

El Arrabal aspira a ser una prolongación del Centro Histórico de Teruel, pero sin perder sus señas de identidad como barrio popular. Por eso, entre sus demandas prioritarias se encuentra el arreglo del espacio ubicado frente al Archivo Provincial y las aceras de la calle Mayor, que desemboca en la ronda Dámaso Torán.
Las necesidades del barrio fueron ayer el princiopal tema de conversación, tanto durante la celebración del tradicional matacerdo como en la asamblea general extraordinaria convocada para proceder a la elección de la nueva junta directiva, que se hará cargo de la asociación de vecinos los dos próximos años.
Durante la misma, Michel Górriz comunicó su intención de dejar la presidencia, que ha obstentado durante seis años, y de dejar la junta, de la que ha formado parte durante ocho. “Creo que ha llegado el momento de tomarme un descanso y de dar paso a gente nueva, que mantenga vivas las inquietudes del barrio”, argumentó.
(Publicado en la edición del domingo, 28 de enero)