

Del Estacionamiento de aviones a la vanguardia verde: el Aeropuerto de Teruel ‘hub’ de innovación y sostenibilidad
Durante años, el Aeropuerto de Teruel ha sido conocido como el mayor centro de estacionamiento, mantenimiento y reciclado de aeronaves de Europa, una referencia peculiar pero estratégica en el mundo aeronáutico. Sin embargo, esta visión está cambiando rápidamente. Lejos de ser solo un lugar donde las aeronaves terminan su vida útil, Teruel se está posicionando como un polo de innovación y sostenibilidad tecnológica clave para el futuro de la aviación mundial, especialmente en desarrollos sostenibles, mantenimiento avanzado y pruebas de nuevas tecnologías aeronáuticas.
De plataforma logística a centro tecnológico
El aeropuerto, oficialmente conocido como Plataforma Aeroportuaria-Teruel (PLATA), comenzó a operar al tráfico aéreo civil en marzo de 2013 como un espacio especializado en almacenamiento, mantenimiento y desmantelamiento de aeronaves. Gracias a sus condiciones climáticas secas, amplias instalaciones y costes operativos bajos, Teruel atrajo a empresas como Tarmac Aerosave, especializada en almacenamiento a largo plazo y reciclaje de aviones. Durante la pandemia, su capacidad fue clave para acoger cientos de aeronaves de aerolíneas que suspendieron operaciones, lo que aumentó su visibilidad a nivel global.
Más recientemente con Aviation International Recycling, se profundiza en el reciclado de materiales y la capacidad de reconversión aeronáutica en unas superficies de 80.000 m2 y preparando los nuevos desafíos de la movilidad aérea sostenible.
Pero Teruel no se ha conformado con ese rol logístico y de almacenamiento de aeronaves. Hoy se proyecta como un laboratorio para ensayar, validar y certificar tecnologías que marcarán la aviación del futuro. Esta transformación responde a la necesidad global de avanzar hacia un modelo aeronáutico más limpio, eficiente y automatizado.
Se está desarrollando en el aeropuerto un Centro Tecnológico Aeroespacial con el ITA para pruebas y ensayos de comunicaciones, materiales y equipamiento eléctrico de aeronaves.
El impulso de la sostenibilidad
Uno de los ejes principales del nuevo modelo de desarrollo del aeropuerto es la sostenibilidad. A partir de 2025, se pondrán en marcha varios proyectos orientados a la transición energética en la aviación. Por un lado, está prevista la construcción de instalaciones para producir Hidrógeno Verde, destinado a pruebas de sistemas de propulsión sin emisiones. También se impulsará la infraestructura para operar con Combustibles de Aviación Sostenibles (SAF), como parte de las estrategias europeas para reducir la huella de carbono del sector aéreo.
A ello se suman las capacidades de reciclaje avanzado que ya existen en Teruel. Gracias a tecnologías emergentes de separación de materiales compuestos y recuperación de metales críticos, se está convirtiendo en referente de economía circular en aeronáutica. Este enfoque no solo reduce el impacto ambiental, sino que convierte a Teruel en un nodo esencial en el ciclo de vida completo de los aviones.
Porque la aviación debe ser sostenible o no será, es decir, tiene que migrar de forma obligatoria a los biocombustibles, a sistemas eléctricos y de hidrógeno en el medio plazo.
Innovación y pruebas de nuevas tecnologías
El aeropuerto también está atrayendo a empresas de tecnología avanzada interesadas en validar prototipos y sistemas innovadores. Varias empresas startups de aviación eléctrica y movilidad aérea urbana (UAM) han mostrado interés para llevar a cabo ensayos de vuelo de aeronaves ligeras y drones, aprovechando el espacio aéreo controlado y la baja densidad de tráfico comercial, así como las aeronaves de alas fijas y dirigibles de vuelos estratosféricos que ya se están preparando en el aeropuerto.
Asimismo, compañías de diversa procedencia y compañías aéreas forman a sus pilotos o desarrollan ensayos en vuelo de sus prototipos y sin descuidar la estrecha colaboración desde hace años con el Ministerio de Defensa, clave para la industria dual, que permite un mayor desarrollo industrial.
Por todo ello, sin duda, el aeropuerto de Teruel se ha convertido en el lugar codiciado por las empresas punteras de la aeronáutica mundial y sus resultados se ven cada vez más en sus 5,5 millones de m2 y sus más de 700 trabajadores que siguen creciendo e impulsando con su talento el devenir del futuro de la aviación.