El proyecto de sectorización de la red de agua de la capital reducirá las averías y las fugas

El proyecto de sectorización del servicio de abastecimiento de agua potable de Teruel va a dividir la ciudad y sus barrios en 29 sectores que tendrán sensores y reguladores inteligentes que facilitarán una gestión más eficiente de la red que evitará averías y fugas. La actuación supondrá una inversión de 700.000 euros que asumirá la empresa Aguas de Teruel, dentro del contrato que tiene con el consistorio turolense.

La obra, que comenzará la próxima semana, se realizará de forma escalonada y se prolongará durante seis meses. La red quedará dividida en sectores: diez serán los correspondientes a los barrios rurales, también habrá tramos específicos en Platea, el Polígono La Paz y la urbanización Valdelobos y los otros 16 corresponden a diferentes zonas de la ciudad, con criterios geográficos y de altitud.

La alcaldesa de Teruel, Emma Buj (PP), aseguró que esta actuación, a efectos prácticos, “va a evitar averías como la ocurrida esta semana” que dejó sin agua durante cuatro horas a la mitad de la ciudad y también reducirá las pérdidas y fugas. “Nosotros queremos que Teruel sea una ciudad comprometida con el medio ambiente y con el desarrollo sostenible”, destacó la responsable municipal que insistió en que esta medida supone precisamente mejorar la eficiencia en el consumo del agua.

El sistema permitirá detectar mucho antes cualquier problema que haya en la red y, por tanto, evitar los reventones que se producen en la ciudad de vez en cuando, añadió Buj.

El concejal de Infraestructuras, Juan Carlos Cruzado (PP), explicó que las tuberías no se van a cambiar sino que lo que se va a hacer es establecer controles en puntos intermedios. Se van a instalar reguladores que disminuirán las altísimas presiones que se producen en tuberías situadas en las zonas bajas de la ciudad. “Si reducimos la presión, las tuberías sufren menos y se evitan averías”, comentó.

Detectar fugas

Además del control de la presión, son equipos de medición que determinan el agua que entra en la red, la que sale y la que se consume, de forma que es más fácil y rápido saber cuándo y dónde hay una fuga.

En cuanto se detecte por alguno de estos equipos de medida un desvío en el consumo de agua, se supone que hay alguna avería, se cierra ese sector, se analiza y el resto de la ciudad sigue funcionando sin ninguna alteración, indicó Cruzado.

Son dispositivos inteligentes. Se trata de un sistema informatizado y toda la información se centralizará en las oficinas de la empresa que se ocupa del servicio. 

Precisamente, el concejal indicó que este es un primer paso para que en un futuro todos los contadores sean también inteligentes para poder conocer el consumo en tiempo real.

Los trabajos comenzarán la próxima semana y supondrán cortes puntuales en el suministro de agua que se avisarán con antelación.