Jornada para dar a conocer el papel de las entidades culturales y deportivas

Los alumnos del grado de Administración y Dirección de Empresas (ADE) del Campus de Teruel y el público en general pudieron conocer de primera mano cómo se gestionan entidades dedicadas al patrimonio histórico-artístico, deportivo y cultural en Teruel con una nueva mesa redonda sobre Economía Social organizada por la Facultad de Ciencias Sociales y Humanas.

El presidente de la asociación deportiva Club Voleibol Teruel, Carlos Ranera; la gerente de la Fundación Amantes, Rosa López, y el presidente de la asociación cultural de juegos y deportes tradicionales El Barrón, Jorge Moradell, hablaron este jueves en el salón de actos de la Comarca Comunidad de Teruel sobre la gestión de estas entidades.

Carlos Ranera explicó que Voleibol Teruel es un “un club pequeñito” y que quienes están en su junta hacen las cosas “con el corazón y por vocación”, ya que es un trabajo no remunerado pero quiso aprovechar su intervención para recordarle a los estudiantes de ADE que también hay grandes clubes deportivos que tienen una estructura económica fuerte y necesitan de profesionales y por eso puede ser “un camino, una opción laboral para ellos”.

A nivel de gestión, Ranera habló también de los patrocinios que seguró que para las empresas son “una inversión” que puede ayudar a un posicionamiento en el mercado y que entronca muy bien con la responsabilidad social corporativa.

Reconoció que dificultades hay siempre pero que hay que “reinventarse cada día” y “agudizar la creatividad”.

Para conocer mejor la labor sobre patrimonio artístico, Rosa López explicó el trabajo de la Fundación Amantes. Hizo un recorrido de esta actividad desde el año 2003 -cuando se inició la actual gestión con el nuevo edificio- y de cómo han ido evolucionando los flujos de visitantes y también sobre cómo se  gestionan los recursos humanos.

López recordó que hay dos aspectos en la acción de la Fundación, por un lado el patrimonio y el turismo y por otro las actividades culturales para los turolenses.

“En nuestra filosofía está que el patrimonio hay que conservarlo, hay que difundirlo turística y pedagógicamente pero sobre todo hay que disfrutarlo”, señaló la gerente de la Fundación Amantes. 

En lo que se refiere a la gestión económica, López indicó que el objetivo que se marcaron de no depender de las administraciones, de la autofinanciación, se ha conseguido en el gasto corriente, aunque reconoció que sí que es necesaria la inversión pública para obras de mejora y para proyectos culturales nuevos como Desafío Buñuel.

Por su parte, el presidente de la asociación El Barrón destacó la importancia de este tipo de entidades “por su alto valor etnográfico” y porque “defienden tradiciones inmateriales”.

Jorge Moradell habló también de la función socioeconómica que cumplen estas asociaciones. 

“A lo largo de estos años lo que hemos visto es que cubrimos una pequeña carencia que tienen muchos pueblos que no pueden permitirse a lo mejor otras actividades de ocio, por ejemplo, teatrales o de tauromaquia”, explicó Jorge Moradell quien defendió que esta actividad puede ser una “una salida socioeconómica o por lo menos un complemento” como labor asociativa sobre todo de jóvenes que están buscando una proyección en su labor profesional y por otra parte, para los pueblos como consumidores de esos entretenimientos es necesario para que “los turistas o los residentes de temporada tengan un incentivo para acudir al pueblo”.