Felipe González sugiere hacer de Teruel un centro de análisis geopolítico y ADEA toma el testigo

El expresidente Felipe González lanzó este lunes la idea de convertir a Teruel en un centro de análisis geopolítico del mundo durante su participación en un foro organizado en la capital turolense por la Asociación de Directivos y Ejecutivos de Aragón (ADEA), en el que intervinieron también el presidente de esta entidad, Fernando Rodrigo, y el sociólogo Ignacio Urquizu. Rodrigo tomó el testigo y al término del acto aseguró que van a estudiarlo por la importancia que tiene para los directivos conocer la realidad sociopolítica para poder desarrollar sus estrategias en un mundo que, como aseguró González, “se está volviendo loco”. El expresidente socialista abogó por la necesidad de hacer políticas de “consenso” y de arreglar la situación en España dentro de una Europa que “está perdiendo el horizonte” en un mundo cada vez más convulso y en el que nuestro país tiene cada vez menos “relevancia” entre los socios europeos.

Felipe González intervino ante un auditorio del centro sociocultural de San Julián con una amplia asistencia de cargos institucionales y del mundo empresarial en esta actividad organizada por ADEA, en la que reflexionó sobre la situación en España pero en el contexto de la coyuntura mundial. Aunque el formato inicial era un diálogo con el presidente de la asociación de ejecutivos de empresa y con Urquizu, al final el expresidente del Gobierno intervino prácticamente sin necesidad de que le preguntasen durante la hora y media que duró el acto.

Desde el inicio, tras recordar al expresidente aragonés Javier Lambán, recientemente fallecido y que fue objeto de un homenaje la semana pasada en el Senado, González lanzó la idea de hacer de Teruel un centro de análisis geopolítico del mundo, de manera que una vez al año se pudiese analizar en la capital turolense “qué está pasando en el mundo que nos condiciona”.

Abrió así su intervención con esta “provocación”, como admitió, si bien aclaró que lo sugería “en serio”, y se comprometió a inaugurarlo si se hacía. Comentó que a veces surgen este tipo de iniciativas en los lugares más inesperados, pero que prenden y “se convierte en un atractivo global”, en el sentido de atraer “talento” con ganas de “debatir, no de pelearse”.

La idea fue bien acogida por el presidente de ADEA, Fernando Rodrigo, que al final del foro y a preguntas de la prensa declaró que aceptaban el reto y lo estudiarían. Rodrigó indicó que tomaban el guante lanzado por el expresidente del Gobierno porque “es un asunto en el que ADEA siempre ha estado muy comprometida”. Comentó que hacer ese análisis es “absolutamente clave” para la toma de decisiones por parte de los directivos empresariales, “y si nuestro embajador además va a ser Felipe González, pues claro que vamos a trabajar sobre ello”. Precisó que aunque de momento era solo una idea, “nos vamos a poner a trabajar”.

Información útil

Ese encuentro anual de análisis geoestratégico, en caso de que prosperase, se situaría en la línea de lo que pretenden los foros que organiza ADEA como el celebrado este lunes. Rodrigo comentó que de esta forma lo que trata de hacer la asociación es proporcionar a los directivos “información útil” sobre cuestiones que les puedan afectar en la toma de decisiones. Por eso buscan atraer a personas que ofrecen una visión analítica del panorama económico y geopolítico a nivel internacional.

El directivo de la asociación indicó que traer a estos foros a personalidades como Felipe González “facilita también que el aforo sea alto y que la gente haga networking e interaccionen entre ellos”.

Durante su participación en el foro, Felipe González incidió en las ideas que viene planteando en las conferencias que imparte de manera habitual, muy críticas con el Gobierno de Pedro Sánchez y que lo tiene enfrentado con la actual dirección del Partido Socialista, aunque este lunes no hizo sangre de esta cuestión, si bien volvió a sacar los colores a la vicepresidenta María Jesús Montero cuando dijo que tener techo de gasto y presupuestos dependía de Puigdemont. “Si eso es así, ese sería el siguiente homenaje a Rubalcaba, el Frankenstein ya tiene demasiadas piezas sueltas”, dijo.

No hubo referencias durante su intervención a los acontecimientos más recientes de la situación política y judicial española, como el envío a prisión preventiva la semana pasada de José Luis Ábalos, la condena al fiscal general Álvaro García Ortiz o la manifestación del PP contra el Gobierno del pasado domingo para pedir elecciones. Tampoco hubo posibilidad de que la prensa se lo preguntase, porque no hubo atención a la prensa más allá de las intervenciones que hizo durante el foro de ADEA.

En su exposición exhibió su dominio de las relaciones internacionales, hablando incluso más del contexto geopolítico mundial que de la situación española, la cual vinculó a la coyuntura de lo que está pasando en el mundo con su división en grandes bloques marcados por tres “autócratas”, uno elegido por los votos como es el caso de Trump, y los otros dos “por las botas” en referencia a los dirigentes Xi Jinping y Putin.

Polarización

“Vivimos en un mundo tormentoso”, dijo, y “deberíamos arreglar nuestra casa lo más posible”, afirmó en referencia a España y lo poco acertada de la política española actual sumida en la “polarización”. Aseguró que esa situación le “inquieta” porque esa polarización va de “arriba a abajo”, y abogó por la política del “pacto”, puesto que a su juicio es posible.

“Ahora la cuestión es que los políticos polarizan de arriba a abajo y cada vez tensionan más las relaciones entre los ciudadanos; en lugar de resolver los problemas, los agudizamos”, afirmó el expresidente.

González aseguró que “Europa está perdiendo el horizonte” ante las dificultades de alcanzar acuerdos, pero consideró que “hay muchas técnicas para superar el desacuerdo”. Llamó la atención sobre la “paradoja” que supone que a los españoles les resulte más fácil llegar a acuerdos en el Parlamento europeo que en el español, y puso como ejemplo que no haya Presupuestos Generales del Estado en España desde la pasada legislatura pese a la importancia que tienen. Criticó la inconstitucionalidad que suponía no presentarlos.

Abogó por llegar a acuerdos en políticas como la de vivienda, porque si se gobierna para los ciudadanos, hay que dar respuesta a los “principales desafíos” que tiene la gente de la calle. Defendió la necesidad de que haya políticas de consenso, consciente de que se debe pactar y recorrer a veces un largo camino para llegar a acuerdos.

 

Durante las reflexiones que hizo en su intervención, defendió la importancia de “recuperar el compromiso por el trabajo y por el trabajo bien hecho”, además de por la “productividad”. Aclaró que lo que se vive aquí no es un problema español sino “general”, como pone de manifiesto lo que está pasando en Estados Unidos.

Felipe González pidió que haya debates “con serenidad” porque nada se discute así, sino que la tendencia es seguir la “liebre mecánica” que se va cambiando continuamente y correr detrás de ella sin hacer reflexión alguna. Y pidió también información sobre las grandes cifras que se barajan desde el Estado y cuyo desconocimiento es absoluto, máxime al no haber presupuestos porque de esa forma lo que se pone en un sitio se quita de otro.

Con el sociólogo, exalcalde de Alcañiz y exparlamentario tanto en las Cortes Generales como de Aragón, Ignacio Urquizu, abrió una reflexión planteada por este sobre el estancamiento de la productividad en el país. Urquizu aportó el dato de que en los últimos 18 años el gasto público ha aumentado un 31%, mientras que la renta per cápita lo ha hecho un 6,8%. Una cuestión vital, dijo, porque las pensiones dependen de la productividad. El sociólogo advirtió que las bases del crecimiento en el momento actual “son de barro”.

Felipe González se mostró preocupado por el aumento de la pobreza infantil y de la desigual distribución de la riqueza, por lo que opinó que se avecina un “mayo del 68” por la “rebeldía” que se está produciendo por la diferencia “brutal” de los niveles de renta e ingresos en todo el mundo.

En el foro se reflexionó también sobre cómo la política se ha alejado de la ciudadanía y la necesidad, como apuntó Urquizu, de que el ciclo político que se inició en 2015 “se acabe”. “El país necesita urgentemente modernizarse”, apuntó el sociólogo, que alertó de que la plutocracia “está empezando a tomar las democracias, las empresas, todo”, mientras que nadie habla de eso en medio de tanto debate de “bajo vuelo” que aseguró que le “escandaliza”.

Peligro

Urquizu alertó del “enorme peligro” de lo que está sucediendo en el mundo sin ser conscientes “de lo que nos viene en el horizonte”, y que están retrotrayendo a la sociedad a antes del siglo XIX, “a ese mundo de fuerza, de estados, sin reglas, sin normas y con unas pequeñas potencias donde los ciudadanos están seguramente más indefensos de lo que han estado nunca en su relación con el poder político y económico”.

Felipe González apuntó al respecto lo preocupante que es que esa “tecnoestructura tecnológica dominante” que existe hoy en día se crea “con derecho a gobernar el mundo, y la democracia le estorba”.

El expresidente abogó por otra parte por parar el “deterioro de los servicios públicos” y respetar el estado de derecho, además de alertar de lo que se nos está escapando de la revolución tecnológica. Hizo la reflexión de que aunque las cosas cambian mucho, no así tanto la condición humana, y comparó el célebre “pan y circo” de los romanos con lo que está pasando ahora.

Reconocimiento a Javier Lambán

Lo primero que hizo Felipe González durante su intervención en el foro organizado por ADEA fue un reconocimiento a Javier Lambán, tras el homenaje del que fue objeto la semana pasada en el Senado y al que asistió.

El expresidente del Gobierno central expresó su “solidaridad, amistad, cariño y empatía” con Lambán, al que definió como “un verdadero socialdemócrata, constitucionalista, aragonés hasta el tuétano, culto, ilustrad, europeísta”, dijo del político aragonés fallecido recientemente del que dijo que era “un tipo envidiable, capaz del diálogo, del acuerdo y del pacto”.

Tras el reconocimiento que se le hizo la semana pasada en el Senado, González dijo que reiteraba en Teruel ese homenaje a una persona que aseguró que era uno esos amigos “que dejan un hueco difícil de llenar cuando se van, cuando se mueren

Felipe González abrió así una intervención en la que apenas requirió que sus interlocutores, Fernando Rodrigo e Ignacio Urquizu, le tirasen mucho de la lengua para exponer sus reflexiones sobre la situación del mundo y cómo se proyecta en España.