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El estado de alarma deja a medio instalar las cúpulas de Galáctica El estado de alarma deja a medio instalar las cúpulas de Galáctica
Visita de la consejera de Ciencia a Galáctica en octubre pasado

El estado de alarma deja a medio instalar las cúpulas de Galáctica

La suspensión de actividades no esenciales obliga a parar los trabajos
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La declaración del estado de alarma y la prolongación del mismo con la paralización de todas aquellas actividades laborales no esenciales para combatir la pandemia del coronavirus, ha dejado a medio instalar las cúpulas de Galáctica, el centro para la difusión y práctica de la astronomía de Arcos de las Salinas. A petición de la empresa, dada la atípica situación que se ha creado con la crisis sanitaria, la Fundación Cefca de quien depende esta actuación ha modificado el contrato inicial para que el contratista pueda cobrar lo que ha realizado hasta ahora y no tenga problemas económicos.
La situación se ha debido a la coyuntura por el estado de alarma y no entrañará mayores problemas para retomar los trabajos una vez que pase la crisis sanitaria, y el Gobierno permita de nuevo la reactivación de todas aquellas actividades laborales  que ahora se han paralizado para favorecer el distanciamiento de la población y poder combatir mejor la pandemia.
La construcción de estas cúpulas no ha dejado de encontrarse con problemas tras los dos primeros intentos fallidos de adjudicación, que obligaron de nuevo a poner en marcha todo el proceso, y ahora que estaba todo encarrilado y a punto de poder inaugurarse se han encontrado con un nuevo contratiempo imprevisto, la crisis sanitaria provocada por el Covid-19. Esta vez el problema ha sido coyuntural, al igual que ha afectado a la mayoría del resto de actividades productivas del país, y una vez que se supere esta situación los trabajos podrán reanudarse.
Las cúpulas están ya incluso ensambladas en Galáctica, tras su construcción en Estonia por la empresa Komtronik, pero faltaba la última fase de los trabajos que era su colocación en los puntos de observación del centro.
Eso es lo que se ha tenido que paralizar por el estado de alarma al no estar permitidas desde esta semana aquellas actividades laborales que no sean esenciales, como es este el caso.
La consejera de Ciencia, Universidad y Sociedad del Conocimiento del Gobierno de Aragón, Maru Díaz, que a su vez es la presidenta del Patronato de la Fundación Centro de Estudios de Física del Cosmos de Aragón (Cefca), firmó el pasado martes la aprobación de la modificación del contrato de fabricación, suministro e instalación de las nueve cúpulas del centro de divulgación astronómico de Arcos de las Salinas, para evitar mayores problemas a la adjudicataria ya que se ha encontrado con una situación imprevista.
La empresa había cobrado hasta ahora el 60% de los trabajos para la fabricación de las nueve cúpulas. El 30% lo percibió al principio y a finales de año recibió otro 30% cuando entregó e instaló en Galáctica la cúpula grande y la mediana para los telescopios de mayor tamaño del complejo.
Quedaba pendiente el 40%, que el contrato establece que se pagaría cuando se entregaran e instalaran las 7 cúpulas pequeñas para los restantes edificios de observación, dedicados en estos casos para los aficionados que quieran realizar sus observaciones con sus propios medios cuando se abran las instalaciones al público.
Los trabajos se adjudicaron a esta empresa de Estonia hace casi un año por 235.950 euros (IVA no incluido), y todo iba bien después de que el contrato se formalizara el 28 de mayo de 2019 y se hayan cumplido los plazos. De hecho, el pasado mes de octubre se terminaron de instalar las dos cúpulas de mayor tamaño.
Las siete restantes que quedaban llegaron a Galáctica el pasado 18 de marzo y han sido ensambladas ya, pero queda pendiente la instalación de las cúpulas sobre los edificios, además de la realización de las pruebas de aceptación final de todo el conjunto.
Al no poder concluir la instalación tras anunciar el Gobierno de España el pasado 28 de marzo el cese de todas las actividades no esenciales, la empresa solicitó la modificación del contrato para poder cobrar al menos lo que ha hecho de esta tercera fase y evitar tener que enfrentarse a problemas económicos.
En este sentido, la Fundación Cefca dependiente del Gobierno de Aragón no ha puesto trabas y ha modificado el contrato, puesto que la empresa argumentó que ese parón suponía un “grave perjuicio” económico para ellos, ya que había tenido que recurrir al crédito. La modificación establece la división de ese último hito en dos, de manera que podrán percibir ya la mitad de la parte que les quedaba pendiente por cobrar, y el resto cuando se acabe la instalación y las pruebas.