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Fiestas del Ángel: Los Gigantes y Cabezudos ponen a prueba las habilidades físicas de los más pequeños Fiestas del Ángel: Los Gigantes y Cabezudos ponen a prueba las habilidades físicas de los más pequeños
Estrella, nueva integrante de la comparsa de Gigantes y Cabezudos, fue presentada ayer con todos los honores. Bykofoto/Antonio García

Fiestas del Ángel: Los Gigantes y Cabezudos ponen a prueba las habilidades físicas de los más pequeños

Presentada Estrella, una nueva integrante de la comparsa que recuerda la hazaña del CD Teruel y homenajea al fútbol femenino
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José Luis Rubio

El último fichaje del Club Deportivo Teruel se llama Estrella y se presentó este sábado durante la Comparsa de Gigantes y Cabezudos. Se trata de la última incorporación a la familia de mascarones turolense, que se presentó  durante la comparsa por la alcaldesa de la ciudad, Emma Buj, en un acto cargado de emoción en el que decenas de hinchas rojillos coreaban con una única voz gritos de ánimo al CD Teruel.

Entre tanto, las carreras para esquivar a los látigos de los cabezudos desafiándolos con un periódico enrollado se sucedieron antes del bautizo del nuevo personaje se suma a las Fiestas del Ángel. La plaza del Torico se quedó pequeña un año más para acoger los bailes de los Gigantes y las carreras de los Cabezudos mientras no paraban de sonar las notas de la Banda de Música Santa Cecilia de Teruel que interpretaron sin desánimo una canción tras otra acompañando a los personajes en su recorrido por el centro de la ciudad.

Sin mirar el reloj se podía saber que se acercaba la hora, las 11:30, a la que estaba anunciada la salida desde la iglesia de San Martín, en la plaza del Seminario, de la Comparsa de Gigantes y Cabezudos. Los carros de niños, los triciclos y los pequeños cogidos de la mano de algún familiar llegaban a la plaza del Torico en un goteo incesante que uno tras otro fueron llenando el ágora turolenses para esperar a las figuras. Y así, mientras los niños se arremolinaban en la fuente en el centro de la plaza, los mayores se afanaban tomando fotografías con el móvil.

Tras unas primeras carreras en la plaza de la Catedral, la comitiva llegó a la plaza del Torico para que los gigantes interpretasen una de las coreografías que han estado ensayando en las últimas semanas y que los cabezudos empezasen después a perseguir a los críos más atrevidos o descarados.

“¡Voy a por un periódico viejo a algún sitio!”, le dijo Isabel Félez, de Andorra, a su hijo. En las primeras carreras los niños corrieron con las manos desnudas, desoyendo la tradición de hacerlo con un periódico como elemento de autodefensa. Félez regresó enseguida con un ejemplar en las manos. Lo había pedido a uno de los bares de la zona. “Ha venido un amiguico de mi hijo con un periódico y yo he ido al bar a pedir uno” a pesar de que en su Andorra natal no se estile esta práctica, reconoció.

Sin embargo, no todos los chiquillos tenían tanta ilusión por correr con los cabezudos. Es el caso de Lucía Giménez, de siete años, a la que “no le gustan los cabezudos porque le dan un poco de miedo”, reconoció su padre Sergio que, no obstante, es un habitual de estas celebraciones tanto en Teruel como en Calatayud y Zaragoza.

Estrella

Sobre el escenario ubicado en la parte más baja de la plaza del Torico, la alcaldesa Emma Buj presentó a Estrella, el nuevo cabezudo de Teruel. Buj se felicitó por el arranque de una nueva edición de las fiestas de la Vaquilla del Ángel y celebró que la presencia de los gigantes y cabezudos sigan siendo un “sinónimo de éxito para ver la plaza del Torico llena”.

 

Los pequeños disfrutaron con las carreras de la comparsa de Gigantes y Cabezudos. Bykofoto/Antonio García


La alcaldesa continuó la presentación explicando que “desde el Ayuntamiento llevamos años cuidando y aumentando la familia de gigantes y cabezudos”, y ayer se presentó al nuevo miembro de esta familia con una jugadora del Club Deportivo Teruel “en el año del ascenso a Primera RFEF”, recalcó la edil, que hizo también hincapié en que se trata de una “cabezuda” porque representa a una jugadora del equipo femenino rojillo en un momento en el que el fútbol femenino está cobrando protagonismo. “Cada vez somos una familia más grande”, dijo la regidora.

Y tras la presentación en sociedad del nuevo fichaje, la Banda de Música Santa Cecilia volvió tocar para llevar la fiesta a la plaza de San Juan. Entre los músicos, David Repullés, de 14 años,  se estrenaba tocando la dulzaina en las fiestas. “Ya toqué en Alcañiz cuando fue el encuentro pero esta es la primera vez que toco en Teruel”, dijo  antes de arrancar la comitiva. “De pequeño venía a los gigantes y cabezudos con la revista para darles”, recordó el joven músico, que no ocultaba los nervios por su debut.

En la plaza de San Juan se repitieron las carreras y las fotos poniendo a prueba la resistencia y la pericia de los voluntarios que se habían metido en el rol de cabezudos, que ahora deberán descansar para poder regresar el jueves con el mismo brío.

Respeto a los Gigantes

Alberto Abril es piloto de gigantes y ayer volvió a participar con la Comparsa de Gigantes y Cabezudos porteando al rey negro, una de las figuras más antiguas de la colección de Teruel. “Saco gigantes desde hace seis años”, recordaba ayer Abril mientras se enrollaba la faja alrededor de la cintura y se anudaba un pañuelo en la cabeza. “Hace unos años un amigo me dijo que les hacía falta gente y como soy un tío fuerte les eché una mano. Y luego te quedas por el grupo humano que hay”, recordó después de haber compartido almuerzo con sus compañeros de fatigas.

El gigante negro suele ser su responsabilidad. “Normalmente cogemos el mismo gigante. Ahora han cambiado la estructura, que antes era en forma de cruz, y como yo tengo el brazo bastante grande, esta era la única que me entraba”, explicó. “hay mucha diferencia entre las figuras. El gitano y la gitana son las que más pesan y puede haber una diferencia de cinco o seis kilos con los negros y de quince o veinte con los más nuevos”.

“A los gigantes se nos respeta más y no se nos cruzan los chicos” afirmó para explicar a continuación que hacen “varios bailes” que se ensayan “dos o tres veces antes de las salidas”.

Dentro de la figura la sensación es de calor, “a tope”, y la visibilidad es muy pobre, sobre todo cuando el sol incide de frente, que deja a ciegas a los pilotos. Si su campo de visión a través de un pequeño hueco de rejilla es ya muy pequeño, el reflejo solar les ciega por completo.

 

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