

El Taller de Cocina mezcla ternasco y primavera en una croqueta de premio
Los finalistas fueron La Barrica de la capital y Emilio Gastrogrill de AndorraUn chute de primavera con salvia, arándanos, fruta de la pasión, menta o pepino, todo ello combinado con paleta de Ternasco de Aragón cocinada a baja temperatura, es la explosiva y sabrosa mezcla que resultó ganadora del V Concurso de Croquetas Creativas y que fue elaborada por el Taller de Cocina de Teruel.
La veterana empresa hostelera, que pasó a la final al imponerse entre las propuestas de otros barrios de Teruel, se estrenó con premio, ya que era la primera vez que tomaba parte en el certamen. Su preparación no lo tuvo fácil, puesto que en la final se vio las caras con la propuesta a base de carabineros de La Barrica, ganadora entre los establecimientos del centro histórico, y otra de ternasco presentada por Emilio Gastrogrill de Andorra, que fue la que se impuso en los municipios provinciales.
La propietaria del Taller de Cocina de Teruel, Pilar Cañada, destacó que se trata de una croqueta que ellos tienen en su carta, pero a la que le añadieron elementos primaverales como la flor de salvia, los pétalos de rosa o los arándanos. Otra de las particularidades de la propuesta era el rebozado, muy crujiente gracias a la mezcla de panko y pistacho, y el toque final que dejaba la menta en la boca, una aromática que, como especificó Cañada, “marida muy bien con el ternasco”.
El jurado estuvo compuesto por el periodista Juan Sauras, el cocinero Tom Voigt, que acaba de poner en marcha un negocio de cocina de autor en la capital turolense, y el profesor de Panadería y Repostería de la Escuela de Hostelería y Turismo de Teruel, Manuel Maeso. El docente reconoció que había sido “muy difícil la elección”, pero finalmente se habían decantado por la propueta del Taller de Cocina porque “han clavado la temática, es una explosión de primavera”, aseguró. Además, incidió en que han combinado “mucha técnica con innovación” y alabó a su vez ls presentación final.
Tanto el jurado como algunos de los cocineros asistentes, pusieron en valor las croquetas como un producto complejo que requiere mucho trabajo para lograr buenos resultados.
Manuel Maeso felicitó a los responsables del Taller de Cocina por su croqueta para celíacos, que fue la única en todos los establecimientos participantes, porque aseguró que es muy difícil trabajar un producto cuya base es el rebozado de pan sin emplear gluten.
Entre los 34 establecimientos participantes ofrecieron 40 croquetas diferentes con productos tan variados como la borraja, la oreja de cerdo, el jalapeño o el melocotón. Las finalistas fueron proclamadas a través de la votación de los propios consumidores, que seleccionaron a la mejor del centro de Teruel, de los barrios y de la provincia y, entre las tres, un jurado profesional se ocupó de proclamar a la vencedora de esta quinta edición.