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El hospital de Alcañiz, en punto muerto tras el anuncio de resolución del contrato El hospital de Alcañiz, en punto muerto tras el anuncio de resolución del contrato
Las obras del nuevo hospital de Alcañiz están paradas por la rescisión del contrato

El hospital de Alcañiz, en punto muerto tras el anuncio de resolución del contrato

Tras décadas de espera, en Teruel capital por fin se han iniciado los trabajos que van a buen ritmo
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El año 2019 ha terminado con las principales infraestructuras sanitarias para la provincia de Teruel pendientes. El jarro de agua fría ha sido en el Bajo Aragón ya que finalmente se ha optado por la resolución del contrato con la adjudicataria de la obra por la lentitud en la ejecución. Mientras, en la capital, se empieza a ver la estructura del edificio sanitario en El Planizar y también se avanza en los trámites para los accesos.

Cuando el nuevo hospital de Alcañiz abra sus puertas habrá pasado su propia travesía en el desierto. Podría hacerlo en esta legislatura, porque por plazos se puede, pero desde luego que no en la fecha prevista de terminación: diciembre de 2021. Esta semana, está previsto que el Salud reciba las alegaciones que ha presentado la empresa adjudicataria de la obra, la UTE formada por OHL Dragados, a la decisión de resolución del contrato de obras firmado en agosto de 2017. En dos años (la primera piedra se puso en octubre de 2017), dos de las mayores constructoras de nuestro país han sido incapaces de ejecutar el 10% del trabajo que tenían encomendado.

La baja que presentaron para hacerse con el contrato, del 28,8% sobre el precio de licitación y a un 0,2% de ser considerada una baja temeraria, es lo que se intuye ha estado detrás de esta falta de ejecución en 24 meses que han pasado. Primero hubo ofertas inaceptables para las empresas de la zona, que se negaron a trabajar para la UTE, y después se ha presentado un modificado del proyecto con el que la concesionaria quería ahorrarse dinero para no cumplir con lo que exigía el proyecto de obra.

El Gobierno de Aragón ha abierto un expediente de resolución contractual que se sustenta en una “demora e incumplimiento de los plazos parciales que hacen presumir la imposibilidad de cumplir con el plazo de ejecución” del proyecto, que ha sufrido no pocos retrasos, primero por motivos técnicos y después por cuestiones presupuestarias, desde que el primer Ejecutivo del socialista Javier Lambán asumió el Gobierno en Aragón y decidió rescindir el contrato de concesión de obra pública que había iniciado en 2013 el Gobierno del PP de Luisa Fernanda Rudi. Casualidad o no, en aquel contrato también OHL, esa vez junto con Iridium, había sido la empresa adjudicataria.

El Salud también ha alegado otros incumplimientos en los dos años que han pasado desde que la UTE concesionaria se hizo cargo de la obra. En este caso son “otras obligaciones contractuales esenciales como el pago a las empresas subcontratistas o la adscripción de los medios materiales y personales propuestos en su oferta”. En los meses que han pasado desde la colocación de la primera piedra, en el tajo de la obra solo algunas semanas se ha avanzado con celeridad. El resto del tiempo ha sido irrisorio el número de trabajadores contratados.

De hecho, así es como arrancó la construcción del hospital. Tras la colocación de la primera piedra en octubre de 2017, los terrenos situados bajo la loma de Cantagallos se quedaron desiertos durante al menos tres meses. La UTE se dedicó en ese tiempo a abrir la oficina en la que trabajaban los ingenieros y a negociar condiciones leoninas con las empresas constructoras del Bajo Aragón a las que quería subcontratar para los trabajos de excavación y movimiento de tierras. Ninguna aceptó hacerlo.

Lentitud desde el inicio

Cuando la inactividad resultó evidente, la concesionaria inició un largo proceso de vallado de la parcela de las obras. Un trabajo tan sencillo como era colocar una valla alrededor del perímetro de la parcela se prolongó durante semanas. Finalmente, la presión mediática y política activó por fin la obra, que arrancó de verdad con los trabajos de excavación y movimiento de tierras cuatro meses después de colocada aquella primera piedra. Eso sí, la contratista colocó una sola máquina excavadora que trabajaba en un único turno de ocho horas. En febrero de 2018, el presidente de Aragón, en una comparecencia en las Cortes reconocía ya retraso en la obra, pero dejaba claro que había tiempo suficiente para terminarla.

A eso, a que había tiempo suficiente y a que la constructora estaba en plazo, es a lo que se ha agarrado el Ejecutivo autonómico durante todo este año 2019. La UTE avanzó en 2018 la estructura, que alcanzó un buen ritmo hasta marzo de este mismo año. La visita de la consejera de Sanidad, Pilar Ventura, a la obra, con decenas de trabajadores en los distintos tajos del proyecto fue la oportunidad del Gobierno para decir que la obra iba viento en popa en pleno periodo preelectoral, antes de las elecciones generales y autonómicas del segundo trimestre del año. Pero nada más irse la consejera de Alcañiz, de la obra desaparecieron prácticamente todos los operarios, quedándose un mínimo de trabajadores, el suficiente para que a las constructoras no se les pueda reconvenir por abandono de la obra.

Desde entonces hasta hoy, la construcción del hospital de Alcañiz ha estado prácticamente parada. Tres grandes grúas siguen en los terrenos sin apenas moverse y la estructura construida no ha cambiado en nueve meses. 

Modificado del proyecto

El modificado del proyecto presentado en este último trimestre del año al Salud por parte de la concesionaria pretendía reducir costes sustanciales en la obra. La dirección facultativa no aceptó, al no existir razones objetivas que justificaran el cambio. De esta manera, la propuesta ni siquiera fue elevada al departamento de contratación. Finalmente, la constructora lo volvió a intentar en otra reunión in extremis mantenida semanas atrás con técnicos de Sanidad. Más de lo mismo.

Así las cosas, el pasado día 16, el Gobierno de Aragón, a través del gerente del Salud, Javier Marión, informó de que se había decidido incoar expediente de resolución del contrato de construcción del nuevo hospital de Alcañiz e iniciar un nuevo procedimiento administrativo que, en cualquier caso, no podrá arrancar de manera inmediata, puesto que el proceso de resolución podría prolongarse durante seis meses entre plazo de alegaciones, estudio y contestación y otros requerimientos. 

El Gobierno de Aragón ha indicado, a través de la consejera de Sanidad, que tiene previsto avanzar en el modificado del proyecto de obras en estos próximos meses. No en vano, el nuevo concurso público tendrá que salir a licitación teniendo en cuenta la parte de la obra ejecutada, que principalmente es la cimentación y parte de la estructura. Apenas un 9,52% de la obra. Ventura anunció que el nuevo pliego se publicará en cuanto la resolución del contrato se haya hecho efectiva. 

Aún con todo, aunque el Salud prepare un nuevo pliego y se redacte un modificado del proyecto, no parece probable que vaya a haber adjudicación hasta el año 2021, el mismo en que tendrían que haber terminado las obras.

Polémica por las licencias en Teruel

Tras más de una década de trámitación y diferentes dificultades, 2019 ha sido por fin el año en el que han comenzado las obras del nuevo hospital de Teruel en El Planizar. Sin embargo, tampoco estos inicios estuvieron exentos de polémica por las desavenencias entre el Gobierno de Aragón y el Ayuntamiento de la capital por las licencias de obra.

A finales de febrero se firmaron las primeras actas de inicio de obra con las empresas adjudicatarias y las primeras máquinas llegaron en marzo. El Gobierno de Aragón consideraba que las anteriores licencias ya eran suficientes para iniciar los trabajos pero el Ayuntamiento exigió que se tramitarán nuevos permisos porque tanto el proyecto de obra como el de urbanización habían sido sustancialmente modificados.

Las obras no se pararon en ningún momento pero sí se abrió expediente. En el mes de junio ya se formalizaron los tres permisos necesarios: la licencia de obras, la de urbanización y la necesaria para la instalación de tres grúas, vinculada a las dos anteriores.

En cuanto a los accesos, el consistorio avanza en la redacción del proyecto y ha propuesto la adjudicación del contrato a la empresa turolense Turiving SA por cerca de 26.720 euros, IVA incluido.