mismos, en la provincia turolense habría un total de 125.711 viviendas, de las cuales 33.127 estarían vacías. De acuerdo con este mismo censo, otro 15% se usaría solo entre uno y tres meses al año.

Tinsa achaca esta situación a la despoblación progresiva de las zonas rurales. Un problema de estos alojamientos es que por su abandono, ya que no se utilizan como segundas residencias, no reúnen requisitos de habitabilidad muchas de ellas salvo que se acondicionaran. Además, en ocasiones existen problemas sobre la propiedad, puesto que sus propietarios fallecieron y la titularidad es múltiple al existir varios herederos, en ocasiones sin haber resuelto la situación.

Redefinir situaciones

En sus conclusiones generales para todo el país, la tasadora que ha realizado el informe señala que es necesario hacer un replanteamiento del modelo de ciudad actual y “anticipar y redefinir los modelos de ordenación territorial”. En este sentido, el documento se muestra partidario de “potenciar un modelo de crecimiento territorial distribuido en capitales secundarias, favoreciendo la inversión para la creación de polos de actividad y empleo”, algo que según los autores del trabajo “ayudaría a no concentrar excesivamente la población en un reducido número de capitales principales”.

En el ámbito provincial, el Plan estratégico de la Comarca Comunidad de Teruel 2023-2027 hace planteamientos razonables que son extensibles a todo el mundo rural de la provincia. Apunta a este respecto que una de las oportunidades que existen es ofrecer un mercado de vivienda más competitivo en términos de precio y calidad. Para ello sería necesario acometer toda una batería de medidas que resuelvan las múltiples carencias que soporta el mercado de alojamientos en el medio rural más despoblado. Apunta entre ellos tanto la disponibilidad de suelo urbanizable, ya que son muy pocos los que tienen reserva del mismo, hasta la salida al mercado del alquiler o venta de la “legión de viviendas que conforman un porcentaje muy importante de los cascos urbanos de los pueblos y que suelen presentar un estado de conservación y por tanto de habitabilidad muy precario”.

Los autores apuntan para hacer frente a esta situación medidas legislativas, si bien inciden en que el mayor problema es articular fórmulas que permitan recuperar el patrimonio inmobiliario abandonado o en desuso. Plantean para ello la posibilidad de una oficina de asesoramiento urbanístico a los pequeños municipios, además de entender que es “imprescindible” la adopción de soluciones “a medida de la realidad y casuística de cada pueblo”.

También apuesta por un diagnóstico de la situación del mercado de la vivienda a escala comarcal, puesto que las acciones individuales a nivel municipal tendrán poco alcance; y sugiere a la mayor brevedad un plan de vivienda para el Teruel rural.