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El invierno en Aragón se presenta cálido y con incertidumbre en cuanto a las precipitaciones El invierno en Aragón se presenta cálido y con incertidumbre en cuanto a las precipitaciones
Un hombre camina entre la intensa niebla registrada hace unos días en Teruel. EFE/Antonio Garcia

El invierno en Aragón se presenta cálido y con incertidumbre en cuanto a las precipitaciones

El otoño fue extremadamente cálido con una anomalía de 2,6 grados por encima de la media en el periodo de referencia
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El otoño que termina este viernes se coloca como el más cálido desde 1961 y ha sido normal en cuanto a precipitaciones gracias a las intensas lluvias registradas en el Pirineo, mientras el invierno se augura también cálido en Aragón y sin una probabilidad clara de lluvias.

Así lo ha avanzado este martes el delegado territorial de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), Rafal Requena, en la habitual rueda de prensa del cambio de estación para hacer balance del otoño y anticipar los pronósticos meteorológicos del invierno que dará comienzo a las 04.27 horas de este viernes.

En Aragón el otoño fue extremadamente cálido con una anomalía de 2,6 grados por encima de la media en el periodo de referencia (1991-2020), que llegaron a 3 grados en Tarazona, Montalbán e Híjar y a 1,6 más en Canfranc.

Por meses, septiembre fue muy cálido, con una anomalía de 2 grados, y octubre y noviembre extremadamente cálidos, con anomalías de 1,8 y 0,9 grados por encima de la media en su conjunto.

Fue normal en precipitaciones, con un 7 % más de lluvia, precisamente porque, pasado el Pilar, ha dicho Requena, ha llovido "muchísimo" en el Pirineo, lo que ha compensado a las zonas secas que, sin embargo, "han sido muchas", especialmente en la provincia de Teruel.

Así lo constata la variación de las lluvias en su distribución territorial, con un 42 % menos de precipitación registrada en Valmadrid, Tamarite y Palormar de Arroyos y el 135 % más registrado en Bielsa.

Septiembre fue en general húmedo, con un 31 % más de lluvia; octubre ligeramente húmedo, con variaciones de extremadamente húmedo en el Pirineo más occidental y muy seco en el Bajo Aragón, y noviembre ligeramente seco, pero también con variabilidad en su distribución desde muy seco en el sudeste hasta extremadamente húmedo en el Pirineo.

Diciembre, ha explicado Requena, empezó "normal" hasta el día 13, fecha a partir de la cual las temperaturas han estado por encima, mientras que las precipitaciones también se situaron por encima en Zaragoza y ahora se encuentra por debajo de lo normal, mientras Huesca y Teruel se mantienen por encima.

Dos estaciones aragonesas, las de Teruel y Zaragoza, han marcado efemérides en cuanto a las temperaturas medias y máximas más altas registradas. Teruel alcanzó una media de 15,7 grados y Zaragoza 19,1, 0,2 y 0,3 grados por encima de las máximas registradas en 1986 y 1951, respectivamente, mientras que las máximas han superado los 0,5 y 0,4 grados a las registradas en esas fechas, cuando se marcó la media más alta de las máximas.

Zaragoza aeropuerto ha tenido además la temperatura media de las mínimas más alta registrada desde 1951, con 13,7 grados, 0,2 más, y el observatorio de Teruel la temperatura mínima más alta registrada un otoño, con 18,8 grados, 0,4 por encima de los datos recogidos en 1986.

Entre las peculiaridades de este año, Requena ha puesto de manifiesto que la precipitación "va por intervalos", con registros hasta el mes de mayo muy malos, y dos meses en los que en Zaragoza no cayó nada hasta la tormenta del 6 de julio, mientras que las temperaturas también han estado por encima de lo normal la mayor parte del año.

La predicción estacional para enero, febrero y marzo augura un 50 % más de probabilidades de que las temperaturas sean más altas de lo normal mientras que existe la misma posibilidad de que sea húmedo, seco o normal en cuanto a lluvias.

Las próximas fechas navideñas se auguran estables, con la excepción de los próximos dos días en los que la llegada de una borrasca dará lugar a precipitaciones en el Pirineo y la entrada de cierzo en el valle del Ebro con el que se retirarán las nieblas de estos últimos días y subirán las temperaturas mínimas, que suavizarán las heladas.

De cara al fin de semana de Nochebuena se esperan precipitaciones ligeras en el Pirineo y el probable regreso de las nieblas, que será lo que marque las temperaturas, más frías en estas zonas y normales en el resto.