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Fernando Ruiz, fraile mercedario y monitor Starlight: Fernando Ruiz, fraile mercedario y monitor Starlight:
Fernando Ruiz, con el cometa Neowise de fondo en una foto de este verano

Fernando Ruiz, fraile mercedario y monitor Starlight: "El futuro está en certificar a Teruel entera como destino Starlight"

Cree que hay mucha gente de la gran ciudad que en las observaciones ve la Vía Láctea por primera vez
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Cruz Aguilar

Fernando Ruiz es un fraile mercedario que vive en el Convento del Olivar, en Estercuel y es muy conocido en los círculos fotográficos y astronómicos por su afición a observar el cielo y fotografiarlo, para lo que cuenta con el título de monitor Starlight.
-¿Cuántos años lleva en el Convento del Olivar?
-En esta ultima etapa 3, antes estuve en Guatemala y en Venezuela.
-¿Qué tiene de particular el cielo de Estercuel para la observación?
-Es el cielo de Teruel, es decir, cielos de una extraordinaria calidad porque tenemos poca contaminación lumínica, estamos en zonas altas y hay cierta cultura de observación y conservación que hace que seamos un poco austeros a la hora de poner muchas luces. 
-Usted es aficionado a la observación pero también a la fotografía, sobre todo nocturna, ¿no es así?
-Sí, de hecho empezamos probando con la fotografía, yo venía de Antigua Guatemala, uno de los lugares más hermosos y fotogénicos del mundo, donde realicé muchas jornadas de observación y fotografía. Ya en España me formé, gracias a la Fundación Starlight, que organizó en Aliaga en 2019 un curso porque el territorio recibía la certificación Starlight, me reservaron una plaza y allí nos capacitamos, pasamos de enfocar el telescopio a ojo a empezar a entender cosas.
-Se presta la tranquilidad del convento para este tipo de actividades, ¿no?
-Claro, lo que quizás pueda tener de particular frente a otros sitios es el valor del silencio y de la paz, no solo paz natural sino que es un lugar de espiritualidad.
-Va mucha gente a disfrutar de este retiro espiritual y a observar el cielo?
-Como huéspedes es un movimiento creciente, especialmente en años como este que la gente busca lugares aislados y tranquilos. Como actividades también, quizás hasta ahora en una medida pequeña porque quizás no hemos tenido la sabiduría en nuestros pueblos para educar en el disfrute de los cielos. La gente conoce leyendas e historias, pero mucha gente no ha estado nunca en una observación del cielo. Hay mucha gente de la ciudad que nos dice que es la primera vez que ve la Vía Láctea.
-¿Cree en la zona se valora la limpieza del cielo?
-Yo creo que quizás no somos conscientes del valor que tiene. Sabemos que es bonito, nos impresiona, pero no somos conscientes de lo privilegiados que somos y como la gente ansía poder ver lo que nosotros vemos cada vez que llegamos tarde a casa. Además yo creo que ahora hay un cruce particular o una experiencia especial porque no solo miramos el cielo como nuestros abuelos, sino que podemos entender muchas cosas con los descubrimiento de la astronomía de 400 años, entender que la Vía láctea es nuestra galaxia, que una estrella está a 1.500 años luz empieza a abrir otras dimensiones y para eso no vale haberlo estudiado sino haber ido a observaciones, haber ido a Galáctica y haber disfrutado de charlas y observaciones. 
-Pero en el territorio del Bajo Aragón histórico los vecinos aún están lejos de creérselo como recurso, ¿no es así?
-Sí, pero creo que estamos en el despegue, estamos en un proceso en el que se están empezando a programar actividades en los pueblos y en aquellos en los que participamos ya nos emplazan para el siguiente año o incluso para cada estación. 
-Va a empezar en los próximos días sesiones de observación de estrellas, ¿en qué consisten?
-Al programa básico lo llamamos baño de estrellas y consiste en una observación guiada señalando los distintos elementos con un puntero láser y dejando espacio para la admiración, la reflexión y el disfrute. Va cambiando según la situación tenemos temáticas especiales, por ejemplo la del día 15, que es la Asunción de la Virgen, está dedicada a la armonía, la belleza y la mística. En el creciente de febrero hicimos una, que se llamó Locos por la galaxia, y era para ver por primera vez en el año asomarse la Vía Láctea justo antes de amanecer, estábamos 30 personas a las 5 de la mañana. También tenemos cursos de fotografía nocturna. Lo próximo son las lluvias de estrellas de las Perseidas. 
-¿A quién van dirigidas?
-A familias y personas interesadas en el cielo, es una de las cosas interesantes que se puede disfrutar en familia, es algo muy importante y muy bonito.
-¿Acude gente de la zona o son más bien personas que residen en la ciudad y tienen menos acceso al cielo?
-Viene mucha gente de los pueblos y no solo eso, sino que el año pasado, que fue un año normal en cuanto a la organización de actividades, estuvimos dirigiendo observaciones en la mayoría de los pueblos de la zona, en La Zoma, en Cañizar, en Alloza, donde hoy (por ayer) teníamos una y la hemos tenido que suspender por el movimiento que supone. Las asociaciones culturales de la zona programan actividades de este tipo.
-¿Es fundamental que alguien te dirija para disfrutar al máximo de la observación?
-Sí, cambia mucho. 
-¿Qué cree que supondrá para Teruel la puesta en marcha Galáctica?
-Puede suponer la consolidación de una oferta integral de turismo de estrellas. Creo que el futuro está en certificar la provincia entera de Teruel.
-¿Qué ventaja tendía certificar toda la provincia?
-El ofrecer una experiencia integral, ademas toda la provincia se presta a ello y el turismo de estrellas se hace en la noche y combina perfectamente con todas las demás ofertas turísticas. Para nosotros tiene otro valor extra y es que es una llamada a la reflexión y a la espiritualidad. Además tiene un valor muy importante para valorar la ciencia, para comprender la potencia de las leyes de la naturaleza y la importancia de conocerla