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El Arquillo presenta en mayo el volumen de agua embalsada más alto de los últimos quince años El Arquillo presenta en mayo el volumen de agua embalsada más alto de los últimos quince años
El embalse del Arquillo en su estado actual, con el agua al nivel de la presa, en una imagen tomada el pasado domingo

El Arquillo presenta en mayo el volumen de agua embalsada más alto de los últimos quince años

Las últimas lluvias elevan el nivel al 88,7% de capacidad
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El embalse del Arquillo de San Blas ha comenzado el mes de mayo con su nivel más alto de los últimos quince años en esta época del año. En la tarde de ayer tenía embalsados 18,63 hectómetros cúbicos de agua, lo que supone que estaba a un 88,71% de su capacidad, según datos de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ). Esta situación a comienzos del mes de mayo no se daba desde principios de siglo, cuando llegó a situarse por encima de los 19 hectómetros cúbicos.
Las lluvias de las últimas semanas han sido determinantes para incrementar el agua embalsada, ya que cuenta con un hectómetro cúbico más de agua que la que almacenaba hace un año al comenzar el mes de mayo, cuando estaba al 83,9% de su capacidad y el agua embalsada llegaba a los 17,62 hectómetros cúbicos.
En el último mes ha ganado un hectómetro cúbico de agua, aunque el mayor crecimiento se ha producido durante prácticamente la última semana gracias a las precipitaciones que ha habido.
Desde el año 2004 el embalse no había estado tan lleno al comenzar mayo, si bien es cierto que durante la primavera el volumen de agua embalsada puede variar mucho a lo largo del mes en función del volumen de las precipitaciones y de su intensidad.
El de ahora no es ni mucho menos el nivel más alto registrado en lo que va de año, ya que el ejercicio lo comenzó también con cifras espectaculares después de las fuertes nevadas de enero y cuando comenzó el deshielo, a finales de ese mes. Eso permitió que a comienzos de febrero el embalse del Arquillo alcanzase los 19,5 hectómetros cúbicos almacenados, cuando su capacidad máxima es de 21.
Eso hizo, unido al confinamiento perimetral, que el embalse fuese muy visitado durante todo el primer trimestre del ejercicio, así como el paseo fluvial del Guadalaviar que lleva hasta la presa, que cuando se desembalsa mucha agua debido al elevado volumen almacenado activa las cascadas del denominado Balsón Grande, al comienzo del camino y uno de los puntos más visitados de todo el recorrido.
El pasado domingo, a pesar de la lluvia y de la mañana desapacible que hizo, hubo un constante goteo de personas que se acercaron para ver el nivel del Arquillo después de que en marzo bajase por la reserva estacional que se hace en previsión de avenidas por las precipitaciones primaverales.
El Arquillo acumula ya cuatro ejercicios consecutivos en los que su nivel al comenzar el mes de mayo ha estado por encima del 80%, una tendencia que arrancó en 2009 y que solo se vio rota por la sequía de 2017. Ese año el Arquillo se colocó en mayo al 44,69% de su capacidad y siguió perdiendo agua durante el resto del ejercicio y el primer trimestre del año siguiente, hasta que las precipitaciones de primavera que hubo en 2018 volvieron a hacerlo crecer.
En el conjunto del país, el Arquillo con su 88,71% de agua embalsada es uno de los pantanos con una mayor reserva hídrica de acuerdo  con su capacidad, al nivel de los de las cuencas internas de Cataluña, que están al 86,4% de su capacidad, y algo por debajo del País Vasco, que está al 95,2%. La reserva hídrica española está al 60,9% de su capacidad, y en la cuenca del Júcar se sitúa en el 61,7%.