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El Campus de Teruel acoge una jornada sobre la prevención del consumo de cánnabis y tabaco El Campus de Teruel acoge una jornada sobre la prevención del consumo de cánnabis y tabaco
Víctor Villanueva, Alfonso Blesa, Emma Buj, Alexia Sanz, Sandra Usón, Adelaida Lozano y José Martín, en la jornada inaugural junto al director provincial de Educación

El Campus de Teruel acoge una jornada sobre la prevención del consumo de cánnabis y tabaco

Los expertos debaten sobre la combinación de ambas sustancias entre los más jóvenes
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El inicio en el consumo de cánnabis y el tabaco se están acercando  y se sitúa entre los 14 y 15 años. Si los adolescentes se fuman su primer cigarro a una edad algo superior a hace unos años en el cánnabis sin embargo se inician antes. Estudiar la relación del consumo de estas dos sustancias a la vez, poner en común las investigaciones de los expertos en ambas sustancias y establecer líneas de prevención dirigidas a los ámbitos educativo, universitario y sanitario es el objetivo del proyecto EVICT (Evidencia Cánnabis Tabaco) que se ha presentado en la I Jornada de Investigación-Acción en el nudo Cánnabis-Tabaco, celebrada en el Campus de Teruel.
Este proyecto es nacional y está conformado por expertos de toda España. Algunos de ellos estuvieron en Teruel, como Adelaida Lozano, miembro de EVICT y vicepresidenta del Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo (CNPT), en cuyo seno nació este proyecto. “El comité es un asociación sin ánimo de lucro, que aglutina a más de una treintena de sociedades científicas, de medicina, enfermería, psicología y otras disciplinas y colegios profesionales o asociaciones como por ejemplo la AECC”, detalló.
Este comité se dedica a la prevención del tabaquismo y detectó que estaba habiendo un problema con el cánnabis que estaba interfiriendo en la reducción del consumo de tabaco. Por eso decidimos poner en marcha el proyecto EVICT (Evidencia Cánnabis Tabaco) con la financiación en este caso del Plan Nacional sobre Drogas, con dinero que proviene de los decomisos por tráfico ilegal de drogas.
El proyecto comenzó en 2015, después de que se hubiera detectado que se había reducido el consumo de tabaco gracias a diferentes acciones relacionadas con la legislación, campañas de publicidad y otras acciones pero en el cánnabis se producía un repunte porque la percepción que tienen los jóvenes del peligro de esta droga es más baja que la del tabaco.
“Algunos jóvenes y adolescentes que se inician en el cánnabis lo hacen usando tabaco. La adicción que tiene la nicotina es más elevada y entonces acaban fumando tabaco y siendo adictos a esta droga legal por esta entrada a través del cánnabis. Nosotros llamamos una puerta inversa, porque hasta ahora primero se iniciaban en el tabaco y luego en el cánnabis. Ahora, comienzan con las dos sustancias a la vez o al revés”, explicó esta experta. Así, apuntó que en el tabaco se está incrementando la edad de inicio de su consumo y se aproxima a los 14 años pero en el cánnabis va reduciéndose y se queda sobre los 15, “por lo que se están aproximando y si hacemos la media, solo hay un año de diferencia”.
En cuanto al género, Lozano explicó que el patrón entre consumidores femeninos y masculinos sigue siendo diferente y también es distinto entre adultos y adolescentes.
“Las chicas más jóvenes tienen una mayor prevalencia en el tabaco y en el caso del cánnabis es al revés, los chicos consumen más. En adultos, el consumo mayoritario en ambas sustancias es entre hombres”, apuntó.
Lo novedoso del proyecto EVICT es que es el primero de estas características, porque hasta entonces no se estaba trabajando de forma conjunta sobre las dos sustancias. Desde que se conformó se están desarrollando programas de prevención dirigido a escolares, en programas de Educación para la salud y también en el ámbito universitario mediante la figura de los mediadores. “Se está trabajando un proyecto para que conozcan la realidad, la interrelación y los efectos y para desmitificar la idea de que el cánnabis es natural y no pasa nada e incrementar la sensación de riesgo”, explicó la vicepresidenta del Comité, que agregó que en el ámbito sanitario, “hemos hecho formación para profesionales para potenciar que hay que ayudar a deshabituarse en las dos sustancias, porque si alguien decide dejar una sustancia y continuar con la otra tiene menos éxito, recae con más frecuencia”.
La jornada, en la que participaron unas 60 personas entre asistentes y ponentes, fue inaugurada a por la alcaldesa de Teruel, Emma Buj; el director provincial de Educación, Pedro Joaquín Simón; la vicerrectora, Alexia Sanz; el director de la Fundación Antonio Gargallo, Alfonso Blesa; el decano de la Facultad de Ciencias Sociales y Humanas, José Martín Albo y el investigador del Campus de Teruel, Víctor Villanueva. También estuvo presente Sandra Usón, responsable de la Obra Social de la Caixa, que financió la jornada junto a la Fundación Antonio Gargallo.
Usón recordó que la fundación bancaria la Caixa disponen de un programa de prevención de drogodependencias, en el que se inscribe el apoyo a esta jornada, en la misma línea que la exposición Hablemos de drogas, que se pudo ver en Teruel el pasado otoño. “Queremos intervenir en la mejora de la calidad de vida y en hábitos saludables para las personas”, subrayó.
Durante la jornada hubo conferencias como la de Joseba Zabala, médico de Salud Pública del Ayuntamiento de Vitoria, que analizó las dimensiones del problema, se realizaron mesas redondas y se presentaron trabajos de investigación que inciden en la relación cada vez más peligrosa del tabaco y el cánnabis.