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José Jiménez, gerente de AstroÁndalus: “El eclipse de 2026 es una oportunidad y cerrar los ojos y no gestionarlo es un error” José Jiménez, gerente de AstroÁndalus: “El eclipse de 2026 es una oportunidad y cerrar los ojos y no gestionarlo es un error”
José Jiménez, gerente de AstroÁndalus, empresa que gestiona el plan estratégico del eclipse solar de 2026

José Jiménez, gerente de AstroÁndalus: “El eclipse de 2026 es una oportunidad y cerrar los ojos y no gestionarlo es un error”

“En la provincia de Teruel estamos ante un reto logístico que hay que atender sin lugar a dudas”
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José Jiménez es el gerente de la empresa AstroÁndalus especializada en astroturismo y responsable de la elaboración del plan estratégico aragonés del eclipse solar total del próximo año. Gestionan también Galáctica y están informando a los ayuntamientos sobre la importancia de este evento. Asegura que es una “oportunidad” y que “cerrar los ojos y no gestionarlo es un error”, porque de todas formas la gente va a venir a la provincia de Teruel. Sostiene que “estamos ante un reto logístico que hay que atender sin lugar a dudas”.

-¿Qué importancia tiene el eclipse del 12 de agosto de 2026?

-La importancia que tiene un eclipse de este tipo radica en la peculiaridad. Es un fenómeno que realmente pasa de una forma muy poco recurrente, es decir, el último eclipse tuvo lugar hace décadas y el siguiente, habrá otro en el 2027 que pasará por el sur de la península, que la rozará. Realmente se va a ver más por el norte de África y por Egipto y esas zonas. Y es que el siguiente no se espera en los siguientes veintitantos años. Así que hablamos de un fenómeno muy peculiar y que por su belleza atrae la atención de muchísimas personas.

-¿Por qué los alcaldes se tienen que poner ya las pilas con un año de antelación?

-Como decía, este es un evento que llama mucho la atención, que atrae a muchísima gente y por tanto se espera la llegada de decenas de miles de personas, si no cientos de miles de personas, a la comunidad autónoma de Aragón. Así que estamos ante un reto logístico que hay que atender sin lugar a dudas.

-Si no se hace una previsión, ¿qué es lo que puede pasar?

-Pues no hace falta hacer un ejercicio de futurología, porque esto ya ha ocurrido en otras ocasiones, por desgracia. Yo personalmente he estado en varios eclipses de sol y hay en todos ellos una tónica general. Recuerdo, por ejemplo, el 2017 en Estados Unidos, donde una nula gestión por parte de la administración local derivó en falta de combustible, colas de coches kilométricas intentando repostar, supermercados sin comida, sin agua, redes de telecomunicaciones caídas. Al final las redes están preparadas para un número determinado de usuarios y si tú metes de repente en una zona veinte veces más de la gente que hay, pues las redes no lo pueden soportar.

Así que estamos realmente ante algo que puede irse de madre y generar bastantes molestias para las personas que luego son las que viven en el territorio. Y no debemos de olvidar que nos encontraremos, en un año y poco, en un 12 de agosto, que encima es temporada de incendios, con todas las alertas rojas, y juntar mucha gente en zonas naturales en esa fecha, pues conlleva un riesgo que no debemos de desatender tampoco.

-Han hecho una consulta a los ayuntamientos, pero en la presentación que hicieron días atrás comentó que sólo han contestado seis en la provincia de Teruel.

-Sí, de momento pues es normal, tampoco nos podemos fustigar por eso porque estamos justo en la fase de comunicación. Por eso os agradecemos a todos los medios de comunicación que le estemos dando cabida a esta información porque todos entendemos, desde el Gobierno y también nosotros como empresa consultora, como gestores de Galáctica, que si no se conoce la repercusión de un eclipse, no se le dé la importancia que tiene. Es normal y no debemos de culpar a nadie.

-Más vale prevenir que curar, ¿no?

-Este es un fenómeno al cual no estamos habituados y que nos suena muy raro que tú puedas juntar a tanta gente. Por eso estamos en esta fase de información y pedimos a los ayuntamientos que den cumplimiento a un formulario que se ha preparado para poder hacer nosotros un primer cribado, puesto que en esta primera fase del proyecto estamos desarrollando un plan técnico, una hoja de ruta.

-¿En qué va a consistir ese cribado y para qué va a servir?

-Lo que necesitamos es cribar aquellos lugares desde los cuales se podrá observar el eclipse en condiciones no solo de visibilidad, obviamente, sino también de confortabilidad, de accesibilidad, que sea de fácil evacuación en caso de problema. La respuesta hasta el momento es lo que cabía esperara, porque estamos en esa fase de comunicación para informar. Esperamos que lo que hemos hecho estos días en Teruel y Zaragoza sirva para que los ayuntamientos se pongan a echarnos una mano identificando los puntos de interés para observar el eclipse.

-¿Esos puntos de concentración serán muchos, pocos, cómo se van a definir?

-Bueno, estamos definiendo cuál va a ser la política de gestión. Primero estamos haciendo un primer cribado para ver de qué zona hablamos porque es también un eclipse peculiar, si me permiten la expresión, porque es un eclipse que tiene lugar a última hora de la tarde, a las ocho y media. Entonces, cualquier accidente orográfico, cualquier árbol, cualquier ermita o edificio, lo va a tapar. Entonces, nosotros tenemos unos modelos orográficos que son los que estamos aplicando para de verdad identificar esas zonas que tienen visibilidad y que tienen esas posibilidades.

Es verdad que en función de cómo vayamos viendo las pulsaciones del sector turístico, nos podremos hacer una idea de cuánta gente vendrá y en tanto prepararemos más o menos sitios y de mayor o menor envergadura. Pero sí que vamos a preparar evidentemente como una fosa de desahogo donde poder meter a miles de personas para que se pueda ver porque al final, otra de las peculiaridades de este eclipse es que sí, se verá en todos los lugares, pero quizás los sitios que van a tener un poquito de mejores condiciones son las zonas rurales, que disponen de espacios amplios, de campo, cumbres de montaña. En las ciudades y núcleos poblacionales va a ser más difícil puesto que los propios edificios parapetarán, salvo en determinados espacios.

-Bien, pero al final la gente irá a verlo donde le apetezca, no necesariamente se va a mover a esas zonas de concentración y los ayuntamientos tendrán que afrontarlo solos si les llega mucha gente y en sus municipios no hay nada previsto.

-Sí, pero se puede canalizar el flujo, y es lo que nosotros estamos intentando hacer. Serán lugares que estén controlados, donde haya servicios de emergencia, servicios sanitarios y suministros. Tenemos que tratar de que la provincia de Huesca, de Zaragoza, de Teruel, no se conviertan en lugares donde la gente vaya aparcando los coches en las cunetas, metiéndose por el campo, sino canalizarlos hacia lugares concretos.

Ojalá pudiéramos delimitar como una serie de sedes de observación oficiales, y que se pudiera gestionar mediante reservas previas, que podrían ser gratuitas, pero que haya un control, y no nos encontremos de repente en un sitio con capacidad para 20.000 personas y en la que aparecen 80.000, y un lugar con capacidad para 5.000 y en la que aparecen 20 personas. Es decir, tenemos que tratar de canalizar y ordenar esos flujos.

-Algunos alcaldes están mostrando cierta inquietud de que esto les sobrepase. ¿Cómo se puede asistir a los ayuntamientos si no son sedes oficiales?

-Aquí hablo casi a título personal, nosotros como empresa que estamos muy asentados en Aragón lo sentimos como muy propio, y sí que nuestra voluntad es apoyar a todos los ayuntamientos y darles servicio al menos de asesoramiento.

-¿De qué tipo?

-Pues explicarles dónde se va a ver en cada municipio. En el formulario hemos habilitado un correo electrónico y un teléfono de nuestra oficina y estamos a la entera disposición de todos los ayuntamientos, faltaría más. En cualquier caso esto es una primera fase, si se me permite la expresión, de brocha gorda; es decir, primero estamos pintando un lienzo a grandes trazos para ver qué se cuece, qué lugares, qué problemas, qué retos, qué carreteras; coordinarnos con la Dirección General de Tráfico, con prevención, con todo el mundo, pero luego, a partir de septiembre deberíamos empezar a tener herramientas para pintar ese cuadro a mayor detalle y ver cómo está transcurriendo la reserva.

-¿Cómo va transcurriendo ya esa reserva?

-Ya nos dicen que prácticamente todos los hoteles están ya reservados, además por público internacional. Este público no nos preocupa mucho porque planifica con mucha antelación y se entiende que lo hagan con un año de antelación. El problema es todo el público nacional que seguramente la semana de antes, cuando tengamos eclipse hasta en la sopa, querrá ir a otros lugares de España a verlo y esa va a ser la gran complicación logística sin duda.

-Tal como se pinta el aluvión de gente que va a acudir cabe pensar si esto va a ser un beneficio para la provincia o más bien una molestia.

-Más que una molestia o un beneficio es una oportunidad porque hay precedentes también, como Vicuña, que es un pueblito en Chile que tuve la ocasión de visitar dos veces y que albergó un eclipse en 2019. Eso fue hace ya seis años y el pueblo está todavía transformado con productos en torno al eclipse y donde cinco años después se organizó la cumbre mundial del astroturismo con más de mil asistentes de quince países. Seamos sinceros, habrá municipios que no querrán hacer nada y otros que lo verán como una oportunidad, lo explotarán y lo aprovecharán. Este eclipse para Teruel es una oportunidad sin lugar a duda, y lo que no vale es pretender no gestionarlo porque la gente va a venir de todas formas; entonces, cerrar los ojos y no gestionarlo es un gravísimo error.

-El eclipse total durará poco más de un minuto. ¿Qué hay que hacer para que la gente no solo venga y se vaya, sino que deje beneficios?

-Esa es una cuestión estratégica porque se percibe a nivel nacional que nadie quiere enseñar sus cartas todavía, pero no debemos de ser inocentes porque en otras comunidades autónomas vecinas se tienen que estar moviendo, aunque Aragón es la única que está haciendo un plan estratégico. En algún momento sacarán su artillería y pondrán las armas sobre la mesa. Nosotros ahí sí que vamos a estar muy activos para ponernos al servicio de ayuntamientos para organizar los eventos que hagan falta. Sin ir más lejos, el año pasado en México estuve en un festival de música electrónica que duró una semana, que tenía chefs con Estrella Michelin, DJs de Estados Unidos, de Japón, de Turquía y ahí había más de 5.000 personas que pagaron 3.000 dólares.

Público y demanda hay, pero este tipo de cosas tendremos que empezar a verlas en una fase posterior, desde montar un festival a cualquier otra iniciativa que haga que la gente se quede y consuma. Las posibilidades son infinitas y ahí también nosotros desde AstroÁndalus y desde Galáctica vamos a estar muy activos ofreciendo ideas porque las tenemos, para tratar de que Aragón sea peculiar y que nos diferenciemos del resto de comunidades autónomas por nuestra propuestas de valor.

-¿Qué van a programar en Galáctica para entonces?

-Nosotros en Galáctica vamos a hacer algo muy salvaje para el eclipse. Estamos todavía definiéndolo, pero ahí vamos a meter música, conferencias, comida... Incluso vamos a poner como unas gradas supletorias, como si fuera un escenario de un concierto. Vamos a hacer una cosa muy grande y lo estamos moviendo ya.

José Jiménez es el gerente de la empresa AstroÁndalus especializada en astroturismo y responsable de la elaboración del plan estratégico aragonés del eclipse solar total del próximo año. Gestionan también Galáctica y están informando a los ayuntamientos sobre la importancia de este evento. Asegura que es una “oportunidad” y que “cerrar los ojos y no gestionarlo es un error”, porque de todas formas la gente va a venir a la provincia de Teruel. Sostiene que “estamos ante un reto logístico que hay que atender sin lugar a dudas”.

-¿Qué importancia tiene el eclipse del 12 de agosto de 2026?

-La importancia que tiene un eclipse de este tipo radica en la peculiaridad. Es un fenómeno que realmente pasa de una forma muy poco recurrente, es decir, el último eclipse tuvo lugar hace décadas y el siguiente, habrá otro en el 2027 que pasará por el sur de la península, que la rozará. Realmente se va a ver más por el norte de África y por Egipto y esas zonas. Y es que el siguiente no se espera en los siguientes veintitantos años. Así que hablamos de un fenómeno muy peculiar y que por su belleza atrae la atención de muchísimas personas.

-¿Por qué los alcaldes se tienen que poner ya las pilas con un año de antelación?

-Como decía, este es un evento que llama mucho la atención, que atrae a muchísima gente y por tanto se espera la llegada de decenas de miles de personas, si no cientos de miles de personas, a la comunidad autónoma de Aragón. Así que estamos ante un reto logístico que hay que atender sin lugar a dudas.

-Si no se hace una previsión, ¿qué es lo que puede pasar?

-Pues no hace falta hacer un ejercicio de futurología, porque esto ya ha ocurrido en otras ocasiones, por desgracia. Yo personalmente he estado en varios eclipses de sol y hay en todos ellos una tónica general. Recuerdo, por ejemplo, el 2017 en Estados Unidos, donde una nula gestión por parte de la administración local derivó en falta de combustible, colas de coches kilométricas intentando repostar, supermercados sin comida, sin agua, redes de telecomunicaciones caídas. Al final las redes están preparadas para un número determinado de usuarios y si tú metes de repente en una zona veinte veces más de la gente que hay, pues las redes no lo pueden soportar.

Así que estamos realmente ante algo que puede irse de madre y generar bastantes molestias para las personas que luego son las que viven en el territorio. Y no debemos de olvidar que nos encontraremos, en un año y poco, en un 12 de agosto, que encima es temporada de incendios, con todas las alertas rojas, y juntar mucha gente en zonas naturales en esa fecha, pues conlleva un riesgo que no debemos de desatender tampoco.

-Han hecho una consulta a los ayuntamientos, pero en la presentación que hicieron días atrás comentó que sólo han contestado seis en la provincia de Teruel.

-Sí, de momento pues es normal, tampoco nos podemos fustigar por eso porque estamos justo en la fase de comunicación. Por eso os agradecemos a todos los medios de comunicación que le estemos dando cabida a esta información porque todos entendemos, desde el Gobierno y también nosotros como empresa consultora, como gestores de Galáctica, que si no se conoce la repercusión de un eclipse, no se le dé la importancia que tiene. Es normal y no debemos de culpar a nadie.

-Más vale prevenir que curar, ¿no?

-Este es un fenómeno al cual no estamos habituados y que nos suena muy raro que tú puedas juntar a tanta gente. Por eso estamos en esta fase de información y pedimos a los ayuntamientos que den cumplimiento a un formulario que se ha preparado para poder hacer nosotros un primer cribado, puesto que en esta primera fase del proyecto estamos desarrollando un plan técnico, una hoja de ruta.

-¿En qué va a consistir ese cribado y para qué va a servir?

-Lo que necesitamos es cribar aquellos lugares desde los cuales se podrá observar el eclipse en condiciones no solo de visibilidad, obviamente, sino también de confortabilidad, de accesibilidad, que sea de fácil evacuación en caso de problema. La respuesta hasta el momento es lo que cabía esperara, porque estamos en esa fase de comunicación para informar. Esperamos que lo que hemos hecho estos días en Teruel y Zaragoza sirva para que los ayuntamientos se pongan a echarnos una mano identificando los puntos de interés para observar el eclipse.

-¿Esos puntos de concentración serán muchos, pocos, cómo se van a definir?

-Bueno, estamos definiendo cuál va a ser la política de gestión. Primero estamos haciendo un primer cribado para ver de qué zona hablamos porque es también un eclipse peculiar, si me permiten la expresión, porque es un eclipse que tiene lugar a última hora de la tarde, a las ocho y media. Entonces, cualquier accidente orográfico, cualquier árbol, cualquier ermita o edificio, lo va a tapar. Entonces, nosotros tenemos unos modelos orográficos que son los que estamos aplicando para de verdad identificar esas zonas que tienen visibilidad y que tienen esas posibilidades.

Es verdad que en función de cómo vayamos viendo las pulsaciones del sector turístico, nos podremos hacer una idea de cuánta gente vendrá y en tanto prepararemos más o menos sitios y de mayor o menor envergadura. Pero sí que vamos a preparar evidentemente como una fosa de desahogo donde poder meter a miles de personas para que se pueda ver porque al final, otra de las peculiaridades de este eclipse es que sí, se verá en todos los lugares, pero quizás los sitios que van a tener un poquito de mejores condiciones son las zonas rurales, que disponen de espacios amplios, de campo, cumbres de montaña. En las ciudades y núcleos poblacionales va a ser más difícil puesto que los propios edificios parapetarán, salvo en determinados espacios.

-Bien, pero al final la gente irá a verlo donde le apetezca, no necesariamente se va a mover a esas zonas de concentración y los ayuntamientos tendrán que afrontarlo solos si les llega mucha gente y en sus municipios no hay nada previsto.

-Sí, pero se puede canalizar el flujo, y es lo que nosotros estamos intentando hacer. Serán lugares que estén controlados, donde haya servicios de emergencia, servicios sanitarios y suministros. Tenemos que tratar de que la provincia de Huesca, de Zaragoza, de Teruel, no se conviertan en lugares donde la gente vaya aparcando los coches en las cunetas, metiéndose por el campo, sino canalizarlos hacia lugares concretos.

Ojalá pudiéramos delimitar como una serie de sedes de observación oficiales, y que se pudiera gestionar mediante reservas previas, que podrían ser gratuitas, pero que haya un control, y no nos encontremos de repente en un sitio con capacidad para 20.000 personas y en la que aparecen 80.000, y un lugar con capacidad para 5.000 y en la que aparecen 20 personas. Es decir, tenemos que tratar de canalizar y ordenar esos flujos.

-Algunos alcaldes están mostrando cierta inquietud de que esto les sobrepase. ¿Cómo se puede asistir a los ayuntamientos si no son sedes oficiales?

-Aquí hablo casi a título personal, nosotros como empresa que estamos muy asentados en Aragón lo sentimos como muy propio, y sí que nuestra voluntad es apoyar a todos los ayuntamientos y darles servicio al menos de asesoramiento.

-¿De qué tipo?

-Pues explicarles dónde se va a ver en cada municipio. En el formulario hemos habilitado un correo electrónico y un teléfono de nuestra oficina y estamos a la entera disposición de todos los ayuntamientos, faltaría más. En cualquier caso esto es una primera fase, si se me permite la expresión, de brocha gorda; es decir, primero estamos pintando un lienzo a grandes trazos para ver qué se cuece, qué lugares, qué problemas, qué retos, qué carreteras; coordinarnos con la Dirección General de Tráfico, con prevención, con todo el mundo, pero luego, a partir de septiembre deberíamos empezar a tener herramientas para pintar ese cuadro a mayor detalle y ver cómo está transcurriendo la reserva.

-¿Cómo va transcurriendo ya esa reserva?

-Ya nos dicen que prácticamente todos los hoteles están ya reservados, además por público internacional. Este público no nos preocupa mucho porque planifica con mucha antelación y se entiende que lo hagan con un año de antelación. El problema es todo el público nacional que seguramente la semana de antes, cuando tengamos eclipse hasta en la sopa, querrá ir a otros lugares de España a verlo y esa va a ser la gran complicación logística sin duda.

-Tal como se pinta el aluvión de gente que va a acudir cabe pensar si esto va a ser un beneficio para la provincia o más bien una molestia.

-Más que una molestia o un beneficio es una oportunidad porque hay precedentes también, como Vicuña, que es un pueblito en Chile que tuve la ocasión de visitar dos veces y que albergó un eclipse en 2019. Eso fue hace ya seis años y el pueblo está todavía transformado con productos en torno al eclipse y donde cinco años después se organizó la cumbre mundial del astroturismo con más de mil asistentes de quince países. Seamos sinceros, habrá municipios que no querrán hacer nada y otros que lo verán como una oportunidad, lo explotarán y lo aprovecharán. Este eclipse para Teruel es una oportunidad sin lugar a duda, y lo que no vale es pretender no gestionarlo porque la gente va a venir de todas formas; entonces, cerrar los ojos y no gestionarlo es un gravísimo error.

-El eclipse total durará poco más de un minuto. ¿Qué hay que hacer para que la gente no solo venga y se vaya, sino que deje beneficios?

-Esa es una cuestión estratégica porque se percibe a nivel nacional que nadie quiere enseñar sus cartas todavía, pero no debemos de ser inocentes porque en otras comunidades autónomas vecinas se tienen que estar moviendo, aunque Aragón es la única que está haciendo un plan estratégico. En algún momento sacarán su artillería y pondrán las armas sobre la mesa. Nosotros ahí sí que vamos a estar muy activos para ponernos al servicio de ayuntamientos para organizar los eventos que hagan falta. Sin ir más lejos, el año pasado en México estuve en un festival de música electrónica que duró una semana, que tenía chefs con Estrella Michelin, DJs de Estados Unidos, de Japón, de Turquía y ahí había más de 5.000 personas que pagaron 3.000 dólares.

Público y demanda hay, pero este tipo de cosas tendremos que empezar a verlas en una fase posterior, desde montar un festival a cualquier otra iniciativa que haga que la gente se quede y consuma. Las posibilidades son infinitas y ahí también nosotros desde AstroÁndalus y desde Galáctica vamos a estar muy activos ofreciendo ideas porque las tenemos, para tratar de que Aragón sea peculiar y que nos diferenciemos del resto de comunidades autónomas por nuestra propuestas de valor.

-¿Qué van a programar en Galáctica para entonces?

-Nosotros en Galáctica vamos a hacer algo muy salvaje para el eclipse. Estamos todavía definiéndolo, pero ahí vamos a meter música, conferencias, comida... Incluso vamos a poner como unas gradas supletorias, como si fuera un escenario de un concierto. Vamos a hacer una cosa muy grande y lo estamos moviendo ya.