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Entra en concurso de acreedores la línea de autobús Madrid-Teruel-Valencia Entra en concurso de acreedores la línea de autobús Madrid-Teruel-Valencia
Imagen de archivo de un autobús de la empresa IRB, concesionaria de la línea Madrid-Teruel-Valencia

Entra en concurso de acreedores la línea de autobús Madrid-Teruel-Valencia

La concesionaria ya había avisado desde hace un año y el Covid ha sido la puntilla
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La empresa IRB, concesionaria del servicio de transporte de la línea de autobús entre Madrid, Teruel y Valencia, ha entrado en un  concurso de acreedores por su insolvencia ante el escaso número de viajeros que utilizan este servicio, que ha caído más de un 60%. Los responsables de la empresa venían advirtiendo de esta situación desde hace un año y habían hecho varias propuestas a las administraciones públicas para intentar resolver el problema pero no se ha articulado ninguna medida, y la situación generada por el Covid ha sido la puntilla.
Así lo indicó ayer el director de IRB, David López, quien aseguró que han hecho todo lo posible para intentar salir adelante, pero que la situación era ya insostenible por la escasez de viajeros, lo que se ha agravado todavía más con la pandemia.
El concurso de acreedores lo presentaron ya hace unos meses y en la tarde del jueves les notificaron la aceptación, por lo que ahora la situación deberá resolverse a través de un procedimiento judicial, para lo cual en los próximos días se nombrará un administrador que deberá marcar los pasos a seguir.
López lamentó ayer que se hubiese tenido que llegar a esta situación cuando venían advirtiendo de ello desde hace un año, puesto que los datos con los que el Ministerio de Fomento (hoy de Transportes) licitó la concesión no eran los correctos, y además tan pronto como asumieron el contrato el Gobierno de Aragón retiró la subvención que daba al anterior concesionario a cambio de la prestación de un servicio exprés a Madrid semidirecto los lunes, miércoles y viernes.
IRB había planteado la recuperación de esa ayuda, pero desde la DGA se derivó a la Administración central el problema de la solvencia de la línea por el ser el Estado el competente en este caso.  
De momento los autobuses van a seguir operando tal como lo hacían hasta ahora, y todo dependerá de los pasos que se den desde el administrador concursal. López dijo que se adeuda dinero a los trabajadores -en la actualidad son 15- y a proveedores, y que han trabajado para intentar hacerla sostenible porque la línea no es rentable debido al poco número de viajeros que la usan.
El director de IRB reconoció que tras los esfuerzos con las administraciones públicas para que vieran a lo que se estaba abocando la línea, “la decepción es tremenda”. Aseguró que el derecho a la movilidad debe garantizarse, que la despoblación está haciendo mella en la demanda, y que Teruel no puede quedarse sin comunicación con Madrid.