Síguenos
El OAJ detecta la explosión de una supernova en una galaxia lejana El OAJ detecta la explosión de una supernova en una galaxia lejana
Javier Hernández (de pie) y Jesús Varela observan en el Cefca los registros de la supernova hechos con los filtros del T80

El OAJ detecta la explosión de una supernova en una galaxia lejana

El fenómeno se registró con los doce filtros del telescopio T80 de Javalambre
banner click 236 banner 236

El Observatorio Astrofísico de Javalambre (OAJ) ha detectado una supernova en plena explosión en una galaxia que está a más de 200 millones de años luz de la Tierra. El fenómeno fue registrado con los doce filtros del telescopio T80 mientras se realizaba el cartografiado J-PLUS. El uso de este tipo de filtros arroja mucha información sobre estos fenómenos astronómicos y su detección ha puesto de manifiesto las posibilidades de observar objetos variables al azar con los proyectos científicos que se están haciendo en el Pico del Buitre.

La explosión estelar se registró en la noche del 20 al 21 de febrero pasado, y el telescopio T80 la captó con suma claridad a través de sus doce filtros, ofreciendo un amplio espectro del fenómeno. La supernova había sido avistada por primera vez el día 19 por el proyecto ZTF que tiene su sede en el Observatorio Palomar de California en EEUU.

Lo significativo es que la observación desde Javalambre dos días después se produjo al azar mientras se realizaba el apuntado rutinario con el T80 para el proyecto J-PLUS, uno de los cartografiados del cielo nocturno que se hace desde Javalambre. Gracias a ello pudo registrarse la explosión con los doce filtros del telescopio, lo que ha permitido obtener una amplísima información espectral del fenómeno que no se ha obtenido en ningún otro lugar.

Fue Javier Hernández, ingeniero de Base de Datos del Centro de Estudios de Física del Cosmos de Aragón (Cefca), quien lo vio al día siguiente al revisar las imágenes tomadas esa noche y compararlas con una imagen anterior del telescopio PanSTARRS de Hawái. Al ver las distintas imágenes registradas con los doce filtros de J-PLUS, Hernández distinguió un brillo potente que aparecía dentro de la galaxia y que no aparecía en registros anteriores de este cuerpo celeste.

Los científicos comprobaron que dos días antes, el 19 de febrero, la supernova había sido descubierta por el proyecto Zwicky Transient Factory (ZTF), que cada noche hace un barrido del cielo en busca de objetos variables, que es a lo que se dedica. Fue ese el día de la explosión que dos días después se avistó desde Javalambre. 

La observación por parte de los ingenieros y científicos del Cefca ha supuesto ver prácticamente en directo la explosión de la estrella, con toda la información espectral que aportan los doce filtros del T80. El cuerpo celeste en el que se ha producido el avistamiento es la galaxia espiral IC 2217, que está en la constelación de Cáncer.

El director del Cefca, Javier Cenarro, destacó que se hubiese visto la supernova en uno de los apuntados del cartografiado J-PLUS después de que hubiese hecho explosión solo dos días antes. En realidad ha sido ahora cuando la luz de esa explosión ha llegado a la Tierra, ya que tuvo lugar hace más de 200 millones de años, cuando nuestro planeta comenzaba a ser dominado por los dinosaurios y la humanidad no había aparecido todavía.

Cenarro indicó que la supernova no fue descubierta antes por el T80 de casualidad, ya que ese área del cielo la cartografió dos días después de que el proyecto ZTF la observara. No obstante, apuntó lo relevante del acontecimiento y la “capacidad de los telescopios de Javalambre” en sus observaciones nocturnas. “Al mirar al cielo al azar para hacer los cartografiados la posibilidad de encontrarte cosas así es mayor”, afirmó.  

El investigador del Cefca y responsable de la Unidad de Procesado y Archivo de Datos (UPAD) del centro, Jesús Varela, explicó que tras haber observado el registro de la supernova se dio la alerta a otros científicos que son expertos en este tipo de fenómenos para que puedan estudiarla. Destacó la importancia de la información espectral que supone registrar la explosión de la estrella con 12 filtros, puesto que son de gran valor para analizar su naturaleza. 

En este sentido, Varela apuntó que una de las cosas más relevantes de J-PLUS y J-PAS, los proyectos de cartografiado que se realizan con los dos telescopios de Javalambre, es su “versatilidad”, porque se obtiene mucha información que no estaba prevista de antemano. “La ventaja es que cuando ocurre y lo detectamos podemos dar esta información espectral adicional”, dijo.

El astrónomo de la Universidad de Sao Paolo en Brasil, Alessandro Ederoclite, que la semana pasada estuvo en Teruel porque forma parte de la colaboración del proyecto del OAJ y que es experto en objetos variables, explicó que las supernovas se producen cuando las estrellas colapsan y hacen explosión liberando una gran cantidad de energía, que es lo que se ve en la imagen del T80.

Ederoclite incidió en que si bien el primero en verla fue el grupo de ZTF, el primer espectro reportado fue el registrado con el T80 con toda la información adicional que eso conlleva. “Es el poder de los doce filtros que tiene este telescopio de Javalambre”, dijo el científico.

Indicadores de distancia

Ederoclite recalcó la importancia que tiene el estudio de las supernovas para la astronomía porque “son indicadores de distancia”, lo cual es muy importante para los investigadores para poder conocer más sobre la expansión acelerada del Universo. Aclaró a este respecto que la diferencia del Observatorio de Javalambre con otros proyectos internacionales es “la cantidad de filtros y la posibilidad  de poder tipificar el objeto”. 

Incidió igualmente en que el T80 es “maravilloso” para disponer de información valiosa sobre estos fenómenos por los filtros que usa y el pixel pequeño de la imagen, mientras que con otros telescopios solo se aprecia el brillo de la explosión con dos filtros. “Así somos capaces de separar muy bien lo que es la galaxia anfitriona de la propia supernova”, precisó.