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El cierre obligado de la hostelería, la restauración y parte del comercio está empezando a arrastrar a otros sectores de la provincia El cierre obligado de la hostelería, la restauración y parte del comercio está empezando a arrastrar a otros sectores de la provincia
Restaurante cerrado en Teruel capital. Antonio García

El cierre obligado de la hostelería, la restauración y parte del comercio está empezando a arrastrar a otros sectores de la provincia

Las organizaciones empresariales, muy preocupadas
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El cierre obligado de la hostelería y la restauración, así como de buena parte del comercio, por culpa del estado de alarma por el coronavirus está empezando a arrastrar a otros sectores productivos y empresariales de la provincia de Teruel.

La afección entre estos dos sectores supera el cierre del millar de empresas en toda la provincia, afectando a cerca de un 15% del total de trabajadores afiliados a la Seguridad Social, de los que una parte muy importante son autónomos.

Las organizaciones empresariales CEOE Teruel, CEPYME Teruel y CEAT Teruel están realizando "un análisis exhaustivo" del estado de situación del tejido empresarial de la provincia, y las conclusiones no son nada halagüeñas. "La perspectiva general de los sectores consultados es bastante pesimista en el medio plazo, teniendo en cuenta además las dificultades añadidas que conlleva mantener abierta una empresa en el medio rural", dice el colectivo en una nota de prensa.

En el caso de la hostelería, las pequeñas empresas de distribución de alimentación, así como las panaderías, están notando muy notablemente la falta de pedidos que diariamente generaba este sector. La actividad se está viendo reducida en torno a un 50%, y en el caso concreto de las panaderías se debe añadir una disminución adicional de la demanda de sus productos, tanto por la caída de clientes que prefieren no hacer las colas de espera y realizar una única compra en un supermercado, como por la caída de ventas en productos de bollería y pastelería. Las perspectivas de cierre y ERTE se ciernen sobre unos sectores que ven como la suspensión de la Semana Santa mermará todavía más su difícil situación.

Por su parte, el sector jamonero parece aguantar el tirón, si bien algunas de las empresas consultadas asumen que la situación de la hostelería acabará pasando factura en unos días.

El transporte de mercancías y la logística en general también parecen aguantar su actividad diaria sin grandes complicaciones, aunque reconocen que la demanda empezará a caer en breve por la falta de pedidos de los sectores que se están viendo más afectados. No ocurre lo mismo con las empresas de transporte de viajeros que han visto reducido su volumen de trabajo, tanto por el cierre de colegios como por la reducción de las líneas regulares.

En cuanto a la construcción, su actividad se ha visto ralentizada estos días por las recientes lluvias, si bien no se está notando una parálisis condicionada por las medidas adoptadas para contener el COVID-19, salvo retrasos en suministros.

En el sector industrial, la actividad en los talleres se mantiene con normalidad, aunque también con una lógica reducción de trabajo. Por su parte, las empresas auxiliares de la automoción están abocadas a la toma de decisiones complicadas por el cierre de las factorías de producción de vehículos.

El sector de las telecomunicaciones es quizá el que mejor está soportando esta situación, debido en gran medida a la aplicación del trabajo a distancia y al desarrollo de su propia actividad, aseguran las oprganizaciones empresariales.

Desde las organizaciones empresariales turolenses han querido destacar la adopción por parte de todas las empresas de las medidas de seguridad requeridas para evitar los contagios y la propagación del COVID-19.

Valoración de las medidas adoptadas por el Gobierno

Para los empresarios turolenses resulta determinante que el Gobierno priorice la salvaguarda de la salud ciudadana sin escatimar la sostenibilidad del sistema productivo.

En este sentido, para la patronal turolense, las decisiones adoptadas en el día de ayer por el Ejecutivo nacional "son positivas en líneas generales, en cuanto a que se aborda uno de los problemas que con mayor urgencia debe resolverse para garantizar la solvencia de las empresas y evitar su cierre, en este caso a través de una línea pública de avales que evitará la falta de liquidez y preservará el empleo".

No obstante, dicen que se hacen necesarias más medidas que garanticen la supervivencia de los negocios, especialmente aquellos más afectados por su cierre, y que cuentan a su vez con un elevado número de autónomos, como son los establecimientos turísticos y comerciales. En este sentido, se considera necesaria la suspensión de la cotización de aquellos autónomos que no pueden generar ingresos.

Además, y en estos casos concretos, mientras se mantenga el actual estado de Alamaa, ·se debería considerar la suspensión de cualquier obligación de pago, tanto a los arrendadores de los locales como a las propias administraciones, así como la supresión de todas las tasas e impuestos en todos los suministros de energía", añaden en la nota de prensa.