

El apagón y los fallos en las redes de telefonía e internet limitan la actividad empresarial
Electrointensivas como Ronal y Finsa cierran todas sus líneas y otras realizan trabajos auxiliaresLa mayoría de las empresas industriales electrointensivas turolenses, así como aquellas que no disponían de generadores, se vieron obligadas este lunes a detener su actividad, o a reducirla a labores auxiliares de limpieza y mantenimiento, tras el apagón que afectó a toda la Península. En el sector de la restauración, el grueso de los establecimientos cerró sus puertas al mediodía al no poder dar servicio a la clientela ante la imposibilidad de utilizar cocinas, cafeteras y cajas registradoras.
Ronal Ibérica -que cuenta con sendas plantas en el parque empresarial La Paz y en el polígono Platea en las que fabrica llantas de aleación ligera para automoción en las que trabajan más de 700 personas entre fijas y eventuales- tuvo que parar la producción y vaciar los hornos, según explicó el director, Dominik Wiederhold.
Financiera Maderera SA (Finsa) también detuvo todas sus líneas de fabricación en Cella I y Cella II, según fuentes de la compañía.
Aratea SL, la sociedad participada por Finsa y Adeo que ultima la construcción de una planta de producción de piezas y componentes de mobiliario de cocina en Platea, detuvo asimismo los trabajos que dependían de la energía eléctrica, añadieron las mismas fuentes.
El Aeropuerto de Teruel dispone de generadores para sostener su operación, pero la actividad de las empresas instaladas se vio condicionada por la falta de electricidad. En el caso de Tarmac Aragón -dedicada al estacionamiento, mantenimiento y reciclado de aeronaves-, el grupo electrógeno de soporte mantuvo la luz, “por lo que el efecto fue menor”, según el director de la planta, José Moliner, quien añadió que a partir de un determinado momento se quedaron sin internet y sin teléfono, “lo que repercutió negativamente en nuestra actividad”.
En la planta de pintura de aeronaves de International Aerospace Coatings estuvieron trabajando en tareas manuales mientras dispusieron de luz natural y retomaron el resto cuando se repuso el suministro eléctrico, según el director de IAC Spain, Pedro Antonio Jaray.
La gerente del parque empresarial La Paz (Asempaz), Belén Plumed, aseguró que el apagón provocó “una situación de auténtico caos”. “Desde el primer minuto en se que produjo la caída de la red, recibimos multitud de llamadas solicitando información sobre la incidencia”, dijo.
“El impacto sobre las empresas ha sido devastador”, continuó. Plumed explicó que muchas se vieron obligadas a detener completamente su producción debido a la interrupción del suministro eléctrico y mandar a las personas trabajadoras a casa, mientras que una de cada cuatro pudo mantener la actividad limitada gracias a la utilización de grupos electrógenos. Aunque todavía no se había podido cuantificado las pérdidas, se prevén importantes, concluyó.
La presidenta de la asociación provincial Teruel Empresarios Turísticos (TET), Elena Marco, precisó que en el sector de la restauración muchos establecimientos cerraron por la mañana porque no podían dar servicio a la clientela al no funcionar los electrodomésticos de las cocinas, las cafeteras ni las cajas registradoras para poder cobrar, aunque en algunos locales utilizaron generadores. Añadió que trataron de mantener cerrados congeladores y las neveras para mantener estable la temperatura y que no se estropearan los productos almacenados.
La gerente de las asociaciones Turismo Bajo Aragón y Empresarial de Andorra-Sierra de Arcos y Bajo Martín, Nieves Ballesteros, aseguró que “la mayoría de bares y cafeterías paralizó la actividad porque no podían dispensar cafés ni dar un buen servicio”. “No hemos cuantificado pérdidas, será en los próximos días”, dijo.
Aunque algunos bares cerraron, otros estaban abiertos sirviendo las bebidas que todavía tenían frías y con los hielos acumulados. En El Refugio, en Teruel, había menos gente de la habitual un lunes, según confirmó su propietario, Juan Carlos Górriz, quien se mostró sorprendido porque la gente siguiera yendo.
Combustibles
Uno de los primeros sectores que empezaron a notar las consecuencias del corte de luz registrado en España fue el de la distribución de carburantes y las estaciones de servicio. Rápidamente se quedaron sin vehículos ante la imposibilidad de surtir. “Llevamos ya un par de horas parados”, comentó el personal de la estación que la multinacional Repsol mantiene a la entrada del polígono La Paz de Teruel.
Sin embargo, las tiendas de las gasolineras sí realizaron numerosas ventas durante toda la jornada y en alguna de la capital turolense se vieron obligados a apuntar los códigos de barras de cada uno de los productos que vendían para, una vez recuperada la energía eléctrica, poderlas pasar al ordenador.
También se elevaron notablemente las ventas en las tiendas que ofrecen bombonas de butano y aparatos para cocinar o iluminarse con ese combustible.