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El servicio de préstamo a clubes de lectura de la Diputación de Teruel alcanza el número 3.000 El servicio de préstamo a clubes de lectura de la Diputación de Teruel alcanza el número 3.000
Los clubes de lectura son muy activos en la provincia de Teruel

El servicio de préstamo a clubes de lectura de la Diputación de Teruel alcanza el número 3.000

La cifra se ha logrado en la biblioteca de Monreal del Campo con La huella de una carta de Rosario Raro
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Doce años después de la puesta en marcha por parte de la Diputación Provincial de Teruel, a través del Departamento de Archivos y Bibliotecas, del servicio de préstamo a clubes de lectura y tras un incremento sostenido de las cifras durante todo este tiempo, llegando a más de 300 en los últimos años, se ha alcanzado esta semana el préstamo 3.000.

Una cifra que denota el enorme éxito de una iniciativa que desde 2006 se ha mantenido en el tiempo y que se ha convertido en una de las propuestas que más y mejor están consiguiendo extender la cultura y el hábito de la lectura en todo el territorio de la provincia. Tal es así que, si en el primer año fueron un total de 17 localidades las que pusieron en marcha sus clubes de lectura, en la actualidad podemos hablar de que son 46 los municipios que cuentan con uno o varios, hasta un total de 65 repartidos por toda la geografía turolense y que se reúnen de manera regular para comentar un libro que han leído previamente.

La cifra de los 3.000 préstamos se ha alcanzado esta semana con el que el Departamento ha realizado a la biblioteca de Monreal del Campo. Se ha cosechado con la solicitud de la obra “La huella de una carta”, de la escritora castellonense Rosario Raro, y hasta la localidad de la Comarca del Jiloca se desplazó el diputado delegado, Juan Carlos Gracia Suso, para hacer entrega del citado lote en compañía del alcalde del municipio, Carlos Redón.

Muy lejos quedan ya los dos primeros préstamos que se llevaron a cabo por parte de la Diputación Provincial de Teruel allá por el mes de abril de 2006. Por aquel entonces se realizaron en las bibliotecas de Samper de Calanda y de Rubielos de Mora. Más concretamente, se les prestaron La sonrisa etrusca de José Luis Sampedro y El lector de Bernhard Schlink, con las que se dio inicio a una actividad que se ha convertido en una de las más estables en la inmensa mayoría de bibliotecas turolenses.

Gracia Suso ha querido resaltar la “impresionante aceptación” de una iniciativa que “ejemplifica a la perfección que muchas veces no son necesarias grandes partidas económicas para poner en marcha propuestas de gran interés para la sociedad sino buenas ideas y un equipo concienciado y trabajador como el del Departamento de Archivos y Bibliotecas”. Precisamente por ello, aprovechó la ocasión para “felicitar a los trabajadores de la Diputación que se esfuerzan en ayudar a todas las bibliotecas del territorio y también a todos los bibliotecarios y participantes de los clubes de lectura” porque “sin ellos no tendría sentido esta actividad”.


El diputado delegado ha querido también reafirmar el compromiso de la Diputación Provincial de Teruel con este programa. Para él, ha añadido, “disponemos de un buen número de lotes de libros de títulos clásicos nacionales e internacionales, así como obras de más reciente publicación y también algunas de las galardonadas con los premios más importantes en la materia”, lotes que “vamos a seguir ampliando para aumentar la oferta y tener siempre propuestas interesantes que ofrecer a los clubes de lectura tan dinámicos que tenemos en nuestra provincia”.

Biblioteca de Monreal del Campo

La biblioteca de Monreal del Campo ha sido la que ha registrado el préstamo 3.000 del servicio implantado por la Diputación Provincial de Teruel. Uno de los muchos que ha llevado a cabo desde el 2006, año en el que el centro cultural de la localidad de la Comarca del Jiloca se sumó a esta iniciativa con la petición de la obra Los girasoles ciegos de Alberto Méndez. Fue la lectura inicial de su primer club de lectura, que por aquel entonces contaba con doce miembros.

Doce años después, la bilblioteca de Monreal del Campo cuenta con dos clubes de lectura, formados por más de veinte personas cada uno de ellos. En todo este tiempo, tal y como ha especificado la bibliotecaria del centro, Mari Carmen Fuertes, se han solicitado un total de 149 lotes. “Esto supone que, al menos, han sido 149 reuniones las que hemos celebrado en todo este tiempo compartiendo opiniones y sensaciones sobre los libros y sobre los que éstos sugieren”, ha indicado.

Con respecto al origen del primer club de lectura de Monreal del Campo, ha precisado que éste surgió tras un encuentro con el experto en dichas iniciativas Jesús Arana en el mencionado año 2006. “Por aquel entonces nos pareció una idea muy interesante y que se podía implantar en el municipio -ha añadido- por lo que la pusimos en marcha al principio con reservar pero, con el paso del tiempo, vimos que el grado de aceptación era muy alto y que la participación también iba aumentado paulatinamente”.

Tras doce años, el balance que realiza de esta actividad es “muy positivo”, ya que gracias a los dos clubes de lectura que se han puesto en marcha en Monreal del Campo “se ha aprovechado con ellos la posibilidad que ofrecen de compartir una afición, libros para disfrutar y también las amistades que se han generado y se siguen generando con el paso del tiempo y fruto de la convivencia entre todos los participantes”.

Servicio de préstamo 

Los clubes de lectura son grupos formados por personas que se reúnen para comentar libros que han leído previamente. Según las palabras de Jesús Arana, en su libro “Leer y conversar. Una introducción a los Clubes de Lectura” (Trea, 2009), los clubes surgen en sociedades en los que han ido desapareciendo los espacios para la conversación y, por lo tanto, es necesario volver a crearlos. Resulta fácil compartir impresiones sobre programas de televisión, estrenos de cine, acontecimientos deportivos, etc., pero no lo es tanto encontrar personas que estén leyendo el mismo libro, excepto en los casos de best-seller.


El intercambio de opiniones enriquece la percepción de la obra y, a la vez, condiciona la lectura previa. Esta lectura se hace mucho más reflexiva, más personal ya que, desde la primera página, el lector sabe que va a compartirla con otras personas.

Actualmente, en muchas bibliotecas y centros de educación de adultos, el club de lectura se ha convertido en la actividad más estable y capaz de reunir a personas de distintas edades para  hablar de libros y de todo lo que el libro sugiere. Además, en torno a las lecturas, se organizan otro tipo de actividades (viajes, exposiciones, charlas, visionado de películas, etc.) que animan la actividad cultural de los municipios.