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El Museo Paleontológico de Dinópolis reluce con la nueva iluminación de sus salas expositivas El Museo Paleontológico de Dinópolis reluce con la nueva iluminación de sus salas expositivas
La nueva luz refuerza los esquelos de ‘Europelta’ y ‘Proa’ con fósiles originales

El Museo Paleontológico de Dinópolis reluce con la nueva iluminación de sus salas expositivas

Cerca de medio millar de proyectores, barras led y focos realzan el importantísimo patrimonio turolense que albergan estas instalaciones
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Solo hay un lugar en España donde se pueden ver esqueletos montados de dinosaurios con fósiles originales, y ese sitio es Teruel. Se encuentran en el Museo Paleontológico que alberga Dinópolis, la joya de la corona de estas instalaciones en la que el visitante puede contemplar desde réplicas de los gigantes del Mesozoico más conocidos del registro mundial, hasta multitud de fósiles originales hallados en la provincia que se han ido sumando a las vitrinas y espacios expositivos a lo largo de sus veintitrés temporadas. Esos esqueletos corresponden a Proa valdearinnoensis y a Europelta carbonensis, dos dinosaurios excavados en Ariño, donde se celebró Geolodía. Desde este año esos esqueletos lucen más con la nueva iluminación con que cuenta el Museo Paleontológico, en la que se han invertido más de 400.000 euros y ha supuesto la instalación de medio millar de proyectores, barras led y focos.

Es una de las grandes novedades de Dinópolis de este año, junto con los nuevos corpóreos instalados en la zona de Tierra Magna, a lo que próximamente se sumará la atracción de Mar Jurásico y el área nueva de restauración conocida como el quiosco de la Paleosenda.

Los equipos que se han instalado, además del ahorro energético, permiten por un lado mejorar la luz que tenían los fósiles originales, y por otro dotar de una iluminación vanguardista a las réplicas de los esqueletos de los grandes dinosaurios que se exhiben, al estilo de lo que se ha hecho en otras partes del mundo como con el Tyrannosaurus rex conocido como Sue que se exhibe en el Museo Field de Historia Natural de Chicago, sobre el que se proyectan luces de colores para realzarlo visualmente.

El diorama del encuentro entre un Mosasaurus y un pez de dos metros del Mesozoico ha cobrado espectacularidad gracias a la proyección de un fondo marino

En el Museo Paleontológico de Dinópolis en Teruel esa opción se ha limitado a las réplicas, mientras que con los fósiles originales se proyecta luz blanca que permite verlos con claridad y disfrutar de su textura, como sucede con los dos dinosaurios de Ariño o con los esqueletos de mamut y de oso en la Sala de los Mamíferos, además de las vitrinas de Turiasaurus y Losillasaurus.

El cambio que ha experimentado el museo ha sido notable en unas instalaciones que se pueden considerar como la joya de la corona de Dinópolis, puesto que albergan fósiles originales hallados en la provincia de Teruel que no se han encontrado en ninguna otra parte del mundo y que han dado lugar a nuevos clados (familias) en el registro mundial.

Los fondos expuestos se han incrementado de forma importante desde que Dinópolis abrió sus puertas en 2001. Las salas del Mundo Acuático, los Dinosauruos y los Mamíferos, se abrieron entonces con fósiles y réplicas adquiridas por todo el mundo, pero a lo largo de estas más de dos décadas la Fundación Dinópolis ha ido incorporando año tras año materiales excavados en la provincia.

Alrededor de 32.000 fósiles de vertebrados ha recuperado esta institución científica a lo largo de todo este tiempo, si bien solo una pequeña parte está expuesta en el museo. La iluminación que se creó en los inicios del museo buscaba crear una atmósfera de misterio alrededor de las réplicas, y en todos estos años se han ido instalando nuevas vitrinas para albergar los fósiles de Teruel y montar por primera vez en España los esqueletos de dos dinosaurios con sus huesos fosilizados originales.

La Sala de los Dinosaurios, donde las réplicas están iluminadas con luces de colores y los originales con luz blanca

Hoy el Museo Paleontológico es muy distinto a como inició su andadura y con la nueva iluminación se han diferenciado las réplicas de los originales. En el primer caso se le ha dotado de mayor espectacularidad con juegos de luces de distintos colores y proyecciones de imágenes que ayudan a visualizar cómo eran estos animales extintos, como sucede en el caso de Carcharodon, el tiburón gigante en la Sala del Mundo Acuático, o Stegosaurus en la Sala de los Dinosaurios. A la vez, se han realzado las piezas originales halladas en la provincia con una iluminación clara que permite contemplar los matices de esos fósiles, como sucede con las 283 piezas de que se compone el esqueleto de Europelta.

A ello se suman también grandes pantallas con proyecciones que simulan el oleaje dentro del mar, como sucede con la réplica del esqueleto de la tortuga gigante Archelon, o el fondo marino del diorama que muestra la réplica del esqueleto de Pachyrizodus, un pez con aleta de 2 metros que se topa cara a cara con un Mosasaurus, un reptil marino de la era de los dinosaurios de más de 4 metros de largo.

La nueva iluminación ha dotado de un nuevo atractivo a uno de los espacios más importantes de Dinópolis, y que además es la catedral donde se exhibe el rico patrimonio paleontológico turolense. La inversión total realizada por el Instituto Aragonés de Fomento, como entidad de la DGA encargada de estas actuaciones, asciende a 408.225,39 euros entre los estudios previos, el proyecto, la dirección facultativa y la ejecución de la obra, de la que se ha encargado precisamente una empresa de Cella, Instalaciones Solares de Teruel. Esta actuación, junto con las que se están desarrollando en el parque paleontológico, se financian con cargo al Fondo de Inversiones de Teruel, que aportan a partes iguales el Gobierno central y la Comunidad Autónoma.

Al Museo Paleontológico se accede por la rampa del tiempo geológico, cuyo primer trayecto permite contemplar a través de una gran vidriera uno de los laboratorios de la Fundación Dinópolis donde se restauran los fósiles. Esa rampa contó en los primeros años con animación, donde se explicaba el salto dado en el tiempo desde hace 4.600 millones de años hasta la actualidad, desde que se formó el planeta hasta que apareció la vida y evolucionó.

La luz diferencia el fósil original de Mamut del de ‘Shansitherium’, al fondo

Acceso a un tiempo remoto

Ahora en esa rampa se han instalado 96 barras led que sumergen al visitante en un túnel del tiempo conforme la sube, con 16 proyectores de luz que muestran paneles sobre cómo apareció la vida y evolucionó, junto con dos grandes pantallas de 86 pulgadas en las que una actriz interpreta el papel de una paleontóloga que explica de forma amena cómo se formó el planeta y evolucionó la vida.

En la Sala del Mundo Acuático la iluminación se ha reforzado con 56 proyectores de luz y cuatro videoproyectores con efectos como el del oleaje del mar con la réplica de Archelon o la imagen de un tiburón gigante que avanza hacia el público y abre su descomunal boca en la réplica de la mandíbula de Carcharodon.

En la Sala de los Dinosaurios es donde más se ha reforzado la iluminación con 153 proyectores, un foco para efectos con cabeza móvil y 2 gobos (focos que se mueven), además de dos videoproyectores y 78 proyectores de  de luz en las vitrinas expositoras. Por último, en la Sala de los Mamíferos se han instalado 68 proyectores que permiten contemplar como nunca antes se había podido hacer el fósil del cráneo de Mamut de Las Casiones en Villalba Baja, o el esqueleto fósil completo de este animal traído de Siberia, además de la gran variedad de fósiles del Turoliense que se exhiben en este espacio con el que finaliza la visita al museo.

Omóplato de ‘Hipparion laromae’ con restos de una mandíbula 

El nuevo tratamiento permite observar el detalle de los fósiles

El nuevo tratamiento de luz que se ha dado al Museo Paleontológico de Dinópolis dota de mayor espectacularidad las réplicas de los esqueletos gigantes de los dinosaurios, pero sobre todo en el caso de los fósiles originales permite disfrutar de sus detalles al contar ahora con una iluminación más adecuada para contemplarlos.

Junto a la textura de los fósiles, que no es igual en todos los casos, en algunas vitrinas es posible ver curiosidades como sucede en la del yacimiento de La Roma 2 de Alfambra, en la Sala de los Mamíferos. Entre las piezas expuestas está el esqueleto de un Hipparion laromae, un caballo primitivo, en cuyo omóplato se pueden ver dientes. Eso se debe a la acumulación de fósiles en el yacimiento y cómo los restos de una mandíbula se pegaron al omóplato.