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El Arquillo llegó a desembalsar hasta 7 metros cúbicos por segundo en febrero para reducir el volumen de agua El Arquillo llegó a desembalsar hasta 7 metros cúbicos por segundo en febrero para reducir el volumen de agua
El embalse del Arquillo, en la mañana del pasado domingo

El Arquillo llegó a desembalsar hasta 7 metros cúbicos por segundo en febrero para reducir el volumen de agua

El pantano de San Blas está a un 80,88% de capacidad
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El pantano del Arquillo de San Blas llegó a desembalsar durante el mes de febrero hasta 7 metros cúbicos de agua por segundo para reducir su volumen ante la crecida de los aportes del río Guadalaviar debido a las nevadas de principios de año. El volumen del agua embalsada en la presa sigue siendo muy alto en la actualidad, aunque ha perdido 1,5 hectómetros cúbicos con respecto a la cantidad que tenía almacenada hace un mes, cuando se encontraba al 93,2% de su capacidad. A día de ayer, la presa tenía almacenados 17,01 Hm3, por lo que estaba a un 80,88% de su capacidad de almacenamiento.
Los turolenses han sido testigos durante todo el mes de febrero de los importantes aportes que el río Guadalaviar ha hecho al embalse del Arquillo, así como del no menos importante ritmo de desembalse que ha tenido. Así lo han podido constatar quienes han recorrido la senda fluvial del río que discurre entre la pedanía de San Blas y la presa, que se ha convertido durante el confinamiento perimetral en uno de los sitios más visitados fuera del casco urbano de la capital para disfrutar de las cascadas que se forman cuando baja mucha agua en el Balsón Grande y la antigua piscifactoría.
El embalse del Arquillo ha comenzado el mes de marzo a un 80,88% de su capacidad, puesto que almacena en estos momentos 17,01 hectómetros cúbicos de agua, uno de sus niveles más altos para esta época del año, según los datos facilitados por el sistema de información automático de la Confederación Hidrográfica del Júcar, de quien depende el pantano.
Esos datos suponen que ahora almacena 1,5 Hm3 menos que al comenzar el mes de febrero, pero eso no se debe a un descenso de los aportes de agua que ha recibido sino a que la Confederación Hidrográfica del Júcar ha estado desembalsando en abundancia para reducir el volumen de agua almacenada, en previsión de que se produjeran fuertes avenidas  en lo que se conoce como resguardo estacional.
El volumen de agua embalsada a principios de marzo es el habitual para esta época del año cuando no se registran periodos de sequía. Así, el año pasado para estas fechas el embalse estaba al 80,52% de su capacidad, y hace dos años al 80,90%. En cambio, durante la última sequía se llegó a situar a principios de marzo a un 13,50% en 2018, mientras que el año anterior lo estuvo al 49,49%.
En otros periodos de sequía el Arquillo ha iniciado el mes de marzo a menos del cincuenta por ciento de su capacidad, como sucedió en 2013 cuando estuvo al 46,69% o en los años 2006, 2007 y 2008, periodos en los que llegó a estar al 39,68%, el 42,25% y el 48,34% respectivamente. Fue en los años 2001 y 2010 cuando llegó a estar muy por encima de lo que es el resguardo estacional en que se encuentra ahora, ya que en esos ejercicios llegó a estar al 95,53% y el 87,33% respectivamente.
El mes de febrero el Arquillo lo inició al 93,2% de su capacidad, pero lo ha finalizado al 80,90% para mantener ese resguardo estacional en previsión de fuertes avenidas, después de que se iniciara el deshielo tras las nevadas de enero.
A comienzos del mes de febrero el caudal de entrada al embalse era de unos 2,5 m3/s, mientras que el de salida era de 1,63 m3/s, pero durante la primera quincena del mes se fue incrementado el desembalse con el objetivo, según explicaron fuentes de la CHJ, de ir reduciendo el volumen almacenado y recuperar los resguardos por crecidas establecidos por las normas de explotación para cada época del año.
Así, el caudal de salida fue aumentando de forma progresiva durante la primera quincena, hasta alcanzar los 7,21 m3/s el 14 de febrero, según los datos de la estación de aforos que hay en el río Guadalaviar a mitad del recorrido de la senda fluvial que va de la pedanía de San Blas hasta la presa.
A partir de ese día el caudal fue reduciéndose aunque manteniéndose a unos niveles muy altos por encima de los 3 m3/s hasta el 22 de febrero, y por encima de los 2 m3/s hasta finales de mes. En el día de ayer ese caudal se había reducido hasta los 1,58 m3/s.
La reserva hídrica que arroja el embalse de San Blas dependiente de la Confederación del Júcar sigue estan muy por encima del volumen de agua embalsada tanto en el sistema del Júcar como en el conjunto del país. En el primer caso, la cuenca del Júcar estaba la semana pasada al 57,8% de su capacidad, mientras que la del conjunto del país era del 63,7%