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Éxito total, el XI Desafío de Ganaderías concitó magníficos recortes y anillados Éxito total, el XI Desafío de Ganaderías concitó magníficos recortes y anillados
David Escobar en el inicio del quite a La Morena de la ganadería de los Hermanos Navarre . J.C.E.

Éxito total, el XI Desafío de Ganaderías concitó magníficos recortes y anillados

Gran nivel de ganaderías y toros para que los recortadores se lucieran
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El XI Desafío de Ganaderías en Teruel, organizado por la peña taurina El Ruedo, reunió a un buen ramillete de vacas de 6 ganaderías que, en la tarde de ayer, hicieron las delicias de los aficionados y disfrutar de lo que les gusta a recortadores y corredores. Las ganaderías de Fernando Machancoses, José Luis Cuartero (Pradilla de Ebro), Hermanos Navarre (Mora de Rubielos), Los Chatos (la Puebla de Valverde), Alberto Garrido y José Arriazu, en los que cada uno aportaba dos vacas para el concurso, fueron las protagonistas de la tarde. Buen ambiente en la plaza, con 2.500 personas disfrutando del soleado espectáculo y con recortadores de postín como Rafa Moralo, Sergio Andrés o David Escobar, que ejecutaron varios recortes de riesgo y nivel, además de colocar varias anillas a cada uno de los animales.

Antes, en la capea de la mañana, 680 socios se dieron cita para saborear las vacas de la ganadería de los Hermanos Lanuza (Navarra), en la que también algunos se animaron a correr y recortar. Todos ellos estuvieron presentes después en la comida de hermandad que degustaron los socios de la Peña taurina El Ruedo, que desde 2012 viene celebrando sus festejos, dando colorido a la plaza y argumentos para continuar con la afición al mundo de los toros.

Al inicio del XI Desafío, la peña El Ruedo rindió homenaje al fotógrafo taurino Juan Carlos Vilar, que durante muchos años inmortalizó en sus instantáneas a toros, toreros, aficionados y festejos en muchas plazas, y que contribuyó al fomento de la afición a la tauromaquia y a la ‘Fiesta Nacional’.

El nivel mostrado por las vacas fue bastante elevado y no lo tuvieron fácil los recortadores. Comenzó el embate Golondrina, con el número 88 y de la ganadería de Fernando Machancoses. Una vaca con cuerpo y madura que arrancó con fuerza y sirvió para calentar el ambiente y que algunos corredores pisaran la arena, pero la fuerza del animal no invitaba demasiado a realizar piruetas o quites. Se lució Machancoses con su primera aportación, que estuvo en el ruedo casi diez minutos.

La segunda vaca, Mejicana, de la ganadería de José Luis Cuartero, ya fue otra cosa -algo más manejable-, y, para levantar al público asistente, Sergio Andrés, realizó un quite de recibimiento excelente. y a renglón seguido, Rafa Moralo, colocó la primera anilla en un recorte en movimiento muy bien ejecutado.

La Morena también dio juego para quite, recortes y anillas, aunque además fue la protagonista del primer revolcón al que Gonzalo no consiguió esquivar, a pesar de haber realizado un buen inicio de movimiento. Antes Rafa Moralo y David Escobar se habían encargado de recortar y anillar a la vaca número 239, de los Hermanos Navarre.

El ambiente iba increscendo, la plaza ya había tomado color con la llegada de los rezagados (aunque ya estaba la quinta vaca en el ruedo cuando seguía entrando gente) y el sol ya era de justicia, con los 25º de temperatura ambiente, que en el ruedo eran alrededor de treinta.

Otra que también dio mucho juego fue La Marquesa, de la ganadería Los Chatos, con varios recortes y alguna cruzada para la galería que dejó un buen sabor de boca al público asistente.

Sobre las 18:02 saltó Cartera (número 92), de la ganadería de Alberto Garrido, fuerte, con poderío y velocidad en cada movimiento, tal es así que logró saltar al callejón y durante unos instantes se alzó el alboroto en la grada, temiendo que la vaca pudiera producir algún accidente de gravedad, pero la rapidez de los mozos hizo que solamente fuera una anécdota.

Cada animal y ganadero dispuso de entre seis y doce minutos para lucir a su res y decidir en qué momento lo retiraba por su oportunidad para una mejor clasificación.

La mascota Ruedi intentó calentar al público en distintas fases del concurso y fueron algunos de los pequeños, presentes en la plaza, los que se lo pasaron en grande con sus piruetas y amagos de volteretas.

Para cerrar los festejos, la peña taurina El Ruedo preparó u na capea nocturna de disfraces, que siempre ha contado con el atractivo y el deseo de los socios para acabar de redondear un fin de semana eminentemente taurino y de diversión.