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El embalse del Arquillo de Teruel comienza el año con el nivel más alto de agua embalsada de la década El embalse del Arquillo de Teruel comienza el año con el nivel más alto de agua embalsada de la década
La presa de la Confederación Hidrográfica del Júcar en la mañana del día 1

El embalse del Arquillo de Teruel comienza el año con el nivel más alto de agua embalsada de la década

Está al 83,5%,nada que ver con la situación de hace doce meses cuando estaba a solo el 15,12%
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El embalse del Arquillo de San Blas ha comenzado el año con el nivel más alto de agua embalsada en lo que va de década en estas fechas, y el segundo en lo que va de siglo. La presa dependiente de la Confederación Hidrográfica del Júcar arranca el nuevo año con 17,56 hectómetros cúbicos almacenados, lo que supone el 83,5% de su capacidad. La situación nada tiene que ver con la que había hace un año al encontrarse el pantano en uno de sus bajos históricos debido a la sequía extrema y almacenar entonces solo 3,18 Hm3.

Tras dos años de prolongada sequía, el embalse del Arquillo llegó a finales de 2017 con el nivel de agua más bajo desde comienzos de este siglo, situación que ha cambiado de forma radical a lo largo de 2018, ya que ha pasado a tener el segundo volumen de agua embalsada más alto del mismo periodo y el primero de la década actual.

Al comenzar 2019, el embalse del Arquillo tenía almacenados 17,56 Hm3 de agua, según datos de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ). La presa de San Blas tiene una capacidad para almacenar 21,03 Hm3, con lo cual inicia el ejercicio a un 83,5% de su capacidad. En 2018, al comenzar el año, había embalsados 3,18 Hm3, lo que representaba el 15,12% del volumen total que puede almacenar.

El alto nivel en el que se encuentra el Arquillo al comenzar el año es consecuencia de un ejercicio hídrico que se ha caracterizado por las elevadas precipitaciones registradas desde la primavera, que permitieron volver a llenar el embalse en muy poco tiempo. 

Las lluvias de verano y del otoño mantuvieron ese nivel en cotas altas durante el segundo semestre del ejercicio, estando a punto incluso de desbordarse la presa, con lo cual se ha llegado a finales del año a niveles que no se conocían desde hacía una década y que son históricos en lo que va de siglo.

El embalse ha pasado, como dice el dicho, de una gran sequía a una gran remojada, ya que desde la primavera ha estado rozando los máximos de capacidad desde que en 2013 alcanzase su nivel más alto antes de que el agua embalsada comenzara a descender de forma progresiva.

Han sido las precipitaciones en la zona alta de la cuenca lo que ha permitido que el Arquillo haya estado en niveles máximos desde finales de la primavera, después de que en poco más de dos meses se llenara tras haber estado en mínimos históricos.

Capacidad

Eso ha facilitado que el Arquillo haya comenzado ahora el nuevo año a uno de sus niveles más altos de agua embalsada que se conocen desde principios de este siglo. De hecho, a 1 de enero solo en 2010 se encontró con un nivel por encima del actual, cuando la presa alcanzó los18,28 hectómetros cúbicos y se situó a casi el 87% de su capacidad. Ese fue el mejor dato registrado por el pantano de San Blas en el siglo XXI a comienzos de un ejercicio, mientras que los datos que registra en el momento actual son los segundos mejores desde que arrancó el nuevo milenio.

Además, en lo que va de la segunda década de este siglo, los datos que registra ahora el Arquillo son los mejores, al no haber estado nunca el embalse por encima del 63,50% de su capacidad al inicio de un ejercicio, salvo en 2013 cuando se situó al 80,66% tras un año que arrancó con uno de los niveles más bajos de este periodo, el 39,58%.

Ahora ha pasado lo mismo después de que el Arquillo arrancara 2017 con un 54,85% de agua embalsada, que se redujo al 15,12% al empezar 2018.