

El economista turolense Francisco Comín analiza las amenazas de la “deuda pública excesiva” en una Jornada de Adea
Alerta en Zaragoza de que el alto nivel de endeudamiento puede llevar a otra crisis como la de 2010El economista turolense Francisco Comín ha sido el invitado de una nueva Jornada Técnica de Adea, en la que ha hablado sobre “las amenazas de la deuda pública excesiva”, con la asistencia de cien directivos.
La deuda pública española, ha asegurado el catedrático de Historia e Instituciones Económicas de la Universidad de Alcalá de Henares, “es muy elevada, debido a los altos déficits presupuestarios de la crisis reciente”; “la relación deuda pública / PIB creció del 36,3 por ciento en 2007 al 98,5 por ciento en 2017”, ha señalado.
Este nivel de deuda, ha alertado Comín, “es excesivo para los contribuyentes y la economía española. Además, también supone un alto riesgo de que vuelva a estallar otra crisis de la deuda pública española, como la de 2010-2012”.
Francisco Comín ha explicado que “la alta deuda repercute sobre los contribuyentes actuales porque tienen que pagar más impuestos para atender los intereses de la misma, que aumentaron del 8,5 por ciento al 17,1 por ciento del gasto del Estado entre 2009 y 2013”. Además, ha puntualizado, “los mayores gastos presupuestarios por la deuda obligaron a reducir ciertos servicios públicos y sociales, perjudicando a los ciudadanos”.
El Estado, ha detallado Comín, “tendrá que devolver el principal de esa deuda al vencimiento”. Esto puede hacerse, según el economista, de varias formas. “La primera, amortizándola con el presupuesto del Estado; aquí pagan los contribuyentes. Para realizar esta amortización los gobiernos tendrán que liquidar los presupuestos con superávit”.
La segunda forma, ha explicado el profesor, “es crear inflación para reducir el valor real del principal y de los intereses. Aquí, los perjudicados serían los tenedores de dinero y de activos de renta fija (destacadamente los tenedores de dicha deuda pública) y quienes perciben ingresos que crecen menos que la inflación, como es el caso de los pensionistas y de algunos asalariados”.
La tercera forma de liquidar la deuda, ha explicado, “es la suspensión del pago de la misma o hacer una reestructuración. Aquí nadie pagaría la deuda y perderían aquellos que arriesgaron su dinero prestando al Gobierno. Estos impagos parciales o totales aumentan los costes de financiación del Estado”.
“En mi libro Las crisis de la deuda soberana en España”, ha afirmado el economista turolenese, “analizo la experiencia histórica española que muestra que incumplir los compromisos de la deuda es más caro a la larga para los contribuyentes y también para los empresarios, puesto que los costes de financiación de las empresas quedan establecidos por el riesgo de crédito de sus gobiernos, que aumenta mucho con los impagos”; “por eso ahora España tiene que pagar una prima de riesgo frente a la deuda alemana”, ha añadido.
El catedrático se ha referido también al riesgo de una nueva crisis de la deuda y ha asegurado que “mientras siga el sostenimiento de las deudas periféricas por el Banco Central Europeo con unos bajos tipos de interés, continúe el crecimiento económico, aunque sea modesto, y el Gobierno controle el déficit, la deuda española será sostenible, a pesar de su alto volumen. Pero cuando desaparezcan estas condiciones favorables, volverá una crisis de la deuda del Estado, ante la cual el Gobierno español tendrá el margen de maniobra marcado por las autoridades comunitarias”.
El peligro surgirá, ha alertado Comín, “cuando el BCE deje de comprar deuda pública, pues los mercados volverán a desconfiar de las cuentas públicas y de la economía de España. La crisis de la deuda volverá a los países más endeudados de la eurozona, con el aumento de la prima de riesgo y las apuestas bajistas contra la deuda española y el euro”. “Dado que Alemania se opone a las transferencias fiscales en la Eurozona, el Estado español no tendrá acceso al rescate comunitario de su deuda, sino que tendrá que hacer una reestructuración (con una quita en el principal), lo cual sería un parche temporal, pero tendría efectos desastrosos para la solvencia y reputación de la deuda española, que volvería a los niveles de rating próximos al bono basura”, ha concluido.
A la jornada han asistido representantes de instituciones aragonesas y personalidades como Ángel Val, subdelegado del Gobierno en Zaragoza, Julio Arenere, presidente de la Audiencia Provincial de Zaragoza, José María García, director general de CEOE Aragón o los ex consejeros del Gobierno de Aragón, José Luis Saz Casado y Eduardo Bandrés.