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Hemeroteca: 1994, el año que Teruel descubrió las grandes superficies comerciales con el desembarco de Sabeco Hemeroteca: 1994, el año que Teruel descubrió las grandes superficies comerciales con el desembarco de Sabeco
La apertura de Sabeco estuvo presente en las páginas de DIARIO DE TERUEL

Hemeroteca: 1994, el año que Teruel descubrió las grandes superficies comerciales con el desembarco de Sabeco

La ‘Fiesta de la compra’ que vivieron miles de turolenses
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Unos por curiosidad y otros por necesidad, leíamos, pero aquel 29 de junio de 1994 miles de turolenses convirtieron en acontecimiento social la apertura de Sabeco. La que fue la primera gran superficie comercial en instalarse en la ciudad abrió después de cinco años de negociaciones, trámites y modificaciones de planeamiento urbano. Y con un pretendiente más para el Ensanche que finalmente no saldría adelante. 

Miles de personas invadieron los almacenes atraídos por la novedad y unas interesantes ofertas de lanzamiento, llegando a saturar las 18 cajas registradoras de que dispone el establecimiento decía la crónica de aquella apertura, publicada el 30 de junio. Era noticia destacada en la portada de este periódico, que aún iba más allá describiendo el momento: como Huracán Sabeco calificaba el texto al supermercado que engulló materialmente a las amas de casa de la capital junto a los curiosos de turno.

El protagonismo gráfico de aquella primera plana era para este acontecimiento, aunque informativamente compartía espacio con las conversaciones para llegar a acuerdos en política internacional del presidente del Gobierno, Felipe González, con el del Partido Popular, José María Aznar, o el anuncio de que Tráfico comenzaría a usar aquel verano radares móviles camuflados. 

También llamaba la atención, entre otras noticias nacionales e internacionales de portada, el llamamiento a la objeción de conciencia que hacía el entonces arzobispo de Barcelona, Ricard María Carles, a los médicos y a la judicatura para que ejercieran la objeción de conciencia ante el proyecto de ley de ampliación del aborto elaborado por el Gobierno.

Pero en Teruel se hablaba de otras cosas. Coleaba el asunto de la querella de los grupos ecologistas y los ayuntamientos de Castellón contra Endesa por la contaminación de la central térmica de Andorra, aunque entonces leíamos que anunciaban que la retiraban. Caía, también, la licitación oficial de obras en Teruel pero en la ciudad solo había un tema de conversación. Entre 4.000 y 5.000 personas decía el periódico que acudieron aquel primer día al centro comercial que en aquella jornada causó sensación.

Relataba la crónica que antes de la apertura del centro ya había gente esperando en el exterior y que incluso había gente que había pedido fiesta en su empresa con el fin de dedicar la jornada a comprar.

Temor entre los comerciantes

Entre los clientes que entrevistaba este periódico había satisfacción: “Hacía falta en Teruel algo así para comprar sin tener que ir fuera” decía uno y “ahora por lo menos se podrá comprar los sábados por la tarde, antes era imposible encontrar algo en Teruel, y si ya abren algunas tiendas es porque han tenido que espabilarse ante la llegada del supermercado, creo que es bueno para los consumidores que haya esta competencia” decía otro.

Ahí estaba la polémica. Los comerciantes de la ciudad se habían mostrado contrarios a la apertura del supermercado, entre otras cuestiones decían, según recordaba el periódico, porque era imposible competir con esas ofertas, y opinaban que aunque el género era barato, en general adolecía de calidad.

Aún más, decía la crónica que en la jornada inaugural de la víspera podía verse alguno con “block y bolígrafo tomando nota de los precios.

Porque la inauguración oficial fue el día anterior de la apertura al público, el 28 de junio, de la que se hacía eco el periódico al día siguiente con la esperable fotografía del corte de cinta, en este caso a manos del alcalde Ricardo Eced junto al director general de la cadena comercial, Miguel Ganuza, tras los que podía verse un cartel de ¡Bienvenidos! Acudieron la práctica totalidad de las autoridades locales y provinciales decía el periódico que recogía  que Ganuza destacaba sobre Sabeco que iba a complementar a los establecimientos ubicados en Teruel.

Eced hacía referencia a que con la apertura se cumplía una “demanda ampliamente ansiada” que recordó que había comenzado con el concurso de cuatro o cinco empresas “y una ha llegado al final”. Señalaba entonces que a pesar del tiempo transcurrido “nunca la voluntad municipal falló en la idea de que un establecimiento de estos sea necesario”. Y aún iba más allá expresando su deseo de que Sabeco fuera como una bandera que señale que Teruel tiene futuro, ya que en caso contrario no se habría instalado aquí una superficie de este tipo. Un futuro que, confiaba, llevaría a celebrar pronto que proyectos como la autovía se hicieran realidad.

Un largo recorrido

La llegada de los hipermercados se acogió con recelo en la ciudad por parte de los comerciantes y los trámites y las recalificaciones de suelo que requería la instalación fueron tema de debate y enfrentamiento político en el Ayuntamiento. Como ejemplo, la información publicada el 20 de abril de 1993, algo más de un año antes de la apertura, en la que el Consistorio aprobaba establecer nuevos requisitos para la construcción de los hipermercados que entonces se planteaban; el de Sabeco en La Fuenfresca y Enaco en El Ensanche. 

Rechazaban, con acuerdo de todos los grupos, la aprobación provisional de la modificación del Plan General de Ordenación Urbana solicitada por las empresas para establecer una serie de circunstancias a corregir. A pesar de ser aprobadas por unanimidad, según leíamos, Javier Velasco del PSOE acusaba al equipo de gobierno, liderado por Eced (PAR), de querer bloquear el proyecto, algo que el primer edil negaba y apelaba a la “responsabilidad política” que conllevaba el proceso de recalificación de unos terrenos.

Unos días después, directivos de Sabeco decían a este periódico que las condiciones impuestas en Teruel “son más duras” que en otras ciudades, y  que les llevarían a reducir las dimensiones del establecimientos, decía la noticia del 2 de mayo de aquel 1993, que por aquel entonces todavía hablaba de que los dos proyectos seguían adelante.

Aquel mes de mayo parecían aclararse las dudas sobre el proyecto y pocos días después se publicaba que el Ayuntamiento daba luz verde al “hiper” de Sabeco en la comisión de urbanismo, a la espera de aprobarlo en pleno, algo que no se produciría hasta septiembre. Habían vaticinado que podría abrirse en las navidades de 1993 pero finalmente el Huracán Sabeco llegaría pocos días antes de las Fiestas del Ángel, las de Siniestro Total, Celtas Cortos, y la Vaquilla en la que Italia apeó de nuevo a España del Mundial de fútbol. 

800 millones y 69 empleos

La primera gran superficie comercial que se instaló en Teruel ocupó una parcela de 29.500 metros cuadrados en una zona en la que, se esperaba entonces, la construcción del pabellón ferial, un polideportivo y la mayor piscina de la ciudad, leíamos en aquellas páginas. En la explanada había 533 plazas de estacionamiento y el edificio ocupaba 4.537 metros cuadrados, con 2.605 destinados a superficie de ventas, y una galería comercial con cinco tiendas y la cafetería. La inversión había sido de 800 millones de pesetas y contaba con una plantilla de 69 personas, de los que 53 habían sido seleccionados tras unos cursos de formación realizados por el entonces INEM entre 600 aspirantes. A estas contrataciones directas había que sumar las generadas en la galería comercial. Sabeco pertenecía al Grupo Dock francés, que anunciaba también para el mes de noviembre la apertura de otro centro comercial en Alcañiz.

Los comercios se prepararon para este nuevo ‘compañero’

Unos días antes de la apertura de Sabeco leíamos en este periódico que los comercios de Teruel se preparan para frenar el impacto de la apertura de la gran superficie. Lo hacían valorando la posibilidad de abrir los sábados por la tarde, algo que debían aprobar en la asamblea de la Asociación de Comerciantes del Centro Histórico, como explicaba su presidente Florencio Muñoz. Planteaba además la necesidad de aumentar el número de asociados, porque de los más de 200 comercios de esta zona solo la mitad estaban asociados. Abrir por la tarde podía servir además, decían los comerciantes, para aprovechar también el tirón de Sabeco que atraería a gente que podía aprovechar también para hacer otras compras.

Otros comercios ya habían tomado esta medida de ampliar su horario de apertura en algunos negocios, leíamos, como el caso de la cadena de supermercados Alvimar, en el Ensanche entonces, que además había ampliado su horario hasta las 21 horas en algunos centros. El gerente de Alvimar, José Manuel Villamón, decía en este periódico que con la medida pretendían ser más competitivos “ante un problema que no solo afecta a los establecimientos comerciales sino a todo Teruel, porque una ciudad de servicios y sin apenas industrias la riqueza la genera el comercio”.